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“Soy Cecilia”

Vecinos de la ciudad de Río Ceballos se manifestaron en contra de la violencia de género y los abusos, esto debido al ataque sexual que sufrió una docente en la mañana del pasado viernes cuando iba a dar clases a una escuela del barrio Villa Los Altos. No hubo banderas políticas, solamente carteles con la frase “Soy Cecilia”.

18 horas en punto, y el festejo de Talleres campeón se hizo sentir en Río Ceballos. El centro de la ciudad estaba colmado de hinchas albiazules, pero dicha fiesta no fue impedimento para un reclamo que entristece a la “Perla de las Sierras Chicas”: Cecilia, una maestra de una escuela de Villa Los Altos fue abusada por un hombre la mañana del pasado viernes, cuando se dirigía a dar clases.

Es por esto, que cientos de vecinos rioceballenses con carteles pequeños escritos con la frase “Soy Cecilia” se hicieron presente en la plaza Francia o también conocida como la de los artesanos. Entre los objetivos principales estuvo no sólo el pedido de justicia sino también la posibilidad de informarse sobre otros casos de acoso y así poder generar protocolos de reacción.

“La convocatoria se hizo principalmente para decir basta, para encontrarnos más unidos como comunidad y como sociedad para poder reaccionar ante cualquier tipo de agresión que se sufra”, manifestó una de las compañeras de la docente abusada sexualmente.
“La convocatoria se hizo principalmente para decir basta, para encontrarnos más unidos como comunidad y como sociedad para poder reaccionar ante cualquier tipo de agresión que se sufra”, manifestó una de las compañeras de la docente abusada sexualmente.

Tampoco fue impedimento a la convocatoria la mala información que se virilizó en las redes sociales sobre los cambios de horario y suspensión de la misma. Incluso, cuando El Milenio llegó al sitio estipulado dos mujeres policías dijeron que “no se iba a llevar adelante porque estaban los festejos del ascenso de Talleres”.

Pero como el ruido de los hinchas que festejaban sobre la Avenida San Martín era muy bullicioso, los manifestantes se trasladaron hacia el centro de la plaza, donde muy tímidamente comenzó a hablar el exesposo de Cecilia, quien muy emocionado dijo: “Hay que sacar a la luz que estas cosas suceden permanentemente, y no son la excepción ni Río Ceballos, ni Salsipuedes, ni Mendiolaza, ni Villa Allende, ni Unquillo; vivimos en una sociedad donde los valores se han dado vuelta, no hay contención y todos hacemos la vista gorda sin exigirle al Estado que tenga una política de prevención”.

“Queremos pedir que de una vez por todas se pare con la violencia y que encuentren al culpable; la policía de Río Ceballos ni se movió y apresó a una persona que no tiene nada que ver, tiene que haber conciencia en los datos que se manejan”, agregó el familiar.

“Esto no está organizado, nadie viene con nada escrito, ayer por la mañana fue muy duro abrir a las 8 am la escuela; siempre empezamos el día con una ronda, donde los chicos preguntan, levantan la mano y nos temblaban las piernas a todas porque no sabíamos que nos iban a preguntar y no sabíamos que íbamos a contestar. Además, desde los organismos oficiales no tienen protocolos de reacción y contención para las instituciones educativas”, agregó una docente del establecimiento que trabaja víctima.

Cecilia, tras el abuso


Cecilia es una ferviente militante de la causa Ni Una Menos y todo lo relacionado a la violencia de género, y el viernes a las 7:45 de la mañana, hora que habitualmente llega sola al colegio donde da clases, esta vez lo hizo acompañada de una compañera, quien la levantó en el cruce de las calles Amuchástegui y el Camino del Cuadrado, tras haber sufrido el ataque sexual por parte de un depravado. En ese momento, había un contingente de 80 alumnos que salían al complejo de Pajas Blancas porque en ese lugar si realizaba un encuentro de escuelas, y uno de ellos era el grupo de la maestra.

Lo primero que surgió fue el pedido de sus compañeros para que haga la denuncia y no se negó por un gran motivo: “Porque soy mamá, porque tengo hijas, alumnas y alumnos”. En esta situación, y cuando cuenta lo que le pasó, sus compañeros llamaron consternados a la policía como primera medida, quienes se hicieron presente en el establecimiento educativo con cuatro patrulleros y el CEC.

Calvario en la Unidad Judicial


En cuanto a la denuncia en sí, se convirtió en un calvario, tanto para Cecilia como para sus colegas docentes que la acompañaron hacia la ciudad de Córdoba; es que estuvieron sin poder moverse dentro de la Unidad Judicial desde 9:30 de la mañana hasta las 17:00 horas: “Nos querían mandar de la Unidad Judicial a la ART, desde esta última hacia al Hospital Rawson, desde el nosocomio a hacer el reconocimiento a Río Ceballos y desde ahí otra vez a la Unidad Judicial”, comentó una compañera.

Y lo anterior fue considerado por sus allegados como “un abuso por parte de las autoridades que deben ocuparse de casos tan delicados como éste”. “Y lo que continua viviendo, porque tiene que seguir yendo a Córdoba, con toda la cuestión burocrática y no está en condiciones reales de soportar toda esa manipulación, toda esa invasión a su persona”, agregaron.

Sus compañeros y familiares comentaron también que en Río Ceballos “supuestamente” hay una división de investigación que por lo visto no existe, no está. Por lo que de la investigación en sí se encargaron los vecinos, hasta de aportar datos. “Hay que exigir presencia a las autoridades e instituciones”, manifestaron varios de los presentes en la plaza de los artesanos.

El culpable ¿equivocado?


Una de las cosas que más indignó a los familiares y amigos de Cecilia fue que cuando apenas estaban llegando a la ciudad de Córdoba, tanto los grupos de wasap y facebook ya comunicaban que el detenido era un “albañil”. Ante esto, una de sus compañeras dijo: “Pido una reflexión, estábamos en el auto llegando a la Unidad Judicial y ya había un wasap diciendo que había un albañil en las inmediaciones, o sea yo pido que me ayuden a pensar, que pensemos colectivamente, porque todo esto es muy raro”.

“Me genera mucho dolor ver la foto del sujeto acusado dando vueltas por todos lados, y desde el primer momento Cecilia nos contó cómo era la persona, porque nos tocó estar desde ese primer instante, y no tiene nada que ver la persona que ella describe con el hombre que está apresado”, concluyó una docente.