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Jóvenes promesas

La última edición de la Feria del Libro del Instituto Educativo Nuevo Milenio sigue dando qué hablar. Y aunque muchas de las figuras que pasaron por este evento ya tienen una amplia trayectoria en el mundo literario, también hubo un espacio para las nuevas generaciones, cuyos principales exponentes fueron la poeta Camila Orquera y el novelista Matías Cortez. En entrevista con El Milenio, ambos hablaron sobre sus inicios en la escritura y sus planes para el futuro.

La última edición de la Feria del Libro del Instituto Educativo Nuevo Milenio sigue dando qué hablar. Y aunque muchas de las figuras que pasaron por este evento ya tienen una amplia trayectoria en el mundo literario, también hubo un espacio para las nuevas generaciones, cuyos principales exponentes fueron la poeta Camila Orquera y el novelista Matías Cortez. En entrevista con El Milenio, ambos hablaron sobre sus inicios en la escritura y sus planes para el futuro.


Por Lucía Argüello | luciaarguello@elmilenio.info

Colaboración: María del Mar Reyna (4° IENM),

Candelaria Argüello, Delfina Bruno (4° IMVA) y Valentina Grant.


Darle voz a los sentimientos

camila orquera
“Yo cada vez que me sentía mal iba a directo al papel y el lápiz. Denle voz a sus sentimientos, no se queden callados”, dijo Camila Orquera a los jóvenes que presenciaron su charla durante la Feria.

[dropcap]L[/dropcap]a adolescencia es una etapa conflictiva para todos, pero sólo algunas personas son capaces de volcar ese volcán de emociones en un proceso creativo. Y definitivamente son muchos menos los que consiguen salir de esa fase con un libro publicado. Pero esto fue justamente lo que hizo Camila Orquera, una joven escritora que con solo 21 años ya ha publicado su primer libro “Ya que nadie ha querido leer”, un conjunto de poesías que reflejan en parte los conflictos de la adolescencia, como el bullying, pero que también se animan a tocar problemáticas mucho más complejas, como la violencia de género y la violencia intrafamiliar.

“Yo empecé a escribir a los 9 años. Eran básicamente cuentos que surgían jugando a las barbies con mi hermana y como yo no quería que esas palabras e historias quedaran en el aire, empecé a escribirlas”, recordó  la joven escritora mientras se preparaba para presentar su libro en la edición 2015 de la Feria organizada por el Instituto Educativo Nuevo Milenio. Sin embargo, Camila no fue una invitada más en este evento ya que ella misma es egresada del IENM y de hecho, su paso por esta institución marcó considerablemente su carrera de formas diversas.

Por un lado, su timidez y las bromas de sus compañeros alimentaron algunos de sus poemas más reales y amargos, pero en orillas más felices, también recibió un impulso determinante.


“Hicieron un concurso de cuento y poesía en el cole y yo presenté uno de cada uno, la poesía con mucho miedo porque era algo que tenía como escondido. Cuando me dijeron que había ganado el primer puesto fue como ‘¡Wow! Sé escribir poesía’ y ahí como que empecé a escribir más. Además me gané una compu que hasta el día de hoy es mi tesoro porque ahí escribo todo”, contó Camila, que en ese momento tenía 14 años.


Mientras publicaba algunos escritos en revistas de Salsipuedes, la ciudad donde vive, y se preparaba para empezar la Licenciatura en Letras Modernas, Camila decidió que ya era tiempo de dar forma a tantos años de trabajo. “Yo escribía y escribía pero quedaba todo guardado. Hasta que un día dije ‘¡Bueno basta! ¡Ya está! Los voy a sacar a la luz’, porque eran sentimientos muy propios, muchas cosas personales. Ahí se me ocurrió crear el libro. Fui buscando editoriales hasta que di con Tinta Libre. Tuve que pedir plata a mis papás y ellos me ayudaron con todo el orgullo del mundo, aunque ahora hay que devolverles”, bromeó la joven.


“Me siento a gusto con todos los géneros, menos la novela o la poesía histórica, porque no me gusta la historia. Ahora estoy escribiendo una novela romántica que tiene un poco de mi vida, de mis amistades y bueno, la parte amorosa, que es la parte más dolorosa y la más fuerte”, anticipó Camila.


La aventura de escribir

m a crotez
“Mi idea es sacar un poco esa concepción de que el escritor está atrás del libro, en otra esfera. Venir acá y que un chico me pregunte por un personaje que aparece en la página cien, es fantástico”, comentó Matías Cortez en su paso por la Feria.

[dropcap]C[/dropcap]uando uno ve la portada de “Pandora” con la firma de M. A. Cortez se imagina que detrás de un libro tan atrapante debe haber un autor de gran trayectoria. Y lo cierto es que hay un gran autor, pero la trayectoria no es tan larga ya que Matías Cortez tiene sólo 23 años. Y sin embargo, a pesar de su brevedad, la de Matías no deja de ser una historia bastante interesante. De niño soñaba con ser cirujano plástico, hoy estudia abogacía porque “le encanta pelear por todo” y a la vez es un escritor apasionado y prometedor.


“A los 8 o 9 años empecé a hacer tiras cómicas, pero como era medio desastroso dibujando dije ‘no, esto no es lo mío’ y me puse a escribir relatos cortos y guiones. Un día estaba caminando con mi papá por Córdoba porque me quería comprar un libro. Entonces mientras veíamos una vidriera yo dije: ‘algún día mi libro va a estar ahí’. Las cosas de la vida: resulta que esa era la vidriera de El Emporio, la editorial que publicó mi primer libro”, rememoró Matías con una sonrisa.


“A los 13 años empecé a escribir novelas. La primera fue una medio romántica, porque en mi familia somos así y además me iba a permitir nutrir la novela de aventura que quería escribir. El amor hace todo más fácil, a través del romance como que la historia fluye más. Y bueno soy escritor, soy cursi, si no fuese así estaría jugando al rugby”, bromeó.

Después vino una faceta más fantástica para el joven escritor, quien a los 13 años terminó su primera novela, una mezcla de Harry Potter, Narnia y El Señor de los Anillos que según él mismo cuenta, pensó en publicar y luego se arrepintió. Finalmente, la influencia de unas cuantas películas y otros autores como Dan Brown, Arthur Conan Doyle y Carlos Ruiz Zafón lo terminó llevando a Pandora, cuyo personaje principal, Sam Parker, reúne en sí un poco de todo esto: Sam por El Señor de los Anillos y Parker por Spider Man, con una buena dosis de misterio y aventura.


“De la noche a la mañana se me vino la historia, los personajes, todo. Pero tenía 13 años, no quería largarme a escribir porque sabía que lo iba a arruinar. Así que lo dejé en stand bye mientras adquiría las herramientas que necesitaba. Al final lo escribí en seis meses entre los 17 y los 18”, contó Matías, que incluso espera recibirse pronto para continuar con las aventuras de Sam, las cuales, anticipó, darán un giro oscuro.


El encuentro con sus lectores también es otra cosa que lo motiva, aseguró. “Ah me siento Justin Bieber”, bromeó el joven, “Que te digan ‘che leí tu libro y está espectacular’ no tiene precio. Me llegan toneladas de mensajes. La gente me pregunta cosas, me reclama cosas y todas esas críticas me ayudan a crecer”, comentó Matías.