Por Clarita Aliaga y Milagros Andreu (IMVA) – Bianca Squinoval y Carolina Corral (IENM)
Silvio Andreu, director y socio fundador de MOR, estableció que en el asesoramiento que les brindan a las empresas “siempre aparecen los problemas de las personas y es en ellos que se aplica el coaching”. Así, junto a Patricia Guaneri, dedicada al área de innovación y desarrollo, dieron sus primeros pasos como socios hace más de siete años y hoy cuentan con la ayuda de un equipo de trabajo.
“En el equipo está Florencia que se encarga de la administración y las búsquedas laborales de la mano de una psicóloga. También tenemos consultores que van trabajando con nosotros, actualmente está Noelia Lerda en San Juan y Daniel Andreu en la provincia de Buenos Aires”, comentó Silvio en diálogo con El Milenio.
Y agregó: “Cuando hablamos de empresas hablamos de las personas que la componen, además de herramientas y materiales. Puede haber problemas de metodología, de las máquinas, que son fáciles de resolver porque son técnicos, entonces se busca la causa, se resuelve y listo. Con la gente es más difícil, porque muchos tratan de quedarse con lo que hacen, no salen de su sitio de confort, entonces no cambian y de esta manera se vuelve continuamente a lo mismo”.
Según Silvio, “esto tiene que ver con una resistencia al cambio que todos tenemos, y que de un hábito incorporado, generalmente hay que generar uno nuevo” -explicó-. Por lo tanto, destacó cómo el coaching colabora en esta situación, indicando: “En el coaching ontológico lo que se busca es que mediante preguntas que hace el coach, se pueda mirar el problema desde un punto de vista diferente para encontrar soluciones nuevas y siempre el problema lo va a encontrar quien tiene el problema”.
El Milenio: ¿Por qué crees que es importante esta técnica?
Silvio Andreu: Porque nos da una mirada de nosotros mismos que a veces no alcanzamos a ver. Las soluciones suelen ser mucho más fáciles de lo que nosotros pensamos y no las estamos viendo a pesar de que las tenemos al frente. El coaching busca que algo que me está pasando pueda pasar a ser algo bueno, solucionarlo, o a veces entenderlo, que es el primer paso. Reconocer y entender qué es problema y qué no lo es.
EM: ¿Por qué pensàs que el coaching está teniendo más relevancia en los últimos tiempos?
SA: Por un lado siempre aparece lo que es la moda. A mí no me gusta decir que es por eso, se volvió popular y así se da a conocer. Anteriormente, muchas personas o empresas no lo habían usado por desconocimiento y, hoy en día ya lo están aplicando por los resultados que se obtienen.
EM: ¿Por qué te inclinaste por este ámbito?
SA: En mi caso particular, cuando empecé a trabajar dentro de la consultoría, quise ponerle nombre a formas de gestión que traía de estar en otras empresas, que me habían ido apareciendo como prueba y error. El coaching le dió nombre y fundamento científico a lo que yo pensaba que era de la nada.
EM: ¿Cuál es la diferencia del coaching con el mentoring?
SA: El mentoring busca ayudar a la persona con la experiencia de quien está asesorando. En el coaching, en cambio, quien está siendo coacheado busca las respuestas. Muchas veces mezclamos ambas de acuerdo a la persona con la que se está trabajando.
EM: ¿En qué consiste la “Metodología Lego” y cómo funciona dentro del coaching?
SA: Es una metodología que ayuda a resolver problemas desde un análisis del juego y poniendo en marcha las manos. En base a estudios que se hicieron en universidades de Europa y Estados Unidos, llegaron a la conclusión de que las manos están totalmente conectadas con el cerebro, entonces en esa conexión lo que uno hace con las manos es lo que realmente siente.
Cuando uno piensa con la boca piensa lo que es correctamente adecuado y digo lo que creo que el otro quiere escuchar. Las manos lo que hacen es trabajar con la parte emocional, hacen lo que me parece ante una consigna cualquiera, puede ser ante un problema o ante una consigna. Uno va a explicar una historia con lo que arme, en esa historia van a aparecer cosas que son de la persona y allí es donde se aplicará el coaching, para ver qué cosas no nos está contando.
EM: ¿Y cómo lo aplican en las capacitaciones que realizan?
SA: En las capacitaciones tratamos de poner juegos porque estamos convencidos de que en las capacitaciones tradicionales se terminan aburriendo. Hace muchos años lo venimos implementando porque cuando uno pone cosas vivenciales o cualquier tipo de juegos, la persona vuelve a ser niño y cuando es niño se muestra como es, no puede esconder nada, entonces ahí salen a la luz los problemas y se pueden resolver.
EM: Dentro de una empresa, ¿cuál creen que es el mayor problema que pueden llegar a tener?
SA: Dentro de las empresas que asesoramos principalmente aparece el problema de los resultados. La empresa busca resultados que no tiene y se centra en hacerlo de la forma en que lo viene haciendo siempre. Sin embargo, si uno no cambia la forma, el resultado va a ser el mismo.
Otro de los temas recurrentes es el trabajo en equipo, que cuando lo analizamos aparece muy rápidamente la comunicación: no están claras las pautas, dicen “pero acá todos saben lo que pasa” y no necesariamente. También suele aparecer el tema de la falta de liderazgo, que en realidad es el síntoma, entonces debemos analizar qué tipo de enfermedad tienen.
