El Milenio

Noticias de Sierras Chicas

Cosquín Rock 2023: una escena que no deja de diversificarse

El 18 y 19 de febrero, en medio de los carnavales, el aeródromo de Santa María de Punilla volvió a ser el punto de encuentro para las y los amantes de este festival; un clásico que sigue atrayendo a un público fiel y también a las nuevas generaciones. Igual de clásico es el cuestionamiento que se viene instalando en los últimos años con la grilla de artistas que lleva Palazzo. Los puristas siguen repitiendo “eso no es Cosquín Rock” y si nos remitimos a los hechos definitivamente no es el mismo Cosquín Rock que empezó en la plaza Prospero Molina; ahora es un festival que en su edición 23 agotó entradas con la presencia de 200.000 personas de toda Argentina y países vecinos y una grilla de artistas para todos los gustos.

En esta ocasión, el clima acompañó durante el día con un sol brillante aunque cuando cayó la noche no había capa de abrigo que protegiera del frío de las sierras: solo restaba meterse al calor de la gente y de los pogos. 

El escenario “Norte” y “Sur” enfrentados en las puntas más lejanas del predio formaban parte de los 6 escenarios de esta edición, cada uno con propuestas diferentes.

El “Paraguay”, era el que estaba más alejado del resto pero el que primero recibía a las personas. Allí, la banda cordobesa Rayos Láser era de las primeras en abrir la escena y cuando empezaron los primeros acordes de “Ya me hiciste mal”, el público empezó a cantar una de las canciones más populares del grupo y escuchar a cientos de personas cantar, comenzó a irradiar la energía de festival. En el medio del predio el escenario “Montaña” recibió el atardecer del día 1 con el ritmo de la Delio Valdés, con una cumbia y una puesta en escena con mucha energía, que hizo bailar a todos los presentes con un cielo naranja digno de ser fotografiado para historias.

La Delio Valdés. Ignacio Arnedo

Mientras tanto, los uruguayos del grupo No Te Va a Gustar llenaron el predio del sector norte de fanáticas y fanáticos y todo era una masa de personas cantando e intentando llegar al pogo de adelante. Aunque el fondo no se quedaba atrás: con más espacio y libertad la gente saltaba con las canciones que más le emocionaban.

El rock atravesando todos los géneros 

Llegó la noche y el medio del predio, entre el escenario norte y sur, se transformaba en un cruce de personas que caminaban apuradas para llegar a ver sus artistas.Desde grupo de amigos, familias, parejas, cada uno caminaba emocionado, intentando seguir un cronograma que les permitiera ver a todos sus artistas. Otras personas, en cambio, descansaban sobre el pasto, preparándose para el próximo show. 

Ya era de noche cuando Divididos encendió la noche del Cosquín Rock, con un show que terminó con una sandía arriba del escenario. La estrella? Su baterista, Catriel Ciavarella, que dio la razón de porque el Cosquín Rock sigue llevando ese nombre. 

Cerrando el escenario Sur, el cordobes Juan Ingaramo llevó el ritmo del cuarteto – pop nuevamente al festival. En el medio de su show, el artista recordó cuando de pequeño lo llevaban a los primeros Cosquín Rock de la Plaza Próspero Molino y lo afortunado que se sentía de estar allí. Quizás sean otros géneros, pero el Rock Argentino fue y seguirá siendo fuente de inspiración para cada artista argentino que pise un escenario.

Nuevos artistas, nuevas generaciones

En el día 2, el pogo de Las Pastillas del Abuelo hacía temblar el aeródromo; un rato más tarde las clásicas banderas que ondean a los grupos de rock, también lo hacían entre la multitud que se apretujaba para escuchar a Dillom abriendo su presentación con su último trabajo, una propuesta musical y visual que estremecía a los presentes. Este quizás es el más claro ejemplo de que el Cosquín Rock no solo diversifica su escena con nuevos artistas; su público rockero también escucha otros géneros. 

Cosquín Rock 2023. Mario Sar.

Hacia el final de su última noche, el festival cerraba el escenario montaña con Tiesto y en el medio del frío y el cansancio una fiesta electrónica seguía haciendo bailar a las personas. A la vez, en el escenario Paraguay una artista con orígenes en Sierras Chicas hacía perrear hasta el suelo a los presentes: Ms Nina, oriunda de Saldan, cerraba la noche con su reguetón, con canciones como “Sicaria” que han sonado en más de una fiesta.

El Cosquín Rock ya no volverá a ser el mismo y eso no es nada malo; quizás es tiempo de aceptar a las nuevas generaciones, que se acerquen al clásico rock y mientras tanto, acercarse a los nuevos artistas. 

Foto de portada: gentileza Mario Sar.