- Por Matías Candoli. periodico@elmilenio.info
- Colaboración: Alfonsina Villar, Manuel Oberti, Lautaro Gómez y Sofía Calcagno (4to IENM). Felipe Sevilla y Brisa Sartor (4to IMVA).
Se podría decir que la vida de Emanuel Geremia va “sobre ruedas”. Y es que, siendo apenas un niño, se subió a los patines para no bajarse más. Tanto abrazó el patinaje artístico que decidió dedicarse a la enseñanza de esta disciplina y hoy hace 15 años que es profesor en el Club Atlético y Social Salsipuedes.
“Cuando tenía seis años más o menos, justo salieron los rollers y todos mis amigos los tenían, así que yo también los quería”, recuerda Emanuel entre risas. “Finalmente me los compraron y empecé con esos. Después mi papá me anotó en Talleres y ahí me cambié a los patines de cuatro ruedas, por cuestiones deportivas. Así empezó mi carrera en el patín”, continúa relatando a El Milenio.
No tardó mucho en darse cuenta que estaba en el camino correcto. “A los nueve años empecé a competir en torneos provinciales, nacionales y hasta hice un sudamericano”, destaca el profesor y no duda en afirmar que su carrera “fue hermosa”. “Fui creciendo con mucho entrenamiento, sacrificios y logros. Siempre tuve el apoyo de mi familia, de mis compañeros de patín y de mi profesor”, señala con agradecimiento.
“Trato de inculcarles a los chicos que el deporte no tiene género, que no porque hagan patín van a ser más o menos hombres. Creo que ya es tiempo de que ese prejuicio deje de existir”
Emanuel Geremia
Profesar el deporte
“Elegí ser profesor porque quería aportar mis conocimientos a los chicos nuevos que se interesaban en el patín”, cuenta Emanuel, quien obtuvo su licencia nacional a los 16 años. “Creo que ser profesor es justamente profesar el deporte”, añade recordando su propia historia. “Hoy busco apoyar siempre a mis alumnos para que sigan, que no decaigan, porque no todo es medalla, sino también esfuerzo y aprendizaje. De eso se trata formar atletas”, resume, exponiendo su filosofía.
Así, con su gran pasión por el patín artístico, desembarcó como profesor en el Club Atlético y Social Salsipuedes, donde empezó a compartir sus experiencias dando clases y capacitándose para hacer crecer el deporte desde su nuevo rol. “Empecé en 2007 con ocho chicos y hoy en día somos una academia con casi 80 estudiantes”, comenta con orgullo.
Con la llegada de Emanuel, el patín no solo fue creciendo en cantidad de alumnos, sino también en nivel y aspiraciones. Al año de su llegada, el club ya daba sus primeros pasos a nivel competitivo en la Federación Cordobesa de Patín. “Fue todo un tema explicarles a los padres a qué me refería con competencia y la importancia de que los chicos se rocen con otros de su edad para así forjarse como atletas”, recuerda Emanuel.
El esfuerzo finalmente dio sus frutos. “En la actualidad tenemos un equipo de competencia integrado por 24 patinadores que nos representan a nivel provincial y nacional. Participamos de competencias federativas, torneos zonales, provinciales, nacionales e incluso algunos chicos clasificaron a un Sudamericano en 2019, pero por motivos económicos no pudieron participar”, cuenta el profesor.
Lo cierto es que antes del parate obligado que impuso la pandemia, el patín artístico del Club Salsipuedes tuvo motivos para ilusionarse. “Entre 2015 y 2019 obtuvimos copas, clasificaciones, subcampeones y hasta campeones nacionales en distintas modalidades. Hemos viajado por toda la Argentina, desde Bariloche hasta Salta, pasando por Puerto Madryn, Tucumán, Catamarca y otros lugares más”, cuenta Emanuel.

Derribando prejuicios
El patín artístico es un deporte individual, pero, como atleta y docente, Geremia busca que cada estudiante se sienta parte de un equipo. “Es lo que trato de hacer como técnico. Que los chicos trabajen en equipo, que se contengan y se apoyen emocionalmente entre ellos. Acá todos somos uno, lo individual lo dejamos para la pista, cuando cada uno sube a dar lo mejor de sí”, explica el patinador.
Lo cierto es que en el Club Salsipuedes se rompen muchos preconceptos asociados al patín, incluso a nivel etario, ya que participan desde niños de 4 años hasta una patinadora de 40. Pero seguramente uno de los prejuicios más dañinos es aquel que califica a esta disciplina como “un deporte para mujeres”.
Emanuel convive con ese estereotipo sexista desde sus comienzos en el patín y, quizás por eso, su postura es tajante al afirmar que “el deporte no tiene género”. “No porque vos seas hombre tenés que hacer fútbol o básquet y no porque seas mujer vas a practicar gimnasia rítmica o patín. Cualquier persona puede dedicarse a la disciplina que quiera. Son deportes, y como tales, no tienen género”, explaya.

}Aunque reconoce que en su carrera recibió burlas por el hecho de “ser hombre y hacer patín artístico”, Emanuel se muestra más optimista con respecto al presente: “Yo creo que en la actualidad estamos con otra cabeza. En mi época sí se sufría mucho bullying, y agradezco el apoyo de mi familia y seres queridos, porque pude darme cuenta que no importa lo que me digan, si esto es lo que amo hacer, lo voy a seguir haciendo”.
“Es un deporte en el que predominan las mujeres, pero en la actualidad, hay más profesores varones que mujeres en el patín artístico”, señala antes de repetir: “Yo trato de inculcarles esto a los chicos, que no porque patinen van a ser más o menos hombres. Creo que ese prejuicio tiene que dejar de existir”.
Para cerrar, Geremia ve con alegría el futuro de su actividad, a la que se dedica con tanta pasión. “Hemos sido muy golpeados por la pandemia, pero ahora finalmente se está volviendo a la normalidad”, apunta con alivio.
“Al patinaje de Sierras Chicas le auguro un futuro espectacular si seguimos entrenando así. La idea es plantearse objetivos y metas. También sentarse con los dirigentes del club y ver dónde queremos llegar. Además, están los objetivos que uno se pone como profe, los objetivos de los chicos, a dónde quieren llegar con su carrera. Todo eso hay que sumarlo en un combo y seguir adelante para que el patín sierrachiquense siga creciendo como lo viene haciendo”, concluye con esperanza el entrenador de Salsipuedes.
