El domingo 13 de febrero, la noticia del fallecimiento de Eduardo “el Gato” Romero enlutaba a Sierras Chicas y especialmente a Villa Allende, ciudad que conducía por segunda vez. El mandatario tenía 67 años y días antes había solicitado licencia por razones de salud.
Tras asumir primero de manera interina, la presidenta del Concejo Deliberante, María Teresa Riu-Cazaux de Vélez, quedó al frente del Ejecutivo en forma definitiva el 22 de febrero y conducirá la ciudad hasta las próximas elecciones, en 2023.
De quien fuera su antecesor, Teresa de Vélez recordó: “Su llegada al PRO fue magnífica. El Gato me dio muchísimas lecciones y posiblemente la más importante fue la humildad, la simpatía y la empatía con la gente. Era un tipo al que no se le caía la sonrisa de la cara”.
“Teníamos planes realmente lindos, ambiciosos, siempre tratando de hacer todo lo posible para que Villa Allende sea, como dice el slogan, la ciudad donde todos quieren vivir”, agregó y sostuvo también: “Me gustaría seguir ese ideal que tuvo El Gato, siempre avanzando”.
Pocos días después, el gobernador Juan Schiaretti visitó la ciudad y anunció que el nuevo hospital de Villa Allende, una de las grandes promesas de campaña del ex intendente, llevará el nombre de Eduardo Romero, a modo de homenaje.
“Estoy orgullosa de nuestra Seguridad Ciudadana, el Hospital Josefina Prieur y los jardines municipales. Es mi deseo sostener y mejorar esos proyectos con el sentido social que tienen”
María Teresa Riu-Cazaux de Vélez

El Milenio: ¿Cuáles son los ejes que conducirían a esa Villa Allende del slogan?
Teresa Riu-Cazaux de Vélez: Lo que todo el mundo pide son los servicios básicos, que recojan la basura y que las calles estén lo mejor posible. Pero al margen de eso, el municipio brinda otras prestaciones importantes que exceden a sus funciones, como seguridad ciudadana, que es una atribución del Estado provincial y nacional, pero donde ponemos un gran esfuerzo de gestión.
Lo mismo ocurre en materia de salud. La municipalidad mantiene el Hospital Josefina Prieur y, aunque provee servicios básicos, sin quirófano ni internación, está bien conceptuado y viene mucha gente de los alrededores.
Por último, el municipio también tiene su aporte en educación. En este marco, tuvimos el impulso de crear hace unos años los CADINA, jardincitos dedicados a la primera infancia que además cuentan con comedor y permiten que muchas madres puedan trabajar.
Considero que la educación es fundamental y voy a hacer todo lo posible para ayudar a las instituciones educativas de la Villa. Todos queremos seguridad, pero una ciudad educada va a ser mucho más segura. Si pudiéramos incluir a más personas en el ámbito educativo y el trabajo genuino, no tendríamos tanta gente robando. Es un sueño, pero nos ayuda a caminar hacia adelante, tratando de alcanzarlo.
EM: Desde que asumió, la inseguridad fue uno de los primeros puntos a combatir. ¿Cómo ve el panorama hoy?
TRV: Destaco el esfuerzo de las fuerzas de seguridad, que han salido a hacer más operativos, recorren la ciudad más que antes, se han agregado móviles y el helicóptero pasa todas las semanas.
Lo cierto es que una ciudad de 50 mil habitantes, pegada a Córdoba, es el bocado perfecto para la delincuencia y es imposible lograr una seguridad total. También creo que los vecinos pueden ayudar, ser eficientes observando, estar atentos y llamar cuando sea necesario. Tenemos muchas vías de contacto y la policía acude de inmediato.

EM: ¿Qué aspectos considera que hay que cambiar de la gestión?
TRV: Modernización es una gran asignatura pendiente del municipio y, junto a planificación, son las dos áreas que estamos atacando inmediatamente. En todo lo demás, la municipalidad anda bien. Estuve recorriendo junto a una ONG barrios sencillos y me sorprendí. La ciudad se ve limpia, prolija y la comunidad pone su parte.
No hace mucho también estuvimos en el Parque Industrial PyMes y me admiré de su crecimiento. Quiero acompañar a nuestros emprendedores, que hacen que Villa Allende hoy sea vea como se ve y que todos quieran venir a visitarnos los fines de semana.
EM: ¿Es posible compatibilizar el desarrollo económico y comercial con la conservación del patrimonio histórico y natural de la Villa?
TRV: Considero que sí. El Polideportivo, por ejemplo, es el lugar más democrático de la ciudad, diría un conocido. Todos confluyen ahí, lo usan y lo disfrutan con distintas actividades, mientras alrededor se despliegan los negocios gastronómicos.
A pocas cuadras, el legado de Ferrari con sus casonas está intacto y es algo que tenemos que revalorizar. El castillo San Possidonio es otro buen ejemplo, hoy en día convertido en un restaurante y cafetería que aparte brinda exposiciones y se inclina hacia la cultura. Espero que ese impulso encuentre eco en esas casas tan lindas, para que no decaigan.
EM: ¿Cuáles son los grandes proyectos que se vienen para este año?
TRV: En cuanto a obras, el nuevo hospital es lo más importante, por más que va a mantener el nivel de atención primaria, con el mismo personal, vamos a sumar equipamiento, con ayuda de la Provincia. También está la repavimentación de la calle Elpidio González y la construcción de un polideportivo en barrio Polinesias.


Primeros cambios
Las modificaciones en el gabinete fueron unas de las primeras medidas de Teresa de Vélez tras asumir como intendenta. Así, Nicolás García, secretario de Gobierno y mano derecha de Romero, fue trasladado a Desarrollo Social, ocupando su lugar Felipe Crespo.
Asimismo, el secretario del Concejo Deliberante, Carlos Arias, pasó a desempeñarse como secretario privado de Intendencia y Martín Miserach abandonó la Secretaría de Planificación y Control de Gestión, para convertirse en asesor de Intendencia.
Consultada por los cambios, la mandataria manifestó sentirse “cómoda” con el gabinete y la planta municipal. “La gente de la municipalidad es muy buena. Hay una exigencia para todos, no porque las cosas no se hagan bien, sino porque siempre se puede hacer más y mejor”, apuntó.