El Milenio

Noticias de Sierras Chicas

Linaje familiar

Julia Davila es nieta de un primo del cura gaucho y creció escuchando anécdotas sobre él.
  • Por Lorenzo Ceballlos y Carmela Fazio.
  • 4to Año Instituto Educativo Nuevo Milenio
  • Profesora: Mabel Tula

Julia Dávila es jubilada, ama de casa y artista plástica. Nació en Santa Rosa de Río Primero un 12 de mayo de 1934. Su papá era Domingo Esteban Dávila, quien le relató miles de historias relacionadas sobre uno de sus familiares más famosos y queridos: el Cura Brochero.

Así doña Julia nos cuenta a El Milenio, sus recuerdos y anécdotas sobre el cura que siempre se preocupó por el prójimo y es recordado por hacer caminos y crear escuelas. «Al curita siempre le encantaba estar con su familia, pasar la tarde tomando mates con gente desconocida y tratarlo como un familiar más», relató la entrevistada.

EM: ¿Cómo conociste la historia del Cura Brochero? ¿Podrías contarla?

JD: La conocí por mi padre, mi abuelo paterno Juan José Dávila era primo hermano del Cura Gabriel Brochero, él era mi tío abuelo segundo. Mi padre me contó que cuando él tenía más o menos cinco a seis años el curita Brochero fue al campo de mi abuelo y lo notó muy enfermo (mi padre nació en 1907 y el curita murió en 1914). Había ido como para despedirse de la familia, porque le encantaba estar con la familia, siempre visitaba a uno o a otro mientras podía. 

EM: ¿Qué datos puntuales puedes brindarnos sobre él?

JD: Nació el 16 de marzo de 1840, está anotado en Villa Santa Rosa de Río Primero, pero aledaño donde él realmente nació había pocas casitas, cuatro más o menos,se llamaba Carreta Quemada. Recibió el bautismo en la iglesia parroquial de Santa Rosa de Río Primero. Después en su adolescencia estudió en Santa Rosa y fue al seminario en la ciudad de Córdoba, porque su inclinación era el sacerdocio y ayudar.

EM: ¿Cuál es la visión intrafamiliar de Brochero?

JD: La visión es que él es el cura más grande, más santo, más dado a la comunidad, más protector de los pobres. No se cansaba de ayudar y su pensamiento era crear muchas escuelas, caminos, casas de ejercicios espirituales, lo que se le venía a la mente.

Tenía la suerte de que la gente le correspondía y le ayudaba a pico y pala a hacer de todo. La casa de ejercicios espirituales (que fue colegio también), grande, lo hicieron con ladrillo, pero el techo fue de palos, que lo acercaron a Villa del Tránsito, (que era el nombre que tenía antes). Arriba de las mulas se cargaban los palos que habían sido cortados en las sierras para hacer el techo de esa escuela.

EM: ¿Usted recorrió el lugar donde nació y creció el cura?

JD: Crecí en Santa Rosa, tengo entendido que Carreta Quemada estaba entre Santa Rosa y los campos de mi abuelo. 

Mi abuelo le contaba a mi padre sobre lo que era el curita para ellos y la devoción que la gente le tiene.

Yo fui a Villa Cura Brochero a conocer el lugar, y vi la urnita de sus huesos, en la parroquia, es un lugar hermoso, un lugar santo, te emociona casi te hace llorar cuando estás ahí. La cantidad de milagros que están puestos ahí. La bendición de los sacerdotes es continua y siguen dando la misa y también la bendición.

Me encantó y después de que yo fui a ese lugar, al poco tiempo lo beatificaron y después con los milagros comprobados por médicos y todo lo que se hizo. Ya lo hicieron santo, lo canonizaron santo. 

EM: ¿Hay alguna bibliografía sobre su historias? ¿Las leíste?

JD: Si, he leído, pero imagínate con 87 años algunas cositas se me escapan. Tengo acá el libro «El santo de los pobres», también tengo «La familia del beato». A este libro lo escribieron cuando era beato. En este sale toda la descendencia, los familiares, la cantidad de sacerdotes y monjas Dávila que hay, otros Brochero también.

Tengo un libro  qué es «Imágenes de una misión pastoral», está buenísimo leerlo porque salen muchas cosas hasta lo que él pidió para cuando falleciera. Quizás puede haber muchos más libros. Yo he leído pero salteando, las cosas que más me interesaba saber.

Me encantó su historia y ver una vida de sufrimiento entregada a Dios, que no lo he escuchado nunca ni he leído cosas así, porque tenía tanta devoción por el prójimo.

EM: ¿Existe alguna información sobre él que conozcas como familiar y que no se sepa?

JD: En la casa de mi abuelo cuando mi padre era chico siempre se hablaba del curita, lo tenían muy presente; y cuando mi padre tenía más o menos cinco o seis años, al curita le encantaba estar con su familia, pasar la tarde tomando mates con gente desconocida, se acercaba y charlaba como si fuera un familiar más.

EM: ¿Sabe si estuvo en algún momento en Sierras Chicas?

JD: No recuerdo que alguien me haya informado que estuvo en Sierra Chicas, lo que sí, sé que su paso fue por las altas cumbres detrás de las sierras, paso por un pueblo antes de llegar,que no me acuerdo el nombre en este momento, y después fue a Villa del Tránsito donde desplegó toda su sabiduría en ayudar, recibiendo de Dios toda la ayuda para hacer la gran obra que hizo; ahora Villa del Tránsito se llama Villa Cura Brochero.

EM: ¿Qué opinas de él y de las acciones que realizaba?

JD: Opino lo mejor, lo que he escuchado y leído de él, que ninguna persona a trabajo tanto para el prójimo, fue muy caritativo, bondadoso, sobre todo con la gente más humilde, ayudar era lo que él más deseaba en su vida, ir a visitar a los enfermos, consolarlo y acompañarlo en cualquier momento de la vida de cada vecino donde estuvo en sus años de sacerdote en ese lugar, la gente tiene muy buenos recuerdos, lo mejor de lo mejor. Eso es lo que pienso de él.

EM: ¿Conoce a alguna persona que haya sido bendecida con un milagro invocando a él?

JD: No conozco a nadie, pero he escuchado y he leído en los libros sobre los milagros, se que la gente dice: ”lo que le pido me lo concede.” Por eso creo ciegamente en los milagros que él hace.

EM: ¿Existe en Sierras Chicas alguna imagen de él o sabés si la gente de la zona es devota?

JD: En la parroquia de Río Ceballos hay una imagen de él después de que fue santificado, más o menos de un metro cincuenta, en el altar. Además conozco gente devota que le pide ayuda y aparte escucho la misa todos los domingos del señor Ñáñez, que es un Davila también, y en todas las mismas habla de los milagros y dice que podemos pedir al curita Brochero por nuestras necesidades y nuestra ayuda espiritual. 

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