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Rock & Pelu: fusionando trabajo y pasión

Alejandro “Coco” Capdevila es el fundador de la emblemática y única peluquería del rock en Córdoba. Cortando el pelo con Los Redondos de fondo, el hombre criado en Unquillo combinó su pasión por la música con su oficio, creando una propuesta única que lo llevó a convertirse en un clásico del Cosquín Rock y otros festivales. Hoy transmite conciertos por streaming desde su peluquería convertida en estudio, invitando a reconocidos artistas del ámbito rockero.

Colaboración: Valentina Solís (6to IENM).


Para Alejandro “Coco” Capdevila, el rock siempre fue algo que desde chico lo tuvo hipnotizado y sabía que su futuro tendría que estar sí o sí ligado a esa pasión. Con 14 años ya daba sus primeros pasos como músico en Unquillo, la ciudad que lo vio crecer.

“Mi primera banda se llamaba Thor (en honor al Dios nórdico) y la formé con un primo y un grupo de amigos del barrio. Yo tocaba el bajo, andábamos mucho por Río Ceballos y toda la zona de las sierras”, recordó Alejandro, por entonces un metalero empedernido.

Ese primer acercamiento a la música no terminó del todo bien, pero le hizo considerar seriamente la idea de abandonar el secundario y entrar de lleno al mundo laboral. Su padre, que era policía, lo mandó a trabajar, recomendándole que empezara como albañil o peluquero (rubro rentable y de rápida salida laboral).

Aunque al principio consideró que la peluquería era un oficio “poco varonil”, decidió aceptar el consejo. Al año siguiente, ya con 15, empezó a estudiar en la escuela de oficios local. Tras algunos meses de preparación, Coco se metió como ayudante en varias peluquerías de la ciudad de Córdoba, donde adquirió muchos conocimientos y de a poco fue dejando sus prejuicios de lado.

Pronto se animó a conducir sus propios espacios, primero en 2001 y luego en 2005. Aunque los avatares de la economía argentina terminaron por desbaratar sus planes, le sirvieron para entender las bases de cómo administrar un negocio.

La tercera es la vencida


Fue en la última peluquería donde trabajó que se gestó la idea que lo llevaría finalmente al éxito. Era costumbre de Alejandro escuchar Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota al máximo volumen mientras trabajaba, lo cual lo llevaba a recibir constantes reprimendas por parte del dueño del local.

Un día se cansó y decidió empezar un nuevo emprendimiento donde solo se escuchara rock. “En mi peluquería voy a escuchar Los Redondos todo el día”, se dijo. Así nació su tercer y mejor propuesta: “Coco Capdevila. El artesano del cabello”, espacio que luego rebautizó como “Rock & Pelu” y que todavía se mantiene en su histórica ubicación sobre Av. Recta Martinolli al 8360.

“Desde ese día, siempre puse fotos y cuadros de íconos del rock”, contó felizmente el peluquero, que ya entonces soñaba con formar parte del ambiente que envolvía a los músicos que admiraba. Entre medio, ya con 34 años, el nacimiento de su primer hijo le hizo ver la importancia de terminar los estudios. Al poco tiempo, culminó el secundario en el Instituto Mariano Moreno. 

El peluquero del rock


Para el año 2013, Alejandro entendió que su pasión por el rock podía ser el sello que le permitiera destacarse en el rubro y empezó a maquinar diversas estrategias para convertirse en lo que él llamaba “el peluquero del rock”.

Del dicho al hecho, aprovechó Twitter para captar la atención de José Palazzo, productor del famoso festival Cosquín Rock. “Era el único que me podía dar la posibilidad de obtener un puesto en el ámbito del rock”, explicó Alejandro.

Sorpresivamente, en junio de ese año el empresario apareció en su local. Le dijo que estaba loco, que “el rock y la peluquería no iban de la mano”, pero Coco estaba decidido y le ofreció poner una carpa en el Cosquín Rock para atender a los artistas del evento y al público en general. Poco convencido, Palazzo finalmente accedió a la propuesta.

“El hecho de pensar si un rockero iba a dejar de comprarse una cerveza para venir a cortarse el pelo al stand me generaba algunas dudas”, confesó Coco, aunque sus temores se disiparon rápidamente después de atender a 150 personas que entraron a la carpa a buscar sus crestas de colores.

“Me sorprendió el recibimiento que tuvimos”, reveló con agradecimiento, recordando ese verano de 2014 que quedó grabado a fuego en su memoria. Desde entonces, Capdevila ha participado con su equipo en todas las ediciones del evento, atendiendo a más de 400 rockeros en la carpa que ya es un clásico del festival.

Postales


Tal fue el éxito del peluquero del rock, que incluso se dio el lujo de visitar otros países, acompañando los eventos de Palazzo fuera de Argentina. Entre sus aventuras, recuerda con particular cariño aquella vez en que la productora Carmen Castro (más conocida como “La Negra Poli”) lo saludó desde el escenario de Santa Cruz de las Sierras, durante el Cosquín Rock Bolivia 2017.

“Vos loco estás en todos lados con esta peluquería, ¿qué hacés acá también?”, le gritó al verlo entre el público. “Nos llenó de orgullo que una figura tan reconocida como La Negra nos hiciera ese comentario, por más que sea un gesto simple, te hace sentir que estás haciendo las cosas bien”, explicó Capdevila.

Pero la histórica manager de Los Redondos no fue la única en reconocer el trabajo de Coco: en ese mismo show, “El Mono” de Kapanga (Martín Fabio) también le dedicó un saludo. “Che, le quiero agradecer «al loco pelu» que me hizo este cortecito y a su stand”, dijo el cantante durante su presentación.

Hoy en día, Coco sigue apostando al rock y la peluquería, adaptándose a los tiempos pandémicos. Desde su sucursal ubicada en Nueva Córdoba (Bolivia 243), Rock & Pelu ofrece conciertos acústicos vía streaming con invitados de la talla de Marcelo Delgado (Zimbabwe), Rodrigo Manigot (Ella es tan cargosa), Pol Castillo, Jaf y el recientemente fallecido Willy Crook.

Reconociéndose un afortunado de la vida, Coco cerró la entrevista agradeciendo a quienes lo acompañaron desde el primer momento en sus locuras: su mujer, Evangelina Santucho, su socio, Diego Rallín, su hermano Gonzalo y su primo, Mariano Capdevila.

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