Por Abril Flores Martínez, Valentina Solis y Santino Parodi (6to IENM) y Tomás Huspenina y Augusto Arguello (6to IMVA)
Dentro de algunas semanas, se realizará la polémica Copa América 2021, donde Brasil será nuevamente sede, pese a estar atravesando una de las peores crisis sanitarias y sociales de los últimos años producto de la llegada de la tercera ola de Covid-19, el fútbol aparece como una oportunidad de levantar las alicaídas industrias turísticas y comerciales.
La duda que salta ante esta situación es ¿es el mejor momento para organizar una competición de estas características?
Para conocer un poco más sobre la situación epidemiológica de Brasil, las nuevas cepas que existen y cómo maneja el gobierno brasilero el tema de la pandemia previo a la realización de la máxima competencia deportiva latinoamericana, El Milenio entrevistó a diferentes residentes del país de la samba tropical para conocer de primera mano cómo viven esta situación.
Tan solo el día de ayer se registraron más de 80 mil casos nuevos de coronavirus, en lo que se conoce como “la tercera ola”. No obstante, desde el gobierno de Jair Bolsonaro están pensando flexibilizar aún más las medidas sanitarias en favor del turismo que puede generar la realización de este evento deportivo.
“El gobierno está en una fase de negación, no existen ideas claras sobre las vacunas, u otros proyectos y métodos de distanciamiento social para frenar la pandemia”, expresó Ana María García Darze, estudiante universitaria e hija de cordobeses.
Por su parte, Facundo, un joven vecino de Villa Allende que desde hace un par de años está radicado en Sao Paulo, añadió que la circulación de varias cepas y variaciones del virus Sars-Cov 2 que circulan añaden una mayor preocupación al asunto, pese a que la campaña de vacunación en el país ya superó las más 45 millones de dosis aplicadas.
“Tras confirmarse la detección de las diferentes cepas, como por ejemplo la Delta y la cepa de India, los casos y los óbitos han aumentado muchísimo, lo que provoca miedo y desesperación en los sistemas de salud”, añadió Carla Lira, profesora de español.
Nuevas cepas y medidas restringidas
“El gobierno está en una fase de negación”, considera Ana María Darze, estudiante universitaria. Tan solo este viernes 4 de junio se registraron 2080 muertes por Covid-19. FOTO cortesía a quien corresponda.
Actualmente Brasil está atravesando un nuevo proceso de flexibilización de medidas restrictivas para frenar el avance de la pandemia, situación que ha encendido las alarmas en los sectores sanitarios por la llegada de la tercera ola.
“Es difícil decir si estamos ante una tercera ola, recién estábamos saliendo de la segunda ola cuando los números comenzaron a dispararse hasta asentarse en las últimas semanas”, comentó Murilo Carvalho Quadros, residente de la ciudad Esteio, estado de Rio Grande do Sul.
Es más, Ana María comentó que siguen existiendo horarios tope para los comercios y shoppings, a la vez que se mantienen las recomendaciones de evitar grandes aglomeraciones.
“El problema que tenemos es que el gobierno no apoya estas medidas sanitarias, por lo que si no las respetan no pasa nada” se lamentó la entrevistada, quien además mencionó que la mayoría de la gente de Río de Janeiro, acostumbrada a vivir del turismo, no parece demasiado interesada en acatar restricciones de ningún tipo.
“Hay más restricciones durante los fines de semana, donde las tiendas y los restaurantes funcionan solamente para entrega o retirada de pedidos”, amplió Carla Lira.
“De lunes a viernes, en algunas regiones, los servicios no esenciales pueden funcionar normalmente desde las diez de la mañana hasta las ocho de la noche y la fiscalización a las tiendas y bares es algo bastante frecuente”, aunque coincide con Ana María al sostener que por lo general no se suelen cumplir.
Por su parte, esta situación es afectada también por las nuevas cepas que llegaron al país, principalmente la india, que es de las más letales a nivel mundial.
“Hay como de 60 a 100 variantes circulando por todo el Brasil y las tres importantes que surgieron aquí: la de Manaos, Río de Janeiro y la N9 están clasificadas como extremadamente peligrosas”, amplió Facundo.
Cabe aclarar que la cepa de Manaos arribó al país mediante una embarcación que atracó en el puerto de Maranhao a principios del mes de mayo. Brasil es el segundo país latinoamericano en confirmar la llegada de esta nueva cepa, que ya afectó a más de 50 países.
Clases y vacunación
Hasta la fecha se vacunaron más de 47 millones de personas (un poco más de la población total de Argentina), pero aún no se alcanzó ni a la mitad de la población total de Brasil. FOTO cortesía a quien corresponda.
Las vacunas que se están aplicando en Brasil desde principios de año son la Oxford/AstraZeneca para la población en general (las personas que tengan más que 50 años, algunos profesores, a depender de la edad, los profesionales de salud, personas con alguna comorbilidad), la Pfizer y la de Johnson & Johnson y la CoronaVac, la cual es reservada a las mujeres embarazadas o para las que están en el puerperio.
En un principio la vacunación no es obligatoria pero desde el primer momento se vieron grandes filas de personas en los centros de vacunación pese a que existe una prioridad para el personal esencial (médicos, enfermeros y adultos mayores), en los últimos días se decidió que el personal docente sea incorporado en lo que se considera grupo esencial para recibir la vacuna.
Hasta este viernes por la mañana (4), 47.718.537 personas (22,53% de la población brasileña) habían tomado la primera dosis de una vacuna contra el Covid-19 y otras 22.739.521 personas (10,74% de la población) habían recibido ambas dosis, completando la inmunización.
No obstante, según datos del Ministerio de Salud brasileño, la tasa de vacunación del mes de mayo fue un 16,5% menor con respecto al mes pasado.
En cuanto al tema de las clases presenciales, el joven vecino de Villa Allende, explicó que actualmente utilizan un sistema de educación mixto, principalmente en los establecimientos privados, mientras que en los establecimientos públicos se mantuvo todo el año la virtualidad.
“Si la escuela cumple con los protocolos y son aprobados, pueden ir el 30% de la capacidad total del colegio, por ejemplo, en mi colegio la clase la dividen en dos grupos, los lunes, miércoles y viernes va el primer grupo, mientras que los martes y jueves va el siguiente grupo”, explicó Facundo.
Además, Ana María amplió este tema comentando que la mayoría de las escuelas públicas tuvieron que mantenerse en un sistema casi virtual en su mayoría y se estima que continuarán con esta modalidad hasta fin de año.
“Hay una diferencia abismal entre la educación virtual en un colegio privado y en uno público”, expresó la entrevistada.
“El año pasado fue todo virtual para todos los niveles educativos, pero este año volvieron jardín y primaria”, expresó añadiendo que en su caso particular la universidad en su totalidad fue virtual, salvo la rama de medicina donde se permitió realizar prácticas profesionales.
Copa y disgusto
El futbol puede esperar. Si bien no existen censos que lo confirmen, se estima que la mayoría de la población considera que no se debería jugar la Copa América 2021. FOTO Getty Images.
“Es muy triste ver cómo el presidente demoró meses en responder un mail para recibir las vacunas Pfizer, pero tardó 10 minutos en contestar uno de la CONMEBOL”, se lamentó Ana María al considerar que no debería realizarse dicha competencia deportiva. “Estamos ante una situación muy angustiante y se pueden ver claramente cuáles son las prioridades que está teniendo el gobierno en este momento”, finalizó.
Recordemos que el pasado lunes 31 de mayo, Brasil se adjudicó el desarrollo de la Copa América 2021, luego de que Argentina tuviera que descartar la organización del evento debido a los aumentos de casos y crisis sanitaria que estámos viviendo en estos días.
“Teniendo en cuenta que menos de la mitad de la población está vacunada y que con la Copa América se estaría promoviendo el turismo, en medio de una pandemia es una situación incontrolable”, precisó la joven.
Si bien no existe un censo como para conocer la opinión de las personas en general, gran parte de la población está en contra de la realización de la Copa, “considerando que se están gastando varios millones en ese evento, podríamos mejorar la atención sanitaria”, expresó Murilo.
“Hay mucha gente molesta de que hagan el torneo porque el número de muertes sigue alto y en número de casos no baja”, amplió Facundo.
“Hubo un rechazo por parte de la mayoría de las personas, con razón. Incluso, algunos gobernadores han prohibido la realización de los partidos en algunos estados”, sintetizó Lira.
De esta forma, se sabe que la opinión general de la población sobre esta decisión se encuentra divida, al igual que sucede con el manejo de la crisis sanitaria por parte del gobierno de Jair Bolsonaro.
“Entrar en las redes sociales es aterrador, ver cómo opiniones pueden ser tan opuestas en una situación como esta es preocupante”, sintetizó Ana Laura, quien además mencionó que su experiencia con la pandemia fue bastante agotadora y frustrante debido a que no pudo ingresar a la Universidad de forma presencial como le hubiera gustado.
“Siempre quise estudiar medicina, y siempre imaginé como sería mi primer año de facultad, y vivirlo así es un poco desmotivador”.
“Siento que necesito estar con mis amigos, estar en los pasillos de la facultad, hacer trabajos juntos, estar aprendiendo y estudiando también, esta situación del distanciamiento es muy cansado, imposible psicológicamente”, expresó.
“Es muy desmotivador pasar el día entero al frente de la computadora, no es la mejor opción, pero creo que es importante acordarnos que es solo una etapa, que va a pasar, que después vamos a poder vivir las cosas como siempre las soñamos”, comentó esperanzada la joven universitaria.