El aumento sostenido de casos de Covid-19 en las principales ciudad de Sierras Chicas hace temer cada vez más la confirmación que una segunda ola está cada vez más cerca. Desde los municipios sostienen que una de las posibles causas sea la realización de numerosas fiestas clandestinas acontecidas en diversos puntos del corredor serrano.
Un claro sucedió a finales de febrero en Unquillo, cuando una investigación epidemiológica demostró que 15 de los últimos infectados confirmados en el pasado mes, provenían de una misma fiesta clandestina celebrada en dicha ciudad.
“Una sola fiesta puede darte quince casos positivos más lo que venga detrás de ello que es cuando investiguemos los contactos estrechos de esos casos positivos y ahí es donde se genera la curva ascendente de contagios”, expresó el Dr. Jorge Abrego al medio Radio Nativa en su momento.
Por ese motivo, los principales intendentes de la región, se reunieron este martes 2 de marzo para unificar criterios y acciones con el fin de disminuir la realización de fiestas clandestinas en la zona.
En dicha reunión estuvieron presentes representantes de Villa Allende, Unquillo y Mendiolaza, quienes en conjunto junto a la Policía Caminera, Gendarmería y Policía local acordaron reforzar los controles y sistemas de vigilancia locales.
De esta forma, las inspecciones comenzarán el miércoles 3 de marzo desde las 18 en los accesos de la ruta E-53, E-57, ruta Intermunicipal, avenida Padre Luchesse y avenida Tissera.
Finalmente, el intendente Daniel Salibi recordó en comunicación con diferentes medios locales que las multas por la realización de fiestas clandestinas van desde los $200 a $500 mil pesos conforme lo establece la ley 10.702 y que todos los vecinos pueden denunciar las mismas llamando al 101.
“En Mendiolaza hubo una fiesta con casi 150 personas, otra en Villa Allende y Unquillo. Se juntan entre 40 y 50 personas y se hacen dos o tres fiestas. Ante esta situación decidimos hacer un fuerte operativo de control a partir de mañana”, expresó” Salibi al medio la Voz.
