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Con la mirada en el blanco

A sus 48 años, Germán Toledo dedica sus días a enseñar y entrenar en el milenario arte de la arquería. Instructor y deportista del Tiro Federal Córdoba, el vecino de Villa Allende defiende las virtudes de una disciplina que no sólo requiere destreza física, sino también precisión, imaginación y serenidad.
  • Colaboración: Martín Valino, Simón Hack, Tomás Martoglio y Pedro Fontana. IMVA.

Desde hace miles de años, la humanidad se encuentra ligada al arco y la flecha en pos de lograr su supervivencia. Primero, como instrumento de caza y, más tarde, como una importante arma que podía inclinar la balanza de los conflictos bélicos. Los jinetes arqueros de Gengis Kan, del temible ejército mongol, así como los expertos tiradores ingleses del arco largo, quizás sean los mayores exponentes del campo de batalla en esta materia.

Sin embargo, de un tiempo a esta parte, la arquería ha abandonado su tenor agresivo para consolidarse como disciplina deportiva. “Al ser un deporte que se realiza con armas, carga con estigmas sociales relacionados con el ataque, pero se trata de algo equívoco. Las armas son una herramienta, como lo son los autos y las motos en otras disciplinas”, afirma Germán Toledo, vecino de Villa Allende e instructor en el área de arquería del Tiro Federal Córdoba.

El concepto parece simple: clavar la flecha lo más cerca posible del centro de la diana para obtener el máximo número de puntos, pero los factores que la rodean (distancia, tipo de arco, ángulo de tiro, movimiento, obstáculos, etc.) convierten a la arquería en una práctica con matices muy complejos, donde la destreza y la precisión deben combinarse con la imaginación y la audacia.

Según lo expuesto por el libro de los Récord Guinness, el tiro con arco es el deporte más antiguo registrado. A pesar de su tradición milenaria, la arquería no es una disciplina que goce de gran popularidad en Argentina, aunque en los últimos años viene sumando cada vez más adeptos. “En el Tiro Federal estamos teniendo una plantilla de casi 80 inscriptos. A lo largo de Sierras Chicas hay varias pequeñas escuelas que funcionan con 10 o 15 tiradores y se puede apreciar un gran crecimiento, como en toda Córdoba en general”, apunta Germán.


El Milenio: ¿Cómo llegaste a la arquería?

Germán Toledo: Desde niño soy tirador de arma y en los últimos diez años me acerqué a la arquería porque me gusta mucho, aunque no dejé de practicar otras ramas del tiro. Mi vida siempre se centró básicamente en el deporte. Mi currículum es pequeño porque desde joven me dediqué mucho más a la educación que a la práctica en sí. Vi que había poca información con respecto a las disciplinas de tiro y me ocupé más de enseñar que de competir. Actualmente, soy instructor de tiro con arco para niños, además de seguir entrenando y practicando a nivel personal. Ambas actividades las realizo en el Tiro Federal.

EM: ¿Cuáles considerás que son los sucesos más destacados en tu trayectoria deportiva?

GT: Los momentos que más me marcaron fueron dos. El primero, fue un torneo en el que participé cuando recién comenzaba, allá por 2012, en Villa General Belgrano. Era un Torneo Panamericano de Juego de Campo, con un recorrido de 24 blancos a los que se tira desde diferentes distancias y ángulos. Fue el torneo que marcó mi vida como deportista, porque conocí gente de toda Latinoamérica y disfruté mucho de compartir experiencias nuevas que me enriquecieron como persona. Esto me ayudó a tomar la decisión de decir “este es mi lugar”. Y el otro hecho que destaco, fue un segundo puesto que obtuve en La Rioja, también en un juego de campo.

EM: ¿Qué capacidades se desarrollan en la arquería?

GT: El deporte en sí se basa en la disciplina, en el autoconocimiento del cuerpo, el enfoque, la concentración y la visualización. Se necesita de resistencia muscular para poder sostener el arco y repetir una y otra vez cada tiro. La precisión es un elemento fundamental, así como también estar bien entrenado psicológicamente, porque al ser un deporte individual, se carga con mucha presión. Pararse con todo el equipo, frente a un objetivo, con distintas distancias, tamaños de blancos y ángulos que analizar, es un momento sublime. Tenés que visualizar en tu cabeza lo que querés generar con el tiro, requiere de mucha imaginación.

“El tiro con arco se basa en la disciplina, el autoconocimiento, la concentración y la visualización. Se necesita resistencia física y precisión, pero también entrenamiento psicológico para lidiar con la presión de un deporte individual”

EM: ¿Qué elementos y espacios se necesitan a la hora de entrenar?

GT: La iniciación en el deporte requiere de un equipo básico: arco, flechas y protectores de dedo y brazo. Teniendo en cuenta que se necesitan unas seis flechas como mínimo, estamos hablando de unos 20 mil pesos más o menos para adquirir los elementos iniciales.

El espacio va a variar según las capacidades y el crecimiento del tirador, se empieza a corta distancia hasta que va mejorando la técnica. No es cuestión de agarrar el arco, tensar y soltar, sino que hay un proceso bastante largo por parte del deportista. La distancia mínima es de cinco metros y vas aumentando de cinco en cinco hasta llegar a los 70 metros, que es la distancia máxima desde la que tira un arquero federado.

Mi distancia máxima, por ejemplo, es de 50 metros y mi entrenamiento sigue siendo con tiros de cinco metros, porque mientras la flecha salga del arco es suficiente para practicar la técnica, que es lo más difícil de dominar. A nivel físico y en aras de lograr un buen rendimiento en los torneos, se necesita adquirir la resistencia suficiente para repetir un buen tiro la cantidad de veces que sea necesario.


EM: ¿Qué permisos hacen falta para practicar tiro?

GT: La disciplina de tiro está dividida en dos: por un lado, la que utiliza armas de fuego y, por otro, la que no requiere el uso de pólvora. Para la primera, necesitamos ser los legítimos usuarios del arma como principal requisito. En el caso de la arquería no necesitamos permisos, más allá de que arco y flecha sean considerados como armas históricamente, no se necesita ningún tipo de registro.

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