- Colaboración: Joaquín Vilaró
- 6to Año, Instituto Milenio Villa Allende
Mafalda, la pequeña niña de clase media trabajadora y fanática a muerte de The Beatles, cumple hoy 56 años desde su creación.
Creada originalmente para promocionar una marca de electrodomésticos que al final nunca salió al mercado, se terminó convirtiendo en una de las historietas más importantes y reconocidas del país junto a otros pesos pesados como Patoruzú de Dante Quinteros y El Eternauta de la dupla Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López.
Las aventuras del personaje y su grupo de amiguitos del barrio creados por Joaquín Salvador Lavado -Quino- son reconocidas en varios países del mundo como México, Italia y Japón, donde sus aventuras se siguen reeditando cada tanto.
Joaquín Salvador Lavado dibujando a su máxima creación. FOTO DPA
Nacida formalmente como tira cómica un 29 de septiembre de 1964 en la revista literaria Leoplán, de entrada buscaba trasmitir un estilo cómico reflexivo, pero agudo, que sutilmente resaltara las contradicciones de una naciente clase media argentina.
No por nada, Leoplán era conocida en su época por publicar historias de autores como Alexander Dumas, Conan Doyle o Edgar Allan Poe. Además Quino en su momento comentó que buscaba hacer una historieta para chicos en la linea del por entonces famoso comic norteamericano Peanuts (Snoopy).
Posteriormente, se publicó en los semanarios Primera Plana y Siete Días Ilustrados hasta finalizar sus aventuras un 25 de junio de 1973 por pedido del propio autor, quién no volvería a dibujar una historieta del personaje, salvo algunas ilustraciones puntuales a pedido de amigos cercanos o para participar de campañas solidarias como la campaña internacional de declaración de los derechos de los niños de 1977 o un muestra de apoyo al presidente Raúl Alfonsín en 1987.

“Al principio Mafalda era una niña que decía malas palabras, que llegaba adonde estaban su padre y su madre y les hacía preguntas y ellos respondían. Luego hubo necesidad de ampliarla y dibujé a Felipe, que era un contra-Mafalda. Después agregué a Manolito, a Susanita; todos entraron como contra-personajes”, explicó una vez Quino en una entrevista realizada al medio La Opinión Cultural de 1972.