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Estudiar cine, una opción que crece entre los jóvenes

Estudiar cine y dedicarse exclusivamente al séptimo arte, es el sueño de muchos jóvenes. Hoy en día las herramientas y opciones en Córdoba son muchas. Según la opinión de la productora Guillermina Trocello y del cineasta Ezequiel Comezaña, solo depende de las ganas y creatividad de los futuros estudiantes para salir adelante.

Entrevista e Investigación:

Federico Sevilla y Elio Placci

6to Año, Instituto Milenio Villa Allende


Productores, directores, sonidistas y editores, son algunos de los miles de profesionales que trabajan codo a codo para la realización de un proyecto cinematográfico. En los últimos años, cada vez más jóvenes deciden embarcarse en el sueño de ingresar en el mundo del cine, debido a las múltiples opciones laborales que esta especialidad propone.

Según estadísticas oficiales del último censo de 2015, en Argentina son aproximadamente unos 14 mil jóvenes que deciden comenzar una carrera relacionada a la industria del cine, ya sea en instituciones públicas o privadas, todos los años.

Se trata de una de las carreras creativas que más rápido evolucionaron y crecieron en los últimos años. Además, la tecnología y las herramientas necesarias para realizar producciones propias o “amateur”, comenzaron a estar al alcance del común de la gente.


El cine como herramienta documental


En Córdoba, existen opciones privadas como La Metro o Lumiere, exclusivas en lo que se refiere al estudio del Séptimo Arte, también algunas que lo enseñan como parte de una currícula audiovisual, es decir, incluyendo televisión, radio y hasta periodismo. Aquí tenemos que sumar universidades privadas como la Siglo 21 y la Blas Pascal. Pero lo anterior se amplía con propuestas públicas como la Licenciatura en Cine y Artes Audiovisuales de la Universidad Nacional de Córdoba.

Guillermina Troccello es productora y licenciada en comunicación audiovisual.

A los largo de estos últimos años hay un cambio del paradigma donde no solamente somos consumidores sino que somos ‘prosumidores’, porque no solamente consumimos contenido sino que producimos contenido”, opinó Guillermina Troccello productora y licenciada en comunicación audiovisual. Y agregó: “En la actualidad, prácticamente todos tenemos al alcance una cámara en nuestro celular y tenemos la posibilidad de tener aplicaciones o redes sociales que nos permiten producir contenido”.

Por su parte, el director de cine y documentalista, Ezequiel Comezaña, comentó a El Milenio que los jóvenes cineastas tienen a su disposición muchas herramientas para ingresar al mundo cinematográfico, que en otros tiempos parecían impensadas: “Está muy bueno el momento que tienen (los jóvenes) para estudiar. Tienen muchas ventajas, muchos medios y tienen muchas herramientas que les van ser muy útiles para aprender y poder hacer lo que quieran hacer”.

Hoy en día, desde hacer vídeos en TikTok o usar cualquier herramienta para generar contenido, es similar a lo que otras herramientas más profesionales hacen, es algo que les va a jugar mucho a favor”, agregó el creador del film “Ensayo Mendiolaza”, un documental premiado en el Festival internacional de Cine Verde de Barichara en 2014.

En el mismo sentido, opinó Trocello al revalorizar las posibilidades que hasta un celular brinda como una primera herramienta para iniciarse en el mundo del cine. “Todos, por lo general, cuentan con la posibilidad de tener un celular con cámara y las herramientas que este brinda permiten hacer vídeos, quizás no de una hora, pero sí, contenidos cortos de hasta 10 minutos o más tiempo”, consideró la productora de Audiovisuales Milenio (Fundación Josefina Valli de Risso).

Si tenemos una computadora seguramente podemos hacer contenido más largo, pero a mí parecer, cualquier persona que tenga un celular con cámara va a poder hacer un audiovisual. Obviamente, hay cuestiones técnicas y de calidad que van a depender de los recursos que cuenta cada uno, pero en relación a la narración y a lo que queramos plasmar creo que la tecnología no va a afectar tanto en ese sentido”, sostuvo Troccello.

Una carrera con muchas posibilidades, no todas interesantes pero necesarias


Meses atrás, Saldán fue el escenario elegido para filmar “Yo, traidor”, largometraje protagonizado por Mariano Martínez, Jorge Marrale, Arturo Puig, Osvaldo Santoro, Francisco Cataldi, Fanny Cittadini, Mercedes Lambre y Sergio Surraco. /Foto: Prensa Córdoba.


Al igual que muchas otras carreras universitarias o terciarias, el mundo del cine o más precisamente, el campo de la producción audiovisual, incluye el estudio y práctica de varias cuestiones que pueden parecer poco interesantes e incluso útiles en una primera instancia, pero que terminarán siendo la piedra angular de cualquier realizador que quiera dedicarse seriamente a este noble oficio.

Uno a veces, como estudiante, piensa que hay materias que tal vez no te van a gustar, que no te sirven, pero tarde o temprano ves que son necesarias y complementarias para todo aquel que quiera ser realizador audiovisual”, comentó Trocello a este medio. Y añadió: “Yo decía ‘no, no quiero ser abogada, no quiero estudiar esto’, y luego comprendés que es necesario aprender las leyes audiovisuales porque hacen a nuestra carrera, y ser comunicador audiovisual también es tener en cuenta muchas cuestiones legales”. En ese sentido, puso como ejemplo el tema de los derechos y permisos que se requieren para filmar con menores de edad.

Ezequiel Comezaña, cineasta y documentalista cordobés.

De igual forma, Ezequiel Comezaña aseguró que todas las materias que aprendió cuando estudió en La Metro, fueron de gran utilidad. En este sentido, el cineasta cordobés reconoció que algunos temas pueden costar aprenderse más que otros. “Por ejemplo, al principio no tenía mucho feeling con Sonido, era un peso, la aprobaba raspando. Pero en segundo año aprendí la importancia del lenguaje audiovisual y para tercero fue la materia que más ganas le metí”.

Al respecto, Comezaña reconoció que ese percance le permitió acercarse y entender cómo se pueden trasmitir emociones e historias incluso, sin diálogos. “Entender todos los pasos y procesos les va a dar una visión global y van a entender muchas cosas; van a poder hablar y colaborar con cualquier persona que quiera hacer cine”, explicó y puso como ejemplo que gracias a esa materia conoció el expresionismo alemán, uno de los estilos artísticos más importantes del séptimo arte.

El cine post-pandemia


“Tenemos una preocupación colectiva respecto a cómo van a ser las dinámicas de rodaje; cómo sabemos, el rodaje implica mucha cantidad de personas al mismo tiempo juntas, dijo a El Milenio, Guillermina Trocello, productora de Sangre de Fierro, el último mediometraje de Audiovisuales Milenio.


Otro tema interesante a tratar, es como se adaptará el séptimo arte a lo que muchos denominan “la nueva normalidad”, es decir, el mundo después de que se supere la COVID-19.

Desde el inicio de la pandemia a finales de marzo de este año, son muchas salas de cine alrededor del mundo que continúan cerradas y muchos estrenos importantes fueron suspendidos por tiempo indefinido o directamente, resignados a estrenarse de forma virtual. Según The Hollywood Reporter, esta crisis ya supuso una pérdida de 7 mil millones de dólares de ingresos en taquilla a nivel mundial.

Creo que existió un cambio totalmente abrupto en estos últimos meses, estamos muy preocupados”, disparó Guillermina, al ser consultada por el futuro del cine, agregando que “como productora, me comunico mucho con gente que se dedica a cine y tenemos una preocupación colectiva respecto a cómo van a ser las dinámicas de rodaje; cómo sabemos, el rodaje implica mucha cantidad de personas juntas al mismo tiempo, mucho amontonamiento”.

Va a existir un cambio muy grande respecto a qué contenido vamos a estar haciendo los próximos años, hablo en general, esto puede ser que varíe según las posibilidades de cada persona”, manifestó Trocello y sumó: “Más allá de que tengamos ganas de hacer una película con 100 extras, no vamos a poder hacerla en este momento, tal vez tengamos que pensar en producciones con dos o tres personajes, situaciones muy controladas en donde no haga falta mucho despliegue sobre todo”.

“Más allá de que tengamos ganas de hacer una película con 100 extras, no vamos a poder hacerla en este momento, tal vez tengamos que pensar en producciones con dos o tres personajes, situaciones muy controladas en donde no haga falta mucho despliegue sobre todo”.

Guillermina Trocello.

A su vez, Comezaña afirmó que en cuanto a producción lo que cambiará en el corto plazo es la manera de filmar y producir las escenas. “El cine post-pandemia va a cambiar la manera de realizar las películas, más que todo, durante el rodaje por las cuestiones de prevención sanitaria, es algo que indudablemente va a cambiar”.

Otro detalle que posiblemente cambiará, según la impresión del cineasta, es cómo el cine retrata la realidad. Donde aspectos como el distanciamiento social y hasta el uso de barbijos tendrán que reflejarse en futuras producciones. “No sé si se verá reflejado en la pantalla el tema de evitar el contacto físico entre los actores. Pero lo que sí podría cambiar es cómo vamos a retratar la realidad de aquí en adelante, lo cual dependerá del avance del virus. Si vamos a tener que filmar escenas donde se vea la gente usando mascarillas o con el distanciamiento social. Pero bueno, seguramente cuando aparezca la vacuna eso va a desaparecer”.

En el futuro habrá que ver si es una cuestión pasajera o será algo que se va a quedar”, concluyó.