Los dos equipos más importantes del fútbol argentino se vuelven a ver las caras, ¿Será revancha?
- Por Delfina Dowling
- 6to Año, Instituto Milenio Villa Allende
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Falta un día para el primer choque por las semifinales de la Copa Libertadores entre River y Boca. La última vez que ambos equipos se vieron las caras fue por el torneo local y el encuentro terminó igualado sin goles. Por libertadores fue la final en Madrid, en donde el Millonario se impuso por 3-1 y se consagró campeón. Hoy, las cosas son diferentes.
Tanto River como Boca no podrán poner en cancha lo mejor que tienen. Ambos cuentan con lesionados de peso.
Por el lado del Millonario, Leonardo Ponzio y Juanfer Quintero no estarán a disposición en el primer choque del torneo continental. También están en duda Lucas Pratto y Nicolás de la Cruz, a quién esperarán hasta último momento.
También hay incógnitas, como por ejemplo, quién será el encargado de acompañar a Lucas Martínez Quarta en la zaga central. Javier Pinola y el chileno Paulo Díaz son los candidatos al puesto, mientras que Robert Rojas iría al banco de los suplentes.
En Boca la única baja considerable será la del Toto Salvio, que pese a que aún no fue descartado, será difícil que juegue. En el caso de así serlo, podría ingresar en el medio Emmanuel Reynoso. La otra incógnita es si Wanchope Ábila estará desde el arranque.
El encargado de impartir justicia en el superclásico continental será el brasileño Raphael Claus, secundado por sus compatriotas Danilo Manis y Bruno Pires. Como cuarto árbitro fue designado el paraguayo Arnaldo Samaniego.
Del VAR se encargará el colombiano Nicolás Gallo acompañado por Rodolpho Toski y Emerson De Carvalho, de Brasil.
La cuestión climatológica amenaza con la posibilidad de que el superclásico de ida se juegue con lluvia. Los principales sitios especializados en pronósticos del clima aseguran que, durante la noche, el tiempo estará nublado y las temperaturas rondarán los 13°.
Las presiones, las obligaciones, las deudas son de Boca. River lo mira desde su podio construido a base de sufrimiento y triunfos, después del dolor más grande de su historia, eliminó dos veces a Boca y además le ganó dos finales.
En el caso de perder, para River sería un dolor, por supuesto. Pero seguiría teniendo el antídoto de aquella final histórica. Para Boca sería una nueva catástrofe por la frustración en sí misma y por la acumulación.
Si Gallardo pierde esta semifinal no pasaría nada objetivamente, más allá de la tristeza circunstancial, ya tiene su estatua. Alfaro, del otro lado, está ante la oportunidad de su vida.
Este martes desde las 21:30 hs., quienes no puedan asistir al encuentro y quieran ver el partido, podrán hacerlo a través de la señal gratuita de Fox Sports.
