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“Luli” Cancina. Como un pase a la red

La unquillense “Luli” Cancina integra desde hace siete años la nómina del equipo de fútbol del Club Atlético Talleres. Afianzada en primera y con la determinación de vivir persiguiendo lo que la apasiona, la defensora del equipo albiazul dialogó con El Milenio acerca de su experiencia.

Mucho se ha debatido en los últimos tiempos acerca de la incorporación de la tecnología al fútbol: desde los métodos de entrenamiento con drones, hasta la definición sobre la legitimidad del tan nombrado VAR como herramienta para revisar diferentes jugadas e impartir justicia desde las pruebas que presenta una máquina.

Sucede que, además de ser el deporte más popular del planeta, el fútbol es un terreno lodoso, plagado de tradiciones y un apego a estructuras que poco tienen que ver con el juego. Por el contrario, el juego en sí es rebelde, impredecible y contundente. Ahí está su núcleo y también aquello que despierta la famosa pasión de multitudes.

En ese complejo campo de disputa, las mujeres lograron conquistar su lugar como profesionales del deporte, sobre todo en países donde el fútbol no es la disciplina más popular entre los hombres. Argentina, en cambio, país futbolero por excelencia, pasó décadas cerrándole las puertas de la cancha al género femenino.

En la actualidad, el escenario es diferente. Las mujeres participan de la práctica en un número cada vez mayor y el nivel de juego y competencia se ha elevado a partir de la obligación, por parte de los clubes, de integrar al menos un plantel de fútbol femenino.


María Luz Cancina, de 27 años, siempre estuvo vinculada a la pelota. Sin embargo, recién en el año 2012 accedió a la posibilidad de formar parte de un plantel oficial de fútbol femenino. “Me vinculé al fútbol desde muy chica, jugando con amigos. A medida que fui creciendo, fui haciendo otros deportes, pero nunca tuve la posibilidad de entrenar, hasta el año 2012, cuando me sumé a Talleres. Justo en ese momento arrancaba la oficialización del fútbol femenino en la Liga Cordobesa, lo cual fue sumamente importante”, contó la joven unquillense.

“Cada persona que estuvo cerca de mí y pensó que, por ser mujer, no podía jugar al fútbol, a la larga cambió su modo de ver, porque la realidad misma cambió”

– “Luli” Cancina, futbolista

El Milenio: ¿En qué posición te desenvolvés? ¿Siempre jugaste en ese puesto o fuiste mutando?

María Luz Cancina: Actualmente juego como lateral por izquierda, tres, básicamente. Arranqué jugando de volante por derecha, a veces alternaba por la banda izquierda y hasta llegué a jugar de extremo. A finales de la temporada 2017, me probaron como lateral derecha, pero al cabo de algunos partidos, pasé al lateral izquierdo, donde continúo hasta la actualidad. Fueron muchos cambios.

EM: Dentro de tu rol en el equipo, ¿cuál sería tu función principal actualmente?

LC: Mi tarea es marcar y brindar solidez defensiva en el lado izquierdo, pero también tengo un rol ofensivo, por lo cual tengo incorporada constantemente la posibilidad de involucrarme en los ataques del equipo.

EM: ¿Cuáles considerás que son tus mayores virtudes y cuáles los aspectos que debés mejorar en tu juego?

LC: Personalmente, creo que mi mayor virtud pasa por la capacidad física, la resistencia que puedo sostener a lo largo de los partidos. Mis aspectos a trabajar son la toma de decisiones y poder concretar, de mejor manera, diferentes situaciones claves cuando llego al área rival.

EM: ¿Cómo caracterizarías al estilo de juego del equipo que integrás hoy?

LC: Mi equipo es muy ofensivo, con un juego rápido y dinámico. Tenemos muchas jugadoras con gran técnica individual, que a lo largo del tiempo se fueron potenciando con el trabajo colectivo. Creo que esto viene de la mano del planteo del cuerpo técnico, que es óptimo, y a partir de eso, el sistema de juego que proponemos competencia tras competencia.

EM: ¿Cuáles son tus metas más relevantes para este año, en cuanto a lo individual y lo colectivo?

LC: La meta es la misma en ambos casos para mí, tanto a nivel individual como colectivo: ganar el campeonato de primera división de la Liga Cordobesa de Fútbol.

EM: ¿Cómo integrás el deporte al resto de tus actividades? ¿Tuviste que ordenar tus prioridades de una manera diferente?

LC: Principalmente tengo claro que mi prioridad es jugar al fútbol. Es lo que me llena, lo que me hace feliz. Desde hace algunos años, por suerte, pude ir adaptando cada vez más toda mi vida en función del deporte que practico y, al mismo tiempo, realizar el resto de mis actividades y poder llevar una rutina lo más normal posible, sin renunciar a lo que me apasiona.

EM: ¿Pensás que el fútbol femenino debe lograr una conversión total al profesionalismo en Argentina?

LC: Creo que sí. Entiendo que es cuestión de tiempo, como todo proceso. También pienso que al profesionalismo lo hace cada una, a partir del modo en que nos tomamos la disciplina. Me refiero al esfuerzo, la alimentación, el cuidado y todo lo que se necesite para competir al más alto nivel.

EM: ¿Tuviste que pasar por arriba algunos preconceptos sociales para poder abrirte paso como mujer en el fútbol? Desde que comenzaste a la actualidad, ¿notás un cambio en ese sentido?

LC: Personalmente, los preconceptos que pueda haber en esta sociedad nunca me afectaron. Incluso, en cada verano integré grupos de entrenamiento con varones, como lo sigo haciendo en la actualidad. Son espacios de preparación focalizados en el fútbol y la mayoría son varones. Siempre me adapté de la mejor forma.

La verdad es que cada persona que estuvo cerca de mí y pensaba que, por ser mujer, no podía llegar a practicar este deporte, a la larga se dio cuenta que su modo de ver puede cambiar, porque la realidad misma cambió. Además, se demuestra de una manera muy sana todo lo que representa el fútbol para cada una de las que jugamos.

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