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El niño refugiado que aspira a liderar el mundo del ajedrez

Se trata de Tanitoluwa Adewumi, un jovencito recién coronado campeón ajedrez, en una competición que va de jardín de infantes hasta tercer grado.

Se trata de Tanitoluwa Adewumi, un jovencito recién coronado campeón ajedrez, en una competición que va de jardín de infantes hasta tercer grado. Él, se mantuvo invicto en el torneo estatal el fin de semana pasado.


  • Por Redacción El Milenio.
  • periodico@elmilenio.info

Tanitoluwa Adewumi tenía siete años cuando, desafortunadamente, tuvo que escapar de Nigeria junto a sus padres en busca de una vida segura en Estados Unidos. Los terroristas del grupo islamista Boko Haram arrasaron el poblado donde vivía al norte del país. El niño, que reside ahora con su familia en un centro de acogida de Nueva York, luego de haber probado suerte antes en Tennessee, acaba de ganar en su categoría el campeonato anual de ajedrez en la capital norteamericana. En el torneo participaban niños en edad preescolar hasta tercer grado. Se espera que el caso de Tani sirva de ejemplo para inspirar a otros niños que atraviesan dificultades.

Su victoria fue relevante debido al esfuerzo cotidiano de su familia para seguir adelante y porque el niño llegó al campeonato con apenas un año de experiencia en el ajedrez. Ahora asegura a los medios neoyorquinos que quiere ser el «maestro de ajedrez más joven del mundo».

Su padre trabaja como conductor de Uber con un coche de alquiler y como vendedor de una inmobiliaria, mientras que su madre es ayudante de enfermería. La familia del niño ajedrecista tiene un pedido de asilo religioso en el país norteamericano, según informa el canal NBC New York, que asegura que tras la victoria de Adewumi, se lanzó una campaña de búsqueda de fondos con el objetivo de lograr 50.000 dólares para el menor: este martes, ya había recaudado casi 172.000 dólares.

Tani, según la gente que lo ha estado siguiendo, tiene un estilo de juego agresivo. En el torneo estatal, los entrenadores, observando desde el costado, se sorprendieron cuando sacrificó a un obispo por un peón humilde. Alarmados, introdujeron el movimiento en una computadora y el sistema le dio la razón de Adewumi: la táctica mejoraría su posición varios movimientos más tarde.

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