Rogelio Arias: un arte que conmueve

La historia del arte de Córdoba se funda en la contribución de grandes artistas en diferentes momentos y épocas. Con el paso del tiempo, las formas cambian, propiciando la aparición de nuevos estilos que caracterizan a cada autor. Arias es parte de este relato.

• Por Vicente Schechtel.
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• Joaquina Pereyra y Carolina Roldán.
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[dropcap]R[/dropcap]ogelio Arias es un artista cordobés de 34 años que actualmente vive en la ciudad de Río Ceballos. Con una gran trayectoria, se inició en el ámbito del dibujo siendo estudiante de Cristóbal Reinoso, uno de los artistas que publicó en la revista “Hortensia”. Hoy en día se destaca en pintura, realizando exposiciones a nivel nacional e internacional.

La obra de arte es considerada como una de las tantas formas de representarse a sí mismo a través de una técnica y un estilo específico. Esa creación constituye todo lo que es el artista, desde su historia hasta los pensamientos más profundos que guarda. Su origen, el lugar donde creció, las enseñanzas que tuvo y los vínculos que generó se materializan en el cuadro.

Las raíces definen, en gran medida, la forma en que se desenvuelve el artista: su estilo, las temáticas que ilustra y todo lo que esconde la obra bajo su apariencia estética. La expresión plástica guarda un sinfín de sentidos e interpretaciones a los que muchas veces no tenemos acceso y sólo quedan ocultos en el interior de su creador.

Estas y otras cuestiones tienen que ser consideradas a la hora de contemplar un cuadro. Conocer la vida del artista y el contexto en el que se desenvolvió, influyen en el significado que se le da a su producción. Por estos motivos, conocer la historia de un autor como Rogelio Arias será de suma relevancia para el entendimiento de su arte.

El inicio

Rogelio Arias nació en 1984 en Córdoba. Su pasión por el arte se inició desde chico, con el dibujo y la pintura. Su familia, quienes apreciaban las expresiones artísticas en general, le brindaron todo su apoyo y el incentivo para que lograra su sueño.

Su formación académica fue en la Escuela Superior de Bellas Artes “Dr. José Figueroa Alcorta” de la Universidad Provincial de Córdoba. En aquellos días, Rogelio comenzó a interesarse más por el dibujo y decidió interiorizarse en esta práctica en conjunto con otros estudiantes.

“El dibujo para mí es la base de todo, es una pasión que va a estar siempre y de hecho la pintura tiene que ver mucho con ello”, contó Arias en entrevista con El Milenio. Simultáneamente, la historieta se había convertido en uno de sus trabajos favoritos. Esto se vio reflejado en el año 2002 cuando comenzó a estudiar en el taller de Cristóbal Reinoso (“La escuelita de Crist”), dibujante e historietista quien fue parte de la publicación de la revista “Hortensia”.

A medida que pasaban los años, empezó a distanciarse un poco de lo que era el dibujo e introducirse en el mundo del arte plástico. “Me identifico más con la pintura, te permite decir y expresar otras cosas». Según explicaba, la pintura es, para él, una forma de desahogar algo que sentís y poder llegarle más al público.

“Me parece que hay una intención de conmover al espectador y generar un sentimiento. Crear un concepto o despertar un interrogante”, afirmaba Arias. Él considera que en la pintura se da una “complicidad entre los espectadores con la obra”. Asimismo, su idea es que se comprenda el lenguaje de su trabajo y poder conmover a los que lo miran.

Inspiración

Por lo general, cada artista tiene un estilo propio con el cual se identifica. En el caso de Arias, se trata de un estilo definido con ciertos rasgos “clásicos”, donde lo que más prima es la figura humana. Según cuenta, se trata de algo muy abierto y libre lo que hace, no existe una temática en particular, aunque se destaca mucho lo que es la figuración.

Las características que menciona son propias dentro de lo que se conoce en la pintura como “arte clásico”. En este género, la visión que tiene el artista sobre el mundo está condicionada por su sensibilidad y los sentimientos que guarda. También la presencia de la condición humana es parte de este estilo.

Aun así, él decide darle un toque más “contemporáneo” a sus producciones a través de diferentes recursos. “Me gusta jugar con elementos nuevos, más contemporáneos que no son los tradicionales en la pintura clásica. Utilizo colores distintos, algún flúor, materiales que no existían en aquella época”.

Este uso no convencional de los colores también se ve reflejado en otro de los géneros en que se destaca: el paisajismo. En este género, la mirada del artista se orienta hacia la representación de escenarios urbanos y naturales a través de diferentes técnicas. Según Arias esto le da al pintor “más frescura y espontaneidad” a la hora de expresarse.

Como mencionaba anteriormente, su trabajo está sujeto a las emociones que lo motivan en el momento. Parte de la inspiración nace de allí y se plasma en el cuadro. “Los ánimos es algo muy importante. Por ahí viene una angustia o una alegría, se trata de algo muy catártico y terapéutico”. Además, es partidario de la idea de que “todo es inspiración”. “Otros artistas, la música, la danza, otras expresiones, todo te puede inspirar. Pero creo que me siento más inspirado cuando tengo algo para decir”.

En busca de la belleza

Arias puede considerarse como un artista que siempre busca transmitir alguna idea en sus creaciones. Sin embargo, no deja de lado el aspecto visual que caracteriza a cualquier obra. “Me interesa una búsqueda estética. Si sólo te llevás por conceptos creo que se pierde la magia de la obra como objeto cautivador”.

Según describe, debe existir un equilibrio entre lo estético y lo comunicacional, debido a que la belleza “juega un rol muy importante”. “La belleza, como concepto estético, es un reflejo que se logra con inteligencia y conocimiento. Es un concepto muy amplio y dentro del arte existen métodos y técnicas para lograr eso”.

Entre sus últimos trabajos se destaca una exposición que llevó a cabo en septiembre, en la ciudad de Carlos Paz, llamada “Plasticidio con- temporáneo”. En esta muestra, él junto a su colega Fernando Brozincevic, presentaron obras en las que resaltaron diferentes temáticas y estilos. Según Arias, la “humanidad” fue el tema principal de la exhibición.

Rogelio aún no considera haber alcanzado todas sus metas ni sentirse en ese “lugar” dentro de su profesión. Cree que todavía le quedan cosas pendientes que hacer, para sentirse “completo” como artista. Viajar y conocer otros museos y países, son algunas de las materias pendientes que le quedan, ya que reconoce que se trata de algo muy importante para su formación.