Vecina de Unquillo y amante del arte, busca el encuentro entre las técnicas artísticas perdidas en el tiempo y el arte contemporáneo. Sus obras son intervenciones de espacios bajo el velo de la reflexión.
Por Amira López Giménez | amiralopez@elmilenio.info
Colaboración: Sofía Oroná. 4°B IENM
[dropcap]L[/dropcap]a vida de Laura Actis Danna es un registro de las experiencias que suele atravesar un artista a lo largo de su carrera. A pesar de su baja exposición como referente artístico en la zona de Sierras Chicas, en ella perduran conocimientos y saberes muchas veces olvidados por las nuevas improntas del arte cordobés y las nuevas generaciones que miran hacia un futuro prometedor, si se quiere, pero sin raíces.
Actis Danna es vecina de Unquillo de toda la vida y profesora de pintura y color en la Escuela de Arte Figueroa Alcorta. Junto a su abuelo conoció las constelaciones del cielo, una de sus tantas inspiraciones, como así también la impactante Capilla Buffo. Además, fue en Unquillo donde experimentó por primera vez la fascinación por el dibujo y la pintura. “Mi interés por el arte nace cuando era muy chiquita, con mis papás acostumbrábamos ir a Cabana en el verano y en ese momento Unquillo era distinto, era más campestre. Por aquel entonces, la capilla Buffo estaba cerrada hasta que un día la abrieron. Me impactaron mucho las pinturas, en ese entonces habré tenido 8 años y desde ahí, pasaba muchas horas dibujando en mi casa. Nunca me mandaron a dibujo, pero en la escuela me enseñaban y dibujaba muchas horas”, detalló la artista en diálogo con El Milenio.
A medida que Laura relata algunos detalles sobre su pasado se puede ir construyendo significativamente el pasado artístico de la ciudad y su desarrollo. Primero, a los catorce años de edad de Actis Danna, ocurrió la apertura de la Casa Museo Lino Enea Spilimbergo y la inauguración del mural que a más de uno dejó impactado. También, a sus jóvenes16 años, se abre una escuela de arte en la ciudad.”Era una escuela que dependía de la instituciónFigueroa Alcorta, y la abrió Zulema Di Siena, artista plástica espectacular de la ciudad que ya se jubiló. Esa escuela funcionaba donde era antes el Ipem78en la 9 de julio. Funcionó sólo por un tiempo, porque no le dieron subsidios. Ahí empecé haciendograbados y luego conocí la xilografía”, precisó la artista.
Los primeros pasos definieron una vida de andares en el arte, el diseño gráfico, en las intervenciones artísticas de espacios, en la docencia, etc. Sin embargo, los verdaderos encuentros pueden ser asignados a la escuela Figueroa Alcorta, a la cual asistió luego de un breve paseo por la arquitectura. Resulta que sus padres esperaban una hija arquitecta, pero el destino y los vaivenes políticos de la época dieron un acertado giro de timón.
A principios del 77, el ambiente universitario estaba colapsado de controles militares y la desaparición de personas persistía, gracias al desconocimiento social de esas prácticas. “Psicológicamente no lo podía aguantar, en ese momento la gente no creía que desaparecían personas, hasta que un día dije “prefiero que se acabe el mundo antes de pisar esa facultad”. Y eso me hizo un clic, dejé la carrera de arquitectura y seguí con la escuela de arte. Mi primo me regalaba los pedazos de óleos que le iban quedando y yo con eso pintaba”. Fue así como Laura comenzó a estudiar arte en la escuela Figueroa Alcorta que en aquel entonces era una escuela muy pequeña y más accesible.
En el 89, la situación económica del país obligó a Laura a viajar a Madrid, donde pudo aprender las innovadoras características del diseño gráfico, estudios que en aquel momento recién se encontraban con la tecnología y las nuevas herramientas que revolucionaron al mundo y al arte en general. El regreso al país de la artista, la encontró con una nueva propuesta profesional junto a sus colegas. Por aquel entonces nace uno de los primeros estudios de diseño gráfico “Factorial Artes Visuales” en Córdoba, donde se produjeron grandes revistas para la difusión del arte plástico y la ilustración.
La intervención artística como un modo de reflexión
Esta innovadora artista se ha destacado en numerosas actividades, sus muestras no sólo son reconocidas en la región, sino que la admiración por su creatividad se da también en términos internacionales. Sus obras son compradas por coleccionistas o apasionados del arte de otros países.
Asimismo, una de las muestras más importantes se expuso en el Museo Spilimbergo para luego estar presente en la inauguración del Museo de Arte Contemporáneo de Unquillo (MACU). “La muestra del Spilimbergo fue parte de una muestra que presenté en el Genaro Pérez y que se llamó “Relatos de viajes”. Cuando estuve en Europa hice una investigación de lugares sagrados. Me interesa mucho trabajar el tema de las creencias, creo que ellas dominan el mundo o bien, siempre fueron factores de poder. Siempre a la religión se la usó para la guerra o para el bien, según las creencias son los valores que tiene un pueblo.
“Relatos de viaje” trata un poco de eso, de la diferencia entre el sur y el norte. Una parte de la muestra trata de la fuerza del norte para salir a conquistar, lanzarse al océano, a lo desconocido. Tomé como símbolo una barca vikinga para representar lo que era el norte y después el sur, donde trabajé el tema del exilio, que es una imagen en sublimación de una panza que se une a una mesita que está iluminada donde tenía la cruz del sur. Lo que me atrapó mucho también, es el tema del cielo, con mi abuelo a la noche nos sentábamos a ver el cielo y mi abuelo me indicaba las constelaciones, la cruz del sur, las tres marías, eso también fue muy intenso en la Capilla Buffo”.
Actis Danna también es docente de arte en la misma escuela que la acunó y hoy día, su experiencia le permite observar las nuevas tendencias artísticas con un sentido crítico. “El actual escenario del arte está complicado, inclusive en la escuela de arte tenemos muchas diferencias con esta cuestión de lo contemporáneo. Lamentablemente se han perdido conocimientos ancestrales”, relató la profesional artística sobre las innumerables técnicas artísticas que se fueron perdiendo en el tiempo, como el grabado con ácido o en piedra volcánica.”Sin embargo, todo se desvió mucho para el arte contemporáneo, es más, se confunde lo contemporáneo con lo fácil o con la mala calidad. Hoy día, se trata de un equilibro, en el que hay que darle paso a lo nuevo, pero también reclutar viejas técnicas y aprenderlas”.