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Estefanía Valli: “La idea es que aprendan a querer la disciplina, que realmente les guste el tenis”

Estefanía Valli una de las referentes del tenis femenino en Sierras Chicas. Tiempo atrás decidió dejar de lado la competencia para comenzar un nuevo trayecto que la vincula con un primer contacto entre los más pequeños y el tenis.

Colaboración: Daniel Calvo y Jorge Burton. IMVA. Geraldine Hoet y Joaquín Rico. IENM


Al igual que cientos de chicos alrededor del país, Estefanía Valli decidió que su deporte sería el tenis, luego de ver por televisión la épica de David Nalbandian, que con solo veinte años asaltaba la catedral del tenis en Wimbledon 2002 llegando a la final. “La verdad es que era furor en ese momento el tenis con el logro de Nalbandian, y mucho más en Unquillo. Así que empecé a jugar en unas canchas de cemento que había a una cuadra de mi casa”

Al comenzar, su profesor fue Yamil Latiff, quien la formó en cada concepto tenístico posible, sin embargo a los diez años Estefanía decidió apostar fuerte entrenando en el Córdoba Lawn Tenis Club con el reconocido tenista Sebastián Prieto. Durante esos años participó de diversos torneos nacionales que reunían a las mejores raquetas femeninas del país, al tiempo que incursionaba en giras sudamericanas que la llevaron a competir en Chile, Uruguay y Bolivia.

El apoyo de sus padres, al igual que ocurre con la mayoría de los tenistas, fue determinante para poder darle continuidad a su carrera. Sin embargo, llegó el momento para la atleta de Unquillo de poner fin a su camino en el ámbito competitivo. Al respeto, afirma: “Mis padres me apoyaron siempre, pero el último año no estaba ganando, y lo peor era que tampoco estaba disfrutando mucho de jugar. Ellos estaban haciendo un esfuerzo enorme, y ya no valía la pena. Ahí fue cuando decidí abrirme de las competencias”.

A partir de tercer año, Estefanía había tomado la meditada determinación de dejar el cursado escolar para comenzar a estudiar a distancia. “Cuando dejé de competir, en quinto año, me dije ‘tengo que hacer algo más’, y retomé el colegio.  En ese momento me llamó quien terminó siendo mi entrenador, Nicolás Terrera, y también me propuso dar clases en la escuela donde él trabaja, el Lomas Tenis Club. Así que desde hace ya cuatro años me dedico a dar clases a los chicos en el club”, afirma Valli.

Desde un comienzo, Estefanía supo lo complicado que sería cada paso en pos de alcanzar el profesionalismo en un deporte tan complejo en diversos aspectos como lo es el tenis, no obstante sostiene, “Hacer un deporte te abre las puertas para todo. Por ejemplo, si no llegás a ser profesional podés irte a estudiar con una beca a algún otro país. Existen un montón de chances, no es que por no llegar a ser profesional fallaste y se terminó. Hay puntos intermedios, que además te pueden dar un ingreso”.

Consultada acerca de su nuevo rol como formadora, la profesora afirma que le gusta todo, aunque hace hincapié en el hecho de que sus alumnos aprendan y disfruten al mismo tiempo. A su vez, al tocarle las categorías más jóvenes remarca que el eje de los entrenamientos en la escuela no pasa por la competencia entre los pequeños tenistas, sino por la constante incorporación de conceptos, que no sólo los ayuden a ejecutar golpes sino a entender la lógica del juego.

“Hacer un deporte te abre las puertas de todo. Existen un montón de chances, no es que por no llegar a ser profesional fallaste y se terminó”, afirma Estefanía Valli.

Siguiendo esa línea, amplía: “No tenemos esa idea de priorizar ‘ganar’, o pretender que los chicos sepan todo en una semana. Apuntamos a que aprendan a querer la disciplina, que realmente les guste el tenis”.

Si bien lleva tiempo sin jugar a su máximo nivel, Estefanía no olvida su golpe más fuerte: el revés a dos manos. Ese mismo que busca transmitirles a los más pequeños que llegan a la academia. En ese sentido explica, “ahora, por ejemplo, entreno a un nene de cinco años, y no puedo enseñarle el revés con una sola mano. En cambio le enseño el revés utilizando la fuerza de los dos brazos, para poder ayudarse y ejecutar el golpe”.

Entre sus objetivos se encuentra la posibilidad de embarcarse de lleno en un proyecto que viene calibrando hace tiempo junto con quien fue su profesor, y actualmente su colega, Nicolás Terrera. Esta iniciativa busca trabajar junto con chicos de barrios carenciados un deporte que muchas veces se encuentra fuera del alcance económico como el tenis. El proyecto ya fue presentado ante las autoridades municipales, y espero respuesta para poder enseñar tenis a los más necesitados. “Otra de mis cuentas pendientes es trabajar con chicos discapacitados, vincularlos al deporte. Tengo esas metas planteadas y espero cumplirlas donde salga”, agrega la tenista.

Estefanía no se olvida del circuito, y sigue de cerca las actuaciones de las mujeres, con la irregularidad del podio a partir de la ausencia de la monarca Serena Willams, y el histórico año del tenis masculino, con el glorioso regreso de los más grandes de todos los tiempos, Roger Federer y Rafael Nadal. Ante este panorama, no oculta su incredulidad ante tremendas hazañas, ni su favoritismo por el helvético: “Es tremendo. Yo pensé que Federer no iba a volver a su mejor nivel, sin embargo estamos terminando el año calendario del circuito ATP y tenemos a él y a Nadal peleando por el número 1 en el US Open. Hace apenas meses estaban lesionados, y ya son jugadores grandes como para recuperarse. Es impresionante lo que están haciendo, y de mi parte ojalá que Roger Federer termine el año primero”.

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