A pesar de la falta de estadísticas oficiales, los números de la Dirección de Desarrollo Económico de Villa Allende muestran una paulatina mejora en materia de empleo. En lo que va del año, han atendido más de cinco mil consultas y han celebrado 244 convenios de trabajo entre personas que buscan empleo y negocios o empresas de la zona.
Por Lucía Argüello | luciaarguello@elmilenio.info
Colaboración: Sabrina Breccia, Alejo Heredia y Gerónimo Barranco (4to IENM).
Matías Grasso y Constanza Plutman (4to IMVA).
La economía en general y el empleo en particular son dos variables muy importantes para la sociedad argentina actual y en los municipios de Sierras Chicas, al igual que ocurre en el resto del país, ambos factores se encuentran entre las principales preocupaciones de vecinos y gobernantes. El año pasado, Villa Allende decidió renovar su apuesta en esta cuestión y amplió su Oficina de Empleo a una Dirección de Desarrollo Económico cuyo objetivo general es elaborar políticas e instrumentar programas dirigidos al desarrollo de actividades comerciales e industriales, fomentar el surgimiento de nuevos emprendimientos productivos y promover la generación de puestos de trabajo en la Villa.
«La verdad que es una actividad muy linda porque todo lo que se genera en esta área es muy positivo. Cada vez que nosotros intervenimos es para bien, es decir, para mejorar la condición de vida de una persona, ya sea a través de un empleo, un curso de capacitación, una gestión para conseguir financiamiento, etc.», comentó Máximo Mansilla*, actual Director de Desarrollo Económico.
El Milenio: ¿Cómo se organiza la Dirección de Desarrollo Económico?
Máximo Mansilla: Esta Dirección se creó el año pasado e incluye la Oficina de Empleo y dos áreas nuevas que son Producción y Emprendedores. La Oficina de Empleo es el punto de contacto entre la gente que busca trabajo y aquellos que pueden ofrecerlo. Por un lado, ofrecemos capacitaciones, cursos de formación laboral y de introducción al mundo del trabajo, asesoramientos, gestión de programas, becas y entrenamientos de origen nacional o provincial, entre otras herramientas. Y por otro lado, salimos a buscar a los generadores de empleo (empresas, comercios, pequeños emprendedores) y les comentamos las líneas de empleo disponibles para que puedan incorporar trabajadores con apoyo del Estado y así empezar a mover la rueda de contrataciones.
A su vez, el municipio busca propiciar las condiciones para que se desarrolle la actividad económica y vengan nuevas inversiones. Se está poniendo mucho el foco en alentar a los que generan empleo, sin desatender al que lo está buscando. En el área de Producción, por ejemplo, tenemos cinco empresas radicadas en el parque industrial de Villa Allende, las cuales generan más de 40 puestos de trabajo.
En el área de Emprendedores hemos puesto en marcha una incubadora de empresas para Pymes, es decir, un espacio donde se brinda asistencia técnica a quienes tienen una idea o un proyecto para que puedan concretarlo, crecer y consolidarse. También los ayudamos a solicitar financiamiento de la Nación a través de los programas PAC Emprendedores (que brinda una ayuda económica de hasta $400.000 sin devolución) y Fondo Semilla (un préstamo de hasta $250.000 con devolución en cuotas a tasa cero). Esto es gratuito y para los emprendedores de toda la región.
EM: ¿Cómo ven el panorama de empleo a nivel nacional y a nivel local?
MM: A nivel nacional creo que se está reactivando, pero es un proceso paulatino que va a ir creciendo a medida que aumente la confianza, porque justamente ha decaído el consumo y eso afecta directamente al empleo.
A su vez, los municipios somos espejo de lo que pasa a nivel nacional. Nosotros, si bien no tenemos cifras concretas porque no hay un área municipal de estadística, estamos notando ciertas mejoras en el tema de empleo, sobre todo por la cantidad de búsquedas laborales y el número de gente que se inserta mes a mes. Por ejemplo, en lo que va del año, ya hicimos 244 convenios de trabajo y recibimos casi 5000 personas con diversas consultas.
A pesar de este avance y aunque no hay cifras oficiales, podríamos decir que en Villa Allende habría cerca de un 10% de desocupación de la población económicamente activa (generalmente se intenta estar por debajo del 8%). Nuestro principal problema (y el de todo Sierras Chicas) es la falta de grandes generadores de empleo, son pocas las empresas o negocios que pueden contratar más de cien empleados y esas son las que realmente mueven las cifras de empleo.
EM: ¿Y cuáles son los sectores más activos?
MM: Villa Allende es 90% comercio y servicios. De los 27 convenios que celebramos en julio, por ejemplo, 15 fueron para comercio, 9 de gastronomía, 5 administrativos y 4 de industria.
EM: ¿Cuáles son las franjas etarias más afectadas por el desempleo?
MM: Los jóvenes entre 18 y 24 años son la población a la que más le cuesta conseguir trabajo. Por eso casi todos los programas nacionales y provinciales están enfocados a ese rango etario, como Jóvenes, Progresar o el Programa Primer Paso. Generalmente estos planes duran entre 4 meses y un año y tienen un carácter de entrenamiento, donde el Estado es quien le paga al joven, no el empleador, así puede entrar al sistema, aprender, adquirir experiencia y recomendaciones.
Por otra parte, a medida que cambia la realidad laboral y avanza la tecnología, se van extinguiendo algunos puestos de trabajo tradicionales y ahí surge otro grupo afectado de gente mayor de 50 años a la que le cuesta volver a insertarse laboralmente.
EM: ¿Esta falta de trabajo también aqueja a los trabajadores calificados?
MM: Son los menos. Cuando alguien está calificado normalmente se le abren más puertas porque ya tiene una experiencia, recomendaciones y contactos que le son muy útiles. En sectores vinculados a la tecnología y todo lo que es oficios hay mucha demanda, es donde más rápido se consigue empleo.
* Fe de erratas: En la edición impresa de esta nota, publicada en el número 237 del periódico El Milenio, Máximo Mansilla figura como Licenciado en Administración de Empresas, título que no posee ya que, si bien estudió la carrera durante tres años, no la finalizó. Actualmente sí se encuentra a punto de culminar la Licenciatura en Relaciones Públicas e Institucionales dictada por la Universidad Siglo 21.
