Papaíto, uno de los más tradicionales espacios del arte y la gastronomía en Unquillo, cerrará sus puertas en la Doble Avenida, después de 14 años, transcurridos en la clásica esquina de la ciudad.
Por Amira López Giménez
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UNQUILLO – La casa se caracterizó por albergar todo tipo de artistas, desde pintores hasta músicos de todos los géneros compartieron sus creaciones en este emblemático espacio. Asimismo, la cantina Papaíto tomó una decisión crucial para los vecinos. Sus puertas cerrarán en Unquillo pero abrirán en Mendiolaza en un breve período de tiempo.
«No cerramos, solo nos mudamos. Necesitamos hacer obras en el nuevo local para adaptarlo a nuestro restaurante», aclaró Eugenia vocera del espacio, no sin antes hacer hincapié en el hecho de que creen haber alcanzado su objetivo cultural tras casi una quincena de años en el resto-bar.
Los contratos se vencieron y el traslado junto a la lucha por mantener el espacio se hizo inminente, de a poco el boca en boca llevó a conocimiento general del posible cierre, ahora confirmado. «Encontramos un buen lugar que se adapta a lo que somos y lo que hacemos con posibilidades de ampliar nuestro servicio ya que pensamos abrir casi todos los días de la semana, no como en Unquillo que habríamos sólo los fin de semanas, y nos da la posibilidad de crear un nuevo espacio, que sería el café a la mañana», enunció la vocera.
De todos modos, a pesar de las nuevas características gastronómicas que adquirirá Papaíto y la larga mudanza, Unquillo pierde un espacio de encuentro de arte y cultura y también una fuente de trabajo para muchos. «Unquillo nos recibió y trató de la mejor manera, tanto la gente del pueblo como la gente que nos viene siguiendo de otras partes», dijo con nostalgia la mujer que representa al tradicional espacio.
La diversidad cultural gestada puertas adentro dejarán recuerdos de toda índole en muchas personas que alcanzaron a conocer Papaíto en sus mejores tiempos. «Recordaremos la música y los grandes artistas que están y otros que se fueron pero siguen en nuestros corazones. Y en el corazón de Papaíto», afirmó Eugenia.
