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Oficios de la construcción: los gajes son económicos

A partir de cuatro testimonios de personas dedicadas a oficios relacionados con la construcción, entre ellos decoradora, arquitecta, electricista y albañil, se detectó que los gajes del oficio de las dos primeras son casi nulos, mientras que el de albañil y electricista manifiestan problemas económicos.

  • Por Jesica Morbidoni
  • Colaboradores:
  • Lucila Crostelli y Lucas Foscalino. IMVA.
  • Yacu Chalub y Matías Cataldi. IENM.

Dentro del ámbito de la construcción, hay que tener en cuenta que los oficios que lo conforman presentan diferencias entre ellos, tanto en la retribución económica que perciben los trabajadores, como en los esfuerzos físicos y mentales que requiere cada uno.

A modo de ejemplo, no es igual el trabajo de un arquitecto, el cual requiere un gran razonamiento, que el de un albañil que necesita mayormente de la fuerza física.

En el siguiente informe, tomaremos cuatro oficios propios de la construcción y seleccionados al azar: arquitecta, decoradora, albañil y electricista, con los que pretendemos dar cuenta de los gajes del oficio, si los hubiese.

La actividad de la construcción, a rasgos generales, no se trata de un trabajo rutinario ya que depende de las necesidades que van surgiendo de cada cliente. Cada obra que se requiere por parte de una persona es algo nuevo para hacer y diferentes problemas por resolver, lo que implica la aparición de experiencias nuevas constantemente.

Dicha característica se aplica a los diferentes oficios que incorpora esta actividad, como por ejemplo en este caso, arquitectos, decoradores, albañiles, electricistas, gasistas, etc. “Permite explorar distintas situaciones”, confirmó la arquitecta Paula Minozzoli a El Milenio.

La excepción son los casos de las grandes obras, las cuales requieren de un prolongado tiempo de trabajo para poder realizar toda la construcción y pueden generar una rutina diaria.

Si bien la no rutina desestreza, también genera la falta de un sueldo seguro o regular, como es en el caso de los electricistas y gasistas, quienes todos los días se encuentran a la deriva de ser solicitados o no por la gente, ya que muchas personas optan por recurrir al  trabajo de personas no especializadas ni matriculadas que cobran menos dinero para resolver el problema.

Se trata de la presencia de una competencia no prevista, pero en estos tiempos críticos económicamente, pasó a ser muy notable. “Por ahí vos tenés que bajar el tema de los precios y te tenés que ir adaptando a la situación, porque si yo tuviera que cobrar lo que tendría que cobrar, no tendría trabajo”, declaró el electricista Gustavo Jiménez en diálogo con El Milenio.

A lo seguro de contar con un sueldo irregular, se suma el menosprecio del trabajo, ya que debido a la situación económica por la que atravesamos los argentinos, un trabajador que corre altos riegos en su trabajo, en este caso, manejo de electricidad y trabajo en alturas, debe optar entre cobrar menos del valor de su trabajo o nada, como es el caso anteriormente declarado. Pero la otra alternativa es la multifuncionalidad, un electricista puede ser gasista como en el caso de Gustavo, lo que le permite abarcar un mayor margen de necesidades del cliente, él con sus dos capacitaciones, puede tratar de finalizar todos los días con un monto de dinero, que podría ser el deseado o no.

De acuerdo a los testimonios recolectados por este medio, el oficio de la construcción incorpora trabajadores independientes que manejan sus tiempos, publicidad y sueldo. Este último, como bien ya dijimos, estaría sujeto a la situación económica del país, por lo que podría decirse que en ese sentido habría una dependencia, contra la que este tipo de trabajadores tienen que luchar a diario con el fin de lograr su auto-sustento.

La otra parte que requiere el trabajo independiente, es sostener la autoconciencia de seguridad propia. A falta de rigor, el trabajador debe estar concientizado acerca de su autoprotección  utilizando los elementos necesarios como lo pueden requerir albañiles o electricistas, por sólo nombrar algunos oficios de alto riesgo. Guantes, zapatos especiales, seguro de vida, etc, son algunos de los elementos con los que se debe contar.

Como bien se dijo al principio, los testimonios dan cuenta de lo que resalta cada voz, haciendo notar las existencia de diferencias entre los oficios que conforman la construcción, los aquí seleccionados, arquitecta y decoradora denotan vocación, mientras que albañil y electricista- gasista, problemas económicos.

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