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Cuando el paisaje inspira

Cabana forma parte de la expresión artística de Gabriel Garay, sus pinturas están expuestas al público en la Casa Museo Spilimbergo, con entrada libre y gratuita.

En la Casa Museo Lino Enea Spilimbergo, se encuentra en exposición una muestra de pinturas titulada “Cabana”. Como todos los meses, este tradicional espacio abre sus puertas a las personas cuyo arte debe ser dado a conocer, y en esta ocasión Gabriel Garay presenta sus obras realizadas a lo largo de los años, que tiene como objeto a uno de los barrios más grandes de Unquillo.

“Esta muestra es muy importante para mí, de hecho fue el primer museo que visité en mi vida, y fue ahí donde surgió el tema de la pintura. Fui durante la primaria cuando tenía siete años y recuerdo haber visto las diapositivas con las obras de Spilimbergo y desde ahí dije que quería hacer esto. Spilimbergo es el responsable de que yo pinte”, confesó a primeras sobre su nueva exposición luego de haberse presentado en distintos lugares como Maika, el Museo Rivolta, y la casa de Córdoba en Buenos Aires junto a Álvaro Izurieta.

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Estudiante de la pintura y dibujante de pequeño, nacido y criado en Unquillo, Gabriel Garay ha perfeccionado sus trazos a lo largo del tiempo, y en el camino personas como Izurieta son parte de su búsqueda artística. “Siempre dibuje de muy chico, empecé a pintar a los doce años en la casa de la cultura y al año siguiente hice un taller con Álvaro, ya hace dieciséis años. Con él empecé porque me lo presentó Marta Parisi, vio unos trabajos míos y arranqué con el taller. Trabajé cuatro años e hicimos mucho análisis de pinturas y obras y después de eso mi estudio se volvió autodidacta, hasta ahora. Hoy día Álvaro es como un amigo y un padre también, tengo la suerte de haber expuesto obras junto a él en Buenos Aires”, confesó el pintor sobre sus primeras incursiones en el arte.

Cabana, es un trabajo que muestra los paisajes cautivantes de uno de los barrios más antiguos y escondidos de Unquillo, su formación natural ha sido la fuente de inspiración de este pintor. “Me interesa mucho el paisaje y sobre todo el paisaje de Unquillo y Cabana, también hay otros barrios, pero Unquillo es Unquillo, me gusta la luz que tiene, las lomas, los caminos que se dibujan en ella”, dijo el artista y agregó: “Me gusta mucho en cuanto a paisaje, hay mucha arboleda. Es de esos lugares que están un poco más vírgenes, donde no hay mucha construcción y no ha pasado mucho el hombre”.

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Junto a dos grandes artistas de la región: Izurieta y Schneider.

Como a la mayoría de las personas, es muy difícil olvidar las raíces, la infancia es la etapa más importante para cualquier ser humano y esto no quedó sin su lógica correspondiente para Garay. “Soy bien pueblerino, es lo que viví desde chiquito. A lo mejor es un modo de expresar mi infancia, de chico me crie con mis primos y el monte siempre formó parte de mí y a lo mejor es lo que reflejo en la pintura”, sostuvo en relación a la obra de Cabana que lo tiene como protagonista.

Cuando de pintar se trata

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Como paisajista y como pintor, a  veces salir a buscar horizontes es complicado, por cuestiones de tiempo y transporte de las herramientas de trabajo, por ello, la fotografía se convirtió en un gran aliado para retratar aquellos momentos que huyen con facilidad pero que pueden fascinar al ojo con toda tranquilidad.

Para Garay la fotografía es un soporte: “me permite armar una buena composición, como por ejemplo una luz que me llama la atención, luego la utilizo como referencia. No me interesa hacer una gran fotografía tampoco, ni hacer una pintura fotográfica, lo que me interesa es captar el momento para después llevarlo a la obra”.

“Hago unas treinta fotos de las cuales termino usando dos o tres. Siempre hay una luz o un árbol que son disparadores”, afirmó en correlación a las técnicas que utiliza y la aplicación fotográfica.

A futuro, un artista siempre se plantea diferentes incógnitas, con un sentido crítico y reflexivo sobre el apoyo al arte, el pintor nos deja su observación en relación a Sierras Chicas y la vida como artífice de la creatividad.

“Creo que debería haber un poco más de movimiento artístico en la zona. Por ejemplo los simposios fueron importantes, trajeron muchos artistas igual que la noche de los museos, todo eso servía para atraer a la gente y que conozca los artistas locales. Siempre proyectar un futuro como artista es difícil, pero no es imposible, hay mucha gente que vive del arte y que le va bien. En la zona la movida es muy importante porque también demuestra que es un pueblo donde hay arte y donde muchos elijen a Unquillo por ese motivo, y Unquillo también los recibe y los acobija”.


La muestra estará de manera permanente hasta fines de este año con entrada libre y gratuita.


“Son 14 obras que presento en la Casa Museo Spilimbergo, hay un par de obras que son esmalte sintético en formato un poco más grande y que son de años anteriores. Le sumé unas obras nuevas y todas son paisajes de Cabana. Es una manera de homenajear a ese paisaje que tanto me da, es un lugar que me encanta”, apreció.

“Fue una muestra que esperaba que se diera, fue el primer lugar que visité en mi vida y que influenció en mi decisión de pintar. Es especial, es la casa de uno de los grandes maestros argentinos, hay magia en esa casa, para cualquier pintor es importante y que se acerque la gente del pueblo a ver los cuadros me encanta”, concluyó el pintor para finalizar e invitó a todos los ciudadanos a darse una vuelta por la casa de todos los artistas.