Desde siempre ha existido un cierto recelo a los controles con el odontólogo. Para algunos con sólo oír el sonido del torno, ya se le estremece el cuerpo. Sin embargo, la salud bucal debería ser uno de los principales cuidados del cuerpo.
Por Alejo Monti. 4° IMVA | periodico@elmilenio.info
Andrés Goubat, licenciado en odontología –MP: 7387- comentó a El Milenio que “durante una buena higiene bucal se previenen enfermedades de las encías y de los tejidos de sostén del diente. Estas enfermedades si no se tratan pueden llevar a la movilidad del diente y a su posterior pérdida”.
El Milenio: ¿Cuáles son los consejos que daría para hacer una correcta limpieza bucal?
Andrés Goubat: Realizar un buen cepillado, de forma suave, masajeando las encías durante un minuto siempre después de las comidas. En caso de sangrado, consultar al odontólogo porque puede haber una enfermedad periodontal.
EM: La limpieza bucal que se hace en el consultorio ¿a partir de qué edad y con qué frecuencia?
AG: Se puede realizar a cualquier edad y con frecuencia de dos años.
EM: Existen una gran variedad de pastas dentales en el mercado ¿Cuál es la más recomendada?
AG: No son todas iguales porque hay pastas terapéuticas y otros de uso diario. Lo importante no es la marca sino el correcto cepillado.
EM: ¿Cada cuánto hay que cambiar los cepillos de dientes? ¿Son recomendables los enjuagues bucales? ¿Hay alguna alternativa natural?
AG: Los cepillos de dientes se los recomiendan cambiar cada tres o cuatro meses, o cuando las cerdas del mismo se deshilachan. Los enjuagues bucales de uso diario no son recomendables porque la mayoría contiene alcohol que eliminan las bacterias comunes de la boca que producen el equilibrio para controlar las enfermedades de las caries. Solamente están indicados para tratar las enfermedades “comunes” de dientes.
Sí, existen alternativas naturales como ser solución de PRINZ (bicarbonato, sal, agua oxigenada, en un vaso de agua tibia) también hacer buches con manzanilla, té de pino y extractos de mar.