En una convulsionada AFA, la información cambia minuto a minuto. Ahora se conoció que a mediados de julio se presentará la propuesta de una Superliga. La misma arrancará con 30 equipos.
Por Francisco Del Río y Mauricio Bouchet. 4°A IENM. | periodico@elmilenio.info
La idea es que sea un torneo de la primera división con 20 conjuntos y que se juegue de agosto a junio con partidos de ida y vuelta, y el fin de los promedios para el descenso. El proyecto establece, además, que haya un control financiero estricto de los clubes, con sanciones deportivas para quienes creen nueva deuda, según puede leerse en el proyecto presentado ante el Comité Ejecutivo de la AFA y que tienen en su poder los clubes de la A y de la B Nacional.
El gran tema es cómo se llega a un campeonato de 20 equipos, cuando hoy conviven 30 en la primera A: Por ahora, la posibilidad más concreta es que haya cuatro descensos y solo dos ascensos en las próximas cuatro temporadas para llegar a 2020 con 20 clubes en la máxima categoría y también en la B Nacional, que también sería organizada por la Superliga. Bajo la órbita de la AFA quedarían los demás campeonatos de Ascenso y la Selección Argentina.
La Superliga también estará a cargo de determinar las fechas y horarios de los partidos de la máxima categoría y de la B Nacional y sus modificaciones, tal como establece el artículo 3 del dossier.
Con un formato similar a los imperantes en países como España e Inglaterra, la Superliga tendrá un presidente, dos vices, un CEO y su organización no dependería de la AFA. El CEO será elegido después de un casting y no se descarta que sea extranjero. Con la Superliga se busca dotar al fútbol argentino de una mayor competitividad y, a la vez, generar una distribución de los recursos económicos más favorable para todos los clubes.
En principio, la máxima categoría recibiría alrededor de un 85% de los recursos que se generen en el fútbol. Este dinero se repartiría un 50% en partes iguales entre todos los clubes y el 50% restante en relación a un ranking confeccionado en base a títulos conseguidos, cantidad de socios, convocatoria de público y ratings televisivos. Los clubes chicos pelean por mejores condiciones en el reparto.
Sus principales impulsores son Angelici, D’Onofrio, Tinelli y Blanco. El líder de la oposición al nuevo formato es Moyano.