Colaboración: Martín Rivero y Juan Pablo Alladio. 4° B IENM.
El proyecto Potencia Chicharra surgió hace un año como un dúo conformado por Laura Fanin y Susana Tolosa, dedicado a la música infantil principalmente, pero a la que fueron agregando otros ritmos, géneros y hasta sus propios temas.
Así fueron convocando músicos amigos de la zona hasta llegar a su formación actual: Rochi Gjurkan (clarinete), Cecilia Galará (voz y accesorios), Walter Solterman (cajón peruano), Esaú Carabali (bajo), Gaby Quiroga (flauta, guitarra, coros y accesorios), Violeta Carreira (ukelele y coros), Susana Tolosa (saxo, charango y guitarra) y Lala Fanin (voz y accesorios). Y por el que han pasado y seguirán pasando otros cuantos invitados como Pablo Solís (percusión), ya que por cuestiones del estilo musical y como hacen un repertorio variado, suelen necesitar incluir determinados instrumentos y con ello, miembros esporádicos.
En referencia al género con el que se identifica Potencia Chicharra, Susana Tolosa aseguró a El Milenio: “La premisa, lo que hemos priorizado es hacer música que sea bailable, entonces los géneros son variados, no somos una banda netamente de un solo ritmo, sino que hacemos festejos peruanos, tinku boliviano, cumbia colombiana, tenemos una bachata y también hacemos candombe. Es bastante variadito, incluso hacemos fusiones, al tener músicos que vienen de distintos palos musicales, se unen bastantes cosas y hacemos muchas fusiones”.
La variedad es en consecuencia un sello muy característico del grupo, aunque lo que los une es la convicción de que la música, más allá de un género determinado o de lo melódico, también se puede bailar y así lograr encuentros y que la gente se alegre.
Los Potencia Chicharra componen letra y música de sus canciones, aunque suelen hacer versiones de otros grupos que les gustan también. Pero en todo caso, el proceso creativo se da casi colectivamente, ya que uno de ellos trae una idea inicial y libremente el resto de la banda aporta sus conceptos. De hecho, señalaron que se está dando que gente del pueblo, amigos -sean músicos o escritores- les acercan sus letras para que hagan canciones. A la banda esto le resulta gratificante por tratarse de algo muy íntimo y generoso; además de confirmar que son muchos más los integrantes de este proyecto.
Otro rasgo particular de esta propuesta es que sus miembros residen en las Sierras Chicas, aunque de orígenes diversos –incluso de Colombia- hoy casi todos eligen Unquillo. Esto responde a una unión espontánea en combinación con una característica propia de Susana Tolosa, quien siempre ha armado proyectos dentro de esta ciudad y con artistas locales, a modo de devolver lo que el lugar les dio en su formación.
La huella de Unquillo en Potencia Chicharra es tal, que incluso la presentación formal fue en el carnaval barrial de la Plaza Herbera, invitados por la murga del barrio. “Para nosotros ese tipo de eventos son re importantes porque nosotros somos lo que consumimos ese tipo de eventos. También nos han invitado a eventos solidarios, las presentaciones que nos salen tienen, como la banda, un perfil social. Los miembros tenemos esta característica común y así vamos caminando de a poco, como proyecto nuevo que somos, empezando a mostrarnos”, comentaron los músicos.
La respuesta del público viene sorprendiendo a los integrantes de la banda, fundamentalmente por la buena recepción de las canciones propias, que en general no es sencillo; ni siquiera como proceso tratándose de un grupo tan numeroso. Además, notan que la gente se divierte, por lo que van logrando el objetivo inicial, confiando en que podrán seguir este camino y difundir cada vez más su propuesta, por tratarse de un proyecto, que al tener muchas aristas, permite que toquen en cualquier ámbito.
Otro factor que denota la versatilidad de este ensamble musical es la creencia de que los espacios para presentarse en público no sólo están, sino que hay que generarlos. “No nos encerramos en el ámbito público o en el privado, si uno quiere tocar hay que buscarlo y adaptarse… las invitaciones van surgiendo, se enteran que tenemos una banda y nos convocan, y siempre que las condiciones técnicas estén, vamos. Sean plazas, teatros, salas, lugares bailables o lugares públicos, no estamos sujetos a nada específico”, explicaron.
Asimismo, aclararon que la propuesta es muy valiosa en lo íntimo para cada uno de ellos: “Nos hemos encontrado porque todos venimos con la idea de hacer música y nos pusimos de acuerdo todos en esto de bailar. Como consumidores que somos de este tipo de música, de participar de otras bandas y ahora poder juntarnos a tocar es muy importante… Para nosotros haber debutado en los carnavales fue muy lindo, tanto como que la gente nos acerque sus canciones para que las hagamos”.
Por estos días se concentran fundamentalmente en seguir componiendo y se conforman con poder mantener una formación tan numerosa. No obstante, no se plantean límites. “Con la música no se sabe nunca, a la banda la forman muchos, pero después existe como un ente, o sea, la banda camina sola en un momento. Puede tener algunos objetivos pero nunca va a saber hasta dónde llega, no tiene límites y está dejar que el proyecto en sí mismo vaya buscando y trazando su rumbo”, concluyó el grupo.
Para los músicos integrantes de Potencia Chicharra este proyecto precisamente moviliza. Moviliza a generar nuevos espacios, moviliza a encontrarse entre ellos como amigos, moviliza a devolver al pueblo lo que les dio, moviliza a activar proyectos personales, moviliza a fusionar conocimientos y moviliza al público a bailar.
Para conocer más: /potenciachicharra
