Por Prof. Elena Kuchimpós (Directora nivel primario IMVA)
Numerosos especialistas coinciden en que la enseñanza de otros idiomas tienen mejores resultados si comienza a temprana edad. En los primeros años de vida, el cerebro de los niños es como una esponja y el aprendizaje se produce de manera natural.
A medida que el niño crece, tal vez estas capacidades se vayan viendo gradualmente disminuidas, no obstante lo cual siguen siendo significativamente superiores a las de una persona adulta. En esta edad temprana, las redes neuronales de los niños están en periodo de formación, por lo que de cierta forma son mucho más abiertos a conocer novedades.
El aprendizaje de otras lenguas, no sólo mejora la atención, sino que sirve de entrenamiento mental y ayuda a ejercitar la memoria de los pequeños.
Cuando un niño adquiere el lenguaje, la información que recibe se integra en una misma zona del cerebro, algo que no ocurre con los adultos: nosotros necesitamos dos áreas neuronales distintas para aprender un nuevo idioma. Por lo tanto, el proceso a la hora de empezar a dominar otros idiomas, ha de ser el mismo que se produce en el aprendizaje de la lengua materna.
Distintos estudios sostienen que los niños expuestos a varios idiomas son más creativos y desarrollan mejor las habilidades de resolución de problemas. Aprender nuevos idiomas, le ayudará a programar circuitos cerebrales más complejos.
La introducción del aprendizaje de otras lenguas en la educación de los niños debe hacerse de forma natural y con estrategias lúdicas que posibiliten el desarrollo de mayores competencias lingüísticas.
Ventajas de una educación en idiomas:
- Comunicación: La capacidad de comunicación con personas de distintas nacionalidades cuando viajan o conviven con personas extranjeras.
Los niños que tienen la posibilidad de aprender diferentes idiomas, tiene la capacidad para leer y escribir en idiomas distintos y, por tanto, su conocimiento puede ser más amplio por su mayor acceso a la información global.
- Cultural: El acceso a otras culturas diferentes enriquece la educación del niño (literatura, historia, comportamientos, tradiciones, conversaciones, medios de comunicación, etc).
- Conocimiento: El acceso a la diversidad estimula la capacidad de desarrollo intelectual de un niño que aprende otros idiomas. Por ello, pueden ser más creativos, más flexibles, y adquirir una mente más abierta al mundo y a los demás.
- Oportunidades de trabajo: Las puertas del mercado de trabajo se abrirán y ofrecerán más oportunidades a los jóvenes que desarrollen el aprendizaje e otras lenguas.
En una época como la que vivimos, donde la tecnología y el acceso instantáneo al conocimiento forma parte de nuestra vida diaria, los niños pueden potenciar fácilmente sus capacidades lingüísticas gracias a su natural familiarización con el idioma, al cual se ven tempranamente ligados gracias a la televisión, el cine, la literatura, los videojuegos y la tecnología en general.