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Una propuesta que crece

La artesanía es una actividad cada vez más pujante en las Sierras Chicas y así lo demostró la 1° Feria Provincial de Artesanías de Villa Allende durante el pasado fin de semana. La propuesta recibió una respuesta muy favorable del público y sus organizadores, el grupo estable de artesanos de Villa Allende, aseguraron que planean repetirla para Navidad, aunque le recriminaron al municipio la falta de apoyo.

La artesanía es una actividad cada vez más pujante en las Sierras Chicas y así lo demostró la 1° Feria Provincial de Artesanías de Villa Allende durante el pasado fin de semana. La propuesta recibió una respuesta muy favorable del público y sus organizadores, el grupo estable de artesanos de Villa Allende, aseguraron que planean repetirla para Navidad, aunque le recriminaron al municipio la falta de apoyo. 

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La feria contó con la presencia de más de 120 expositores de Villa Allende, Unquillo, Río Ceballos, Río Cuarto, Alta Gracia, San José de la Dormida, Carlos Paz, La Calera, Río Tercero y Córdoba, entre otras ciudades.

Por Lucía Argüello | luciaarguello@elmilenio.info 

Más de 120 artesanos de toda la provincia, una multitud de espectadores recorriendo los stands y los productos más variados, desde los tradicionales sahumerios hasta caramelos sabor fernet con coca, pasando por macetas colgantes, indumentaria de todo tipo, cajas y cajitas, llamadores de ángel, adornos para la casa y el jardín, juguetes, instrumentos musicales y comida para todos los gustos. Así fue la primera edición de la Feria Provincial de Artesanías, una convocatoria abierta y sin fines de lucro que se llevó a cabo el 7 y 8 de noviembre en el polideportivo de Villa Allende y que se repetiría para Navidad.

Además, el evento contó con la presencia de números musicales, artistas de todas las Sierras Chicas y la ciudad de Córdoba, payasos y ballets de danza. A pesar de las amenazas de tormenta que el sábado a la noche parecían obligar a suspender todo, la feria pudo llevarse a cabo y recibió una gran aceptación por parte del público serrano y capitalino.

“Muy lindo todo, cosas muy interesantes y muy bien trabajadas. Por suerte el día acompañó porque la verdad es una propuesta que se disfruta mucho”, comentó Graciela, vecina de Villa Allende, mientras paseaba entre los stands.

“Nosotros estamos muy contentos. Este tipo de eventos ayuda a que la gente se mueva mucho más, viene otro público”, señaló por su parte Griselda Oviedo, una de las expositoras de la feria.

La propuesta estuvo organizada por la feria estable de artesanos de Villa Allende, un grupo que comenzó allá por el 2003 con apenas cinco miembros y que hoy incluye más de 40 puestos que pueden verse todos los sábados y domingos en el polideportivo. “Nuestra idea era instalar este espacio como una especie de paseo, no como algo lucrativo, y a la vez brindar una oportunidad de trabajo a la gente porque hay muchos que tienen la artesanía como único ingreso”, explicó Susana Sánchez, una de las fundadoras de la feria.

Y lo cierto es que varios de los participantes aseguraron que hoy se dedican exclusivamente a esta actividad y que es posible vivir de la artesanía. «Al principio siempre tenía algún laburo paralelo pero ahora decidí soltar el trabajo en relación de dependencia y dedicarme 100% a esto. Por ahí se puede pensar que con esto no tenés un ingreso fijo pero yo creo que todo depende de uno, del esfuerzo, la constancia y la dedicación diaria», comentó Paula Cepeda, artesana de Unquillo.

Para ella uno de los principales desafíos fue pasar de lo artístico a la comercialización y señaló que a veces se ven algunos «prejuicios» en torno a la actividad.

«Hay algunas miradas de la feria, los ‘hippies’ y esas cosas, pero es algo que se está dejando de lado. Algunos se sorprenden porque algo les parece caro y no ven que detrás de eso hay una gran dosis de esfuerzo y dedicación. Por suerte últimamente ha surgido un público que lo valora», señaló Cepeda.

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Falta apoyo

A pesar de las buenas intenciones de la feria, Sánchez comentó que durante la gestión actual no han recibido un verdadero apoyo de la municipalidad. «Este evento surgió a raíz de que no pudimos participar de la feria Coinarcu, en La Calera. Este año aumentó mucho el precio y se suponía que íbamos a recibir ayuda de la municipalidad, pero no. Entonces decidimos organizar esta feria como para tener algo, porque la mayoría ya se había preparado para ir», señaló la artesana y organizadora.

«Cada gestión que viene nos aprieta de un lado y nos afloja del otro. Con Colombo no logramos absolutamente nada. Todo lo que hay acá lo levantamos nosotros, hasta los cables y la cinta aisladora para hacer la bajada de luz tuvimos que poner. El albergue para los artesanos del interior nos lo dio la municipalidad de Unquillo. Yo le pregunto a Martín Gómez, que es director de cultura y de derechos humanos, ¿cómo puede ser que no haya una escuela o un salón para la gente que viene de otra ciudad a un evento como este?», se sumó Ricardo «Beto» Garay, otro de los coordinadores de la feria.

Vale señalar que en un principio la feria de artesanos de Villa Allende era un espacio autónomo, según señalaron sus integrantes. Se cobraba un canon mínimo mensual por el espacio y había una comisión que se encargaba de gestionar el dinero y rendir los gastos a la municipalidad. Sin embargo, el gobierno actual dispuso que el dinero fuera directamente a la Dirección de Cultura, que se encargaría de administrarlo.

«Los artesanos que están fijos pagan $75 por mes, pero esa plata va a la municipalidad, no a nosotros. La municipalidad le saca a los fijos el dinero que podría haber quedado para la comisión de esta feria para organizar cosas mejores, como el evento de hoy. El final la municipalidad nos cobra por estar acá y esa plata no vuelve. Hoy tendríamos que estar disponiendo de 18 mil pesos, que para nosotros no es poco», disparó Garay y agregó que ya han empezado a gestionar con el intendente electo, Eduardo Romero, para recuperar la autonomía.

«Estaría bueno que viniera alguien de cultura y que hable con los artesanos a ver cuáles son las necesidades en común. Si a ellos les va la entrada de dinero, por lo menos que vuelva en obras, para la mejora en común. Porque la feria es muy pintoresca y variada, con productos re lindos y artesanos excelentes, es algo que suma mucho a Vila Allende y me parece que ayudaría muchísimo tener una buena publicidad por parte de la muni, una carpa para los días en que está frío o llueve e iluminación», sostuvo Patricia Abrahan, artesana de la feria.

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