El Milenio

Noticias de Sierras Chicas

Valentina Lovey y el patinaje artístico

La joven de 15 años que se encuentra entrenando para competir en el Nacional de Patín que se celebrará en Iguazú en el mes de septiembre, compartió con El Milenio el crecimiento que tuvo en este deporte, el cual se instala cada vez más en Sierras Chicas.

La joven de 15 años que se encuentra entrenando para competir en el Nacional de Patín que se celebrará en Iguazú en el mes de septiembre, compartió con El Milenio el crecimiento que tuvo en este deporte, el cual se instala cada vez más en Sierras Chicas.

“Si en el Nacional de Misiones salgo segunda sería la sub campeona a nivel nacional”, declaró a El Milenio la patinadora artística.
“Si en el Nacional de Misiones salgo segunda sería la sub campeona a nivel nacional”, declaró a El Milenio la patinadora artística.

Por Redacción El Milenio. 

El patinaje es una actividad de ocio además de una práctica deportiva, y quienes la practican dicen que lo hacen por ser saludable y divertido; este mismo, tiene su presencia en Sierras Chicas, y Valentina Lovey, alumna del Instituto Educativo Nuevo Milenio de la ciudad de Unquillo, es una de aficionada por este deporte amateur.

Según le contó a El Milenio, la joven comenzó a practicar patín gracias a su vecina: “tenía una vecina que patinaba y siempre me invitaba; un día me dijo ‘¡empecemos!’ y así fue como empecé a practicar con ella”.

Lo anterior, se simplificó porque su mamá tenía un par de patines que se los cedió y desde ese momento esta actividad despertó una nueva pasión en Valentina, que ya es una patinadora federada.

En esta línea, la deportista que entrena cada semana en la ciudad de Villa Allende, decidió federarse hace aproximadamente tres años. Esto se debe “porque iba a otros clubes que no hacían competencias, ni nada, entonces no podía formarme a nivel más ‘profesional’”, manifestó.

Con respecto a esto, formar parte de la federación implica una exigencia mayor que el nivel amateur, pero como dice la joven, una de las cosas que más se necesita es concentración.

Por esto mismo, Valentina se ve obligada a dejar de compartir actividades junto a sus amigos “en muchos casos no puedo, porque tengo que levantarme a las 5 de mañana; me perdí muchas fiestas de quince, salidas con amigas, pero bueno, son cosas que se eligen y que después de alguna manera van a afectar mi futuro”, explicó.

En cuanto al deporte en sí, la joven de 15 años dijo a este medio que “en patín existen dos disciplinas y yo hago las dos, tanto libre como escuela”.

Por un lado, la especialidad Patinaje Libre, requiere un entrenamiento intensivo de varias horas por día para alcanzar la excelencia atlética en las competencias. En esta línea, un patinador de Libre debe llevar a cabo las siguientes dificultades obligatorias y reglamentadas:

  • Saltos: donde se eleva de la superficie de la pista para realizar sucesivos giros en el aire;
  • Trompos: en los cuales rota sobre un eje concéntrico en distintas posiciones;
  • Trabajo de piso: esto es, movimientos que reflejan el nivel de dominio alcanzado con uno o ambos pies. Todo es ensamblado en una rutina coreográfica que implica una interpretación músico-teatral.

Por el lado de la especialización escuela, Lovey explicó que “es más de postura y se tienen que realizar dos círculos, después una misma se empuja para lograr hacer una vuelta y así volver a empujarse, finalmente se tiene que hacer otra vuelta para no perder el equilibrio”.

Entrar a la Federación.

Quienes deseen entrar en la Federación deben hacerlo cada principio de año, el costo ronda los 300 pesos. Una vez que se hizo el trámite, se comienza a participar de los eventos que están en el calendario.

En primer lugar, se juegan los zonales y los que pasan al podio van directamente al provincial. Del provincial el nuevo destino es hacia los regionales, en este caso “se hizo el regional en Entre Ríos y yo fui a competir en las dos disciplinas, porque también podés  elegir. En escuela quedé sexta y en libre quedé séptima, mientras que del 2 al 9 de septiembre se viene el Nacional en las Cataratas del Iguazú por lo que estoy a full”, mencionó Valentina Lovey a este medio.

Sueños por cumplir.

A Lovey, le gustaría en un futuro no muy lejano, formar parte de un club que le brinde la posibilidad de viajar: “me gustaría ir a competir al exterior, por ejemplo Italia o Europa; no viviría de esto, porque implicaría dejar mucho, por el tema de la facultad, ya que serían muchas horas de estudio y muchas horas de patín”; “pero encontraría un equilibrio para poder llevar adelante las dos cosas”, concluyó.


Beneficios para la salud.

Patinar es una gran opción para aquellos que quieren hacer hincapié en mejorar la coordinación, el equilibrio y la concentración. Al practicarse mediante movimientos que implican principalmente a las piernas, se fortalecen, especialmente, los músculos del cuadro inferior. Pero ahí no termina todo, el patinaje es una actividad muy completa, ya que para hacer determinados movimientos, como girar, frenar o cambiar de dirección, es necesario utilizar también el cuadro superior del cuerpo, desde la cadera hasta los hombros.

Desde el punto de vista de la actividad física, patinar ofrece los mismos beneficios que correr, con la ventaja añadida de que las articulaciones, como las rodillas, no sufren un desgaste con los golpes, ya que se trata de un deslizamiento en el que los pies apenas se separan del suelo.

Sus beneficios son también muy similares a montar en bicicleta e, incluso, al aeróbic, ya que no sólo se trabajan las piernas. En media hora en bici se queman alrededor de 150 calorías, frente a las 180 calorías al practicar aeróbic durante treinta minutos. En el caso de los patines, el ejercicio es tan completo que para ese mismo tiempo se necesitan 300 calorías.

Sin embargo, también el patinaje, sin ser un deporte de alto riesgo, sí se destaca por su alto índice de lesiones, en muchos casos complicados debido a las malas caídas. Por eso, contar con el equipo adecuado y las protecciones indicadas para cada tipo de disciplina es esencial.