Guadalupe Carranza es jugadora de hándbol del Polideportivo Municipal Jorge Newbery, quien con tan sólo quince años pertenece a la selección cordobesa de este deporte.
Por Valentina Grant.
Actualmente, Guadalupe se entrena y juega para la Federación Cordobesa de Hándbol en el club donde se desarrolló y creció como una promesa en el deporte: el Polideportivo Jorge Newbery. Además, con esta institución viajó en una ocasión, al Nacional, trayendo a casa el primer lugar.
El destaque y potencial entre sus compañeras hizo que Carranza fuera seleccionada para la Selección Cordobesa de Hándbol.
En este sentido, la deportista le afirmó a El Milenio: “Tuve la suerte que como mi club estaba federado, la gente de la selección me vio jugar y me citaron a los entrenamientos, luego de eso quedé confirmada y entreno todos los domingos con ellos”.
Inicios.
A los 11 años de edad su familia quería que comenzara algún deporte, en principio estuvo la idea de fútbol femenino, pero al no encontrar ningún lugar donde practicarlo probó suerte con el hándbol.
Responsabilidades.
La deportista cordobesa entrena cuatro veces por semana, dos horas cada día para su equipo de Río Ceballos, mientras que en la Selección lo hace sólo los Domingos y en doble turno.
Con respecto a esto, afirmó a este medio que “por los partidos o entrenamientos, quieras o no, te perdés de algunas cosas que hacen los chicos de mi edad, salidas, fiestas de 15 y juntadas”.
“Tengo la suerte que mi familia me apoya mucho en todo, me lleva, me trae y me busca en todos lados; van a verme jugar y festejan conmigo mis triunfos. Ellos hacen que disfrute mucho más todo esto”, agregó la jugadora.

Crecimiento.
La jugadora proyecta y desea un futuro como profesional del hándbol, pero afirma que en Argentina es muy complicado vivir de este deporte y para poder hacerlo tendría que irse a vivir a Europa, la cual es una gran potencia a nivel deportivo en este ámbito, pero que aún no está dispuesta a dejar sus afectos por esto.
En cuanto a sus estudios, Guadalupe se las rebusca para cumplir con todo lo que este le exige, quedándose hasta tarde haciendo tareas o estudiando para alguna evaluación luego de entrenar. Además, confesó que “cuando tengo algún torneo me atraso bastante, porque faltar toda una semana al colegio hace que me pierda muchos temas”.