- Por Alejandra Boldo. periodico@elmilenio.info
- Participaron: Tobías Aguirriberri y Tomás Racca 4° Ienm. Luisina Armando y Lorenzo Dalmaroni 4° Imva.
En el corazón de la producción artesanal de bebidas alcohólicas en Córdoba, Mediterránea ya se hizo su lugar. Esta fábrica de gin y agua tónica, instalada en Río Ceballos, no tardó demasiado en subirse a la ola y ya cautivó a los amantes de las bebidas de calidad. El gin tonic hace algunos años que logró posicionarse entre los tragos favoritos de los argentinos y este emprendimiento está acompañando esa tendencia.
Sebastián Tschoban, Franco Marchetti y Pedro Fernández se embarcaron en la aventura de crear una marca única en el mercado argentino y son los encargados de timonear este barco por las turbulentas aguas del emprendedurismo.
La historia empieza hace aproximadamente cinco años, cuando Sebastián comenzó a fabricar cerveza artesanal bajo el nombre de Calma Chicha. Al mismo tiempo, Franco adquirió un destilador, un aparato usado para separar mezclas de líquidos con diferentes puntos de ebullición, haciendo que hiervan y luego enfriando para condensar el vapor.
Así unieron ambos proyectos, aprovechando el equipo de la cervecería para el proceso previo de destilación del gin. Ambas bebidas se fabrican en el mismo espacio de producción, aunque se comercializan como marcas independientes. No obstante, la principal característica que comparten es aquella que Sebastián destaca como objetivo del emprendimiento: crear productos cuidados y de calidad a pequeña escala, respetando los procesos artesanales.

Cómo se elabora el gin
Existen muchas variedades de gin en el mercado, pero Mediterránea (inicialmente llamada China Supay) se centra en la producción de London Dry Gin, el clásico y seco. Este tipo de gin es el más buscado, ya que es ideal para combinar con agua tónica y crear el popular gin tonic.
Antes de destilar el gin, explica Sebastián, hay que hacer un macerado. Se necesitan unas ollas de acero inoxidable grandes con un fondo, o un falso fondo, donde se macera alcohol tridestilado con los diferentes botánicos. El que más se usa es el enebro, que le da el sabor y el aroma característico al gin. Las diferentes destilerías le aportan su toque particular, como cáscaras de naranja, de pomelo o de limón.
Una vez listo, ese líquido se pasa por el destilador y se deja reposar almacenado para que respire. El proceso de elaboración completo dura aproximadamente un mes hasta poder embotellar el producto.
Esa es la base del gin, según los expertos: un destilador, un buen enebro y una variedad de botánicos amplia que permita jugar con los sabores. Mediterránea le aporta lo suyo: un poco de coriandro, cardamomo, piel de naranja y piel de pomelo, que hacen al sabor distintivo de esta marca. El tiempo de maceración y otros secretos suman a la calidad.

Pero lo que distingue fundamentalmente a la firma serrana es la combinación entre su gin y su propia agua tónica. Esto es así porque, como resalta Sebastián, es importante producir una tónica que se ajuste al perfil del gin. Además, ofrecen la novedosa opción de gin tonic tirado en barril, similar al sistema utilizado para servir cerveza.
“La moda pasa por el gin tonic y lo que más se consume en el vaso de ese trago es el agua tónica. Porque esta bebida se hace con un 30% de gin y un 70% de agua tónica. Por eso nosotros empezamos a pensar que lo ideal sería que produzcamos nuestra propia agua tónica, que se adapte al perfil del gin que estamos haciendo y maride a la perfección”, detalla el emprendedor.
Para elaborar la tónica, primero se filtra el agua de red con un filtro de carbón activado. Ese proceso elimina el cloro y cualquier impureza. Luego se le añade cuasia, una hierba que le aporta el amargor característico. También se usa limón, cáscara de pomelo y azúcar, que aportan el toque particular de Mediterránea. Todo eso se mezcla y se hierve para pasteurizar. Después se almacena en barriles y se embotella desde el barril ya gasificado.

Una marca cuidada y sabrosa
En cuanto a la distribución y promoción de sus productos, Mediterránea encontró en la red social Instagram su principal canal de difusión (@mediterraneadestileria). Actualmente están trabajando en el desarrollo de una página web con e-commerce para facilitar las ventas directas al consumidor. Además, cuentan con distribuidores locales y están expandiendo su alcance a nivel nacional.
La recepción por parte de los clientes es positiva, ya que valoran la dedicación y el cuidado en la producción. Sebastián destaca la importancia de la estética de la marca, desde la ilustración en las etiquetas hasta el enfoque en la calidad artesanal de sus productos.

Cómo preparar un buen gin tonic
Para Sebastián, la clave está en la elección del agua tónica que se utiliza para preparar el trago. Según él, la calidad de la tónica puede realzar o arruinar la experiencia de degustar un buen gin. “Si comprás un gin cuidado, de una buena marca, distinguida, que lo pagás caro, que sabés que es bueno, y le agregás 70% de un agua tónica industrial, llena de azúcar y que no aporta nada, literalmente estás arruinando ese 30% de gin de excelente calidad”, ejemplifica el emprendedor.
Mediterránea se destaca como un emprendimiento que logró combinar la pasión por la producción artesanal con la innovación en el mundo del gin y el agua tónica. Con su enfoque cuidadoso y su búsqueda constante de calidad, esta marca cordobesa continúa conquistando los paladares de los amantes de las bebidas de calidad.
