- Por Alejandra Boldo. periodico@elmilenio.info
- Colaboración: Matilde Ferrer y Faustino Capozucca (4to IMVA). Justina Alloatti, Pedro Gatti y Santiago Esbry (4to IENM).
En nuestro país, alrededor del 78% de los habitantes tiene mascotas, según una encuesta elaborada por Millward Brown Argentina. Esta estadística posiciona al país como el más mascotero de la región. En Córdoba, los números se replican. El último estudio demográfico y epidemiológico sobre perros y gatos en los hogares cordobeses reveló que cada dos personas hay una o más mascotas.
Lo cierto es que, hace ya tiempo, los animales de compañía dejaron de ser mascotas para convertirse en miembros de la familia. En los hogares argentinos, los integrantes de cuatro patas reciben casi las mismas atenciones que un humano.
En ese sentido, cada vez son más las personas que se preocupan por las necesidades nutricionales de sus mascotas, se informan activamente sobre los productos que consumen y tratan de que los alimentos reúnan todas las condiciones que los animales necesitan para un crecimiento saludable.
“Creemos que la nutrición debe ser equilibrada, respetando el origen de los animales. Dentro de la alimentación, este tipo de comidas es la medicina, la base para una buena calidad de vida”
Carla Rama

Volver a los orígenes
En este marco, muchos apuntan a una dieta basada en alimentos crudos, que incluya los mismos componentes nutricionales que obtenían los ancestros salvajes de perros y gatos en su hábitat natural, acorde al proceso evolutivo de cada especie.
Así nació la dieta BARF, una tendencia que apareció hace algunas décadas en Estados Unidos, luego se extendió a Europa y hoy gana adeptos en el resto del mundo. Argentina no es la excepción y Córdoba se suma con propuestas novedosas como la de Lobo Nativo Barf.
Se trata de una marca cordobesa que nació hace tres años en Sierras Chicas y que precisamente ofrece el servicio de producción y venta de alimento natural para perros y gatos. El propósito del emprendimiento familiar es llevar el concepto de alimentación a los orígenes de estos animales, respetando el equilibrio nutricional.
Carla Rama es una de las artífices de este proyecto. Junto a sus padres y hermanos (uno de ellos veterinario especialista en nutrición animal) fabrican un alimento formulado a base de carne, verduras, frutas y vísceras crudas, sin conservantes, colorantes ni aditivos.
El resultado de estas viandas es un alimento balanceado, con proteína, hidratos de carbono, fibras vegetales, grasa, calcio y todas las demás vitaminas y minerales que necesitan las mascotas. Básicamente, emulan la dieta que llevaban perros y gatos antes de convertirse en compañeros de los seres humanos.

Viandas para todos
Carla cuenta que todo comenzó en la clínica veterinaria de su hermano, cuando empezaron a elaborar viandas de este tipo para pacientes con diversas patologías. A través de las distintas fórmulas de alimento, los animales mejoraban. Así nació la idea de proyectar estos productos para todo tipo de mascotas.
“No se trata de prohibir otros alimentos. Esto no significa que no se le puede dar nunca más balanceado a los animales de compañía. El concepto es equilibrar con productos crudos, tal como comían ellos en sus orígenes”, remarca la emprendedora.
Cada vianda se prepara según el requerimiento del animal: peso, raza y edad. Además, si presenta algún trastorno o patología, se elabora una dieta diferencial. En sí, se trata de un alimento formulado a base de carnes rojas, vísceras, verduras y frutas que tiene la forma de una hamburguesa. Las viandas se envasan al vacío y no llevan ni conservantes ni condimentos. El producto final se debe guardar en heladera.

Lobo Nativo Barf tiene su casa central en Río Ceballos, pero distribuye sus viandas en las ciudades vecinas de Sierras Chicas y en algunos barrios de la Capital cordobesa. La producción es a demanda, lo que garantiza un alimento fresco, aunque también cuentan con stock para abastecer a nuevos clientes.
Sobre cómo es la respuesta de las mascotas que prueban estas viandas, Carla advierte que los perros se adaptan más fácil, pero que los gatos son más mañeros. “Los perros huelen y comen, no tienen problemas en eso. El gato es más fóbico, le cuesta salir de una estructura”, resume. Lo que sí subraya es que los dueños de los animales de compañía siempre comentan los beneficios y cambios que observan en sus compañeros de cuatro patas.
El principal diferencial de este emprendimiento es la calidad de la materia prima, ya que trabajan con productores locales y la elaboración de los alimentos es mensual. Además, cuentan con la supervisión de un profesional veterinario.
“Creemos que la nutrición debe ser equilibrada, respetando el origen de estos animales. Apuntamos a prevenir enfermedades, darles mejor calidad de vida y longevidad. Dentro de la nutrición, este tipo de alimentos es la medicina, la base para una buena calidad de vida”, concluye Carla.

La dieta BARF
A fines de la década del 80, el veterinario australiano Ian Billinghurst diseñó la dieta Barf (Biologically Appropiate Raw Food – Alimentación Cruda Biológicamente Adecuada), que propone ingredientes naturales y, fundamentalmente, crudos. El componente principal de esta dieta son los huesos carnosos, los cuales, a diferencia de los cocidos, no se astillan ni lastiman.
Numerosas investigaciones hablan sobre las ventajas clínicas de esta dieta, sobre todo con respecto a los alimentos industriales (balanceado), entre las que se mencionan una mejor hidratación, una piel más sana, dientes limpios y un mejor funcionamiento del organismo en general. Pero también están los desertores, que apuntan a posibles deficiencias nutricionales, infecciones bacterianas y daños en los intestinos a causa de la ingesta de huesos.
En cualquier caso, siempre es indispensable consultar con un médico veterinario a la hora de implementar cualquier dieta para las mascotas, sea cual fuera la tendencia.