Norberto Magris fue una persona multifacética: gran amigo, padre y esposo, se desempeñó como docente, empresario, comerciante, funcionario público y escritor. A lo largo de su vida, pasó por diferentes ámbitos y ocupó distintos roles, pero hoy, ante su inesperada ausencia, todos los que tuvieron la suerte de conocerlo coinciden en recordarlo como una “excelente persona” y un “gran emprendedor”.
Con estas palabras lo elogiaron sus familiares, amigos y allegados el día de su partida, el pasado lunes 26 de octubre. Vecino de Unquillo hacía más de veinte años, donde eligió vivir con su esposa e hijos, Norberto se involucró activamente en la vida de la comunidad desde el principio, formando parte de diversos proyectos.
Para el Instituto Educativo Nuevo Milenio, su participación fue particularmente especial. Se desempeñó como presidente de la Fundación Unquillo Nuevo Milenio, quedando siempre vinculado a la misma, con sus invaluables aportes.
En 2015, se integró al gobierno del actual intendente Jorge Fabrissin como secretario general, cargo que sostuvo hasta principios de este año, cuando debió renunciar por motivos de salud. “Mi objetivo es demostrarles a los vecinos que si hacemos una acción diferente y si tenemos gente que piensa honestamente, podemos cambiar el rumbo de Unquillo y nuestro país, pero para eso tenemos que estar unidos y trabajar juntos”, declaraba el flamante funcionario en 2016, durante una entrevista con El Milenio.
Norberto siempre tenía una sonrisa y la palabra justa para quienes lo necesitaban. Foto E. Parrau/El Milenio.
En los últimos años, Norberto cultivó una nueva faceta de su inquieta personalidad: la de escritor. Así, en agosto de 2019 publicó “Sumar, restar y no mentirse”, un libro que conjugaba su experiencia como emprendedor, comerciante y funcionario público con el objetivo de brindar al lector una serie de claves para mejorar su vida personal y sus negocios, identificando aspectos positivos y negativos a la hora de encarar una iniciativa.
“Lo que más me emociona es la posibilidad de tener un impacto positivo en las personas. Decir alguna palabra, frase o idea que pueda cambiar y mejorar la vida de alguien en cualquier parte del mundo. Ese es mi principal deseo”, comentaba el autor en una nueva conversación con El Milenio, hace poco más de un año.
Para todos, Norberto fue la persona que siempre estuvo dispuesta a escuchar y ayudar a los demás, contagiando optimismo y entusiasmo en cada espacio del que formó parte. Honesto y respetuoso, nunca le negó el saludo ni la sonrisa a nadie. Con sus palabras, brindó consejo y guía a quienes acudían a él. Hoy, ante su súbita pérdida, la comunidad de Unquillo y sus compañeros del Instituto Educativo Nuevo Milenio lo despiden con profunda tristeza y eterno cariño.
“Sumar, restar y no mentirse” se publicó el año pasado y fue relanzado hace pocos meses en formato digital a través de Amazon. Foto E. Parrau/El Milenio.
“Gracias por tu legado y amor a la educación, amigo y compañero. Gracias por las raíces de este árbol enorme que dejaste, que acompaña el vuelo de tantos hijos. Te recordaremos con el mismo amor que nos enseñaste y regalaste. Que en paz descanses, querido Norberto”.
Instituto Educativo Nuevo Milenio.
“Era un hombre inteligente, oportuno con lo que decía, conciliador, respetuoso y de convicciones firmes, todos lo queríamos. Él siempre tenía una mano para dar, no podía quedarse al margen. Desde el principio, apoyó la iniciación del colegio y puso todo lo mejor de él para la concreción de este proyecto”.
Marta Parisi, directora general IENM.
“Contagiaba optimismo y actitud positiva. Tuvo una visión de progreso en todo lo que se propuso hacer en la vida. Fue quien nos dio aliento y nos dijo que sí se podía pensar en una escuela para nuestros hijos, con los principios que siempre cultivamos como familia”.
María Laura “Chichi” Baima, directora Nivel Primario IENM.
“Recibimos con mucha tristeza esta lamentable noticia. Norberto era muy querido por nosotros, siempre tratando de hacer lo mejor para todos, comprometido con el otro. Se nos fue una gran persona. Lo recordaremos con muchísimo cariño”.
Graciela Risso, presidenta Fundación Josefina Valli de Risso.
“No es fácil poner en palabras lo que Norberto significó para el Nuevo Milenio: empuje, garras, fuerza, corazón, desafío, iniciativa. Confiaba en la palabra y la ponía a rodar en acciones. Creía en los sueños de aquellos que, con tan poco, miraban bien alto. Cuidaba a quienes conocía, los valoraba y recuperaba lo mejor de cada uno. Es de aquellas personas que perduran en la historia y, gracias a él, hicimos la nuestra”.
Alejandra Gait, directora Nivel Secundario IENM.
“Para mí Norberto fue un corazón emprendedor y al servicio de otros. Era empático, comprensivo y conciliador. Sabía escuchar y contener, al tiempo que te daba fuerzas para seguir. Tuvo muchos proyectos, pero siempre pensando en dejar algo para la comunidad. Así fue con esta escuela, a la que ayudó a dar sus primeros pasos, creyendo en la educación con amor y saber. Un logro compartido, gracias a este hermoso ser”.
Natalia Boffelli, coordinadora Sopp IENM-IMVA.
“Estamos realmente muy tristes con lo ocurrido. Personalmente apreciaba mucho a Norberto. Una bella persona, amable, carismático, dispuesto a ayudar, siempre con una sonrisa en el rostro y así es como lo recordaremos”.
Carolina Pesasi, representante legal IENM.