Desde DISCAS, un grupo dedicado a ayudar a animales rescatados con diferentes discapacidades, en su mayoría perros paralíticos movilizados en carritos de ruedas, informaron sobre las “bicheras”, cómo prevenirlas y cómo brindar atención temprana.
Desde la agrupación destacaron que se recomienda principalmente acudir al veterinario para una mejor limpieza y control. Por lo que en su página de Facebook dieron a conocer que durante el verano muchos animales sufrieron de la mencionada problemática.
Esta condición se llama MIASIS: provocada por la presencia y desarrollo de larvas de moscas en distintas localizaciones del huésped.
Según la localización se pueden clasificar en:
- Miasis cutáneas (se inician por los tejidos superficiales de la piel).
- Miasis subcutáneas (debajo de la piel).
- Miasis caritativas (en cavidades nasales, genitales, etc).
- Miasis orgánicas (con localizaciones internas).

DISCAS se dedica a ayudar a animales con discapacidades.
También explicaron que, “si bien, ésta es una forma correcta de clasificación, por lo general, ocurre que la enfermedad avanza con el transcurso del tiempo, pasando de un estado al otro, incluso pudiendo llevar a la muerte del animal, en caso de no ser controlada”.

La miasis es una enfermedad causada por larvas de moscas.
“La miasis es una enfermedad causada por larvas de moscas; pero es conveniente aclarar que no son todas las moscas las que son capaces de ocasionar este flagelo, sino que por el contrario las especies de moscas que evolucionaron y se adaptaron a la vida parasitaria son pocas”, destacaron.
La mosca que necesita de tejido para su etapa larva es de “animales vivos” y éste es el caso de “Cochlliomya (Callitroga) hominivorax”, la más peligrosa en lo que respecta a la enfermedad. En estado adulto se le reconoce por ser bastante grande (8-12 mm) de color azul verdoso. Es atraída por la sangre del animal que se encuentra con lesiones supurativas y tejido necrótico. Puede provenir de una herida grande o pequeña.
Cada hembra pone alrededor de 3000 huevos. Entre las 12 y las 24 horas salen larvas de alrededor de 1,5 mm. Estas son muy activas y migran rápidamente hacia el centro de la herida para comenzar a alimentarse, penetrando cada vez más en ésta, desgarrando los tejidos y provocando lesiones tipo “bolsillo”.
Se nutren hasta los ocho días donde ya se encuentran desarrolladas con un tamaño de 12-15 mm, para luego caer al suelo donde pasan al próximo estado conocido como “pupa”, y luego a mosca.
Durante su vida parasitaria, las larvas provocan una laceración continua de los tejidos, tanto hacia los bordes como hacia la profundidad de la lesión, llegando entonces, hacia tejidos duros y cavidades, produciendo lesiones en centros u órganos vitales, dando lugar a septicemias, hemorragias, toxicosis y llevando a la muerte del animal si no se toman medidas a tiempo.
Reconocer la presencia de una bichera es fácil, ya que se ven a simple vista las larvas y las lesiones emanan un olor desagradable.
Las miasis son comunes en nuestro país desde el mes de octubre hasta abril, dónde las pupas encuentran la mejores condiciones (temperatura y humedad) para evolucionar a moscas y continuar el ciclo. No obstante, esto no quiere decir que no haya casos en otras épocas del año, solo que el porcentaje es considerablemente menor.
Para llevar un buen control y tratamiento, es necesario un correcto mantenimiento de la higiene en los hogares y patios, así como el combate de las moscas con productos insecticidas. También, se debe de prestar atención a la presencia de heridas en los animales, no importando el tamaño de éstas, realizándoles la limpieza y curación pertinente, así como la aplicación de productos antimiásicos (curabicheras).
Finalmente, cabe destacar que no se debe colocar el curabicheras si quedan larvas en la herida, esto sería perjudicial. Primero, hay que limpiar toda la zona hasta que quede esterilizada, sin bichos y luego aplicar el producto. Este producto no debe ser usado en gatos ya que es tóxico para ellos.