El temor a la hoja en blanco o la dificultad para plasmar las ideas, son algunas de las problemáticas más frecuentes para quienes quieren escribir. Sin embargo, María Laura Soteras es una ferviente convencida de que todos pueden hacerlo y de que la creatividad es una práctica.
Contadora pública de profesión y escritora por vocación, se define a sí misma como una “contadora de historias”. Oriunda de La Rioja, hoy se encuentra instalada en Villa Carlos Paz y recorre el país, poco a poco, con el objetivo de promover la escritura creativa a través de sus talleres.
“Almas con aroma a tinta” –como se define el proyecto- surgió hace algunos años atrás, cuando María Laura ingresó a una biblioteca de su ciudad natal, buscando talleres para formarse, en lo que entonces, solo era un hobbie. Al recibir la negativa, le “salió del alma” ofrecerse a dictar capacitaciones.
De esta manera, comenzó el camino de lo que Soteras consideró su “misión”. Los cursos no son solo presenciales, también los dicta vía online a todos los países de Latinoamérica. ¿Su método? Identificar el potencial de cada uno de los asistentes. “Todos somos creativos, todos podemos escribir, solo se trata de animarnos a improvisar y jugar”, afirmó y con ese pensamiento va forjando nuevas mentes originales y con el afán de narrar.
“Todos somos creativos, todos podemos escribir, solo se trata de animarnos a improvisar y jugar”

Fotografía gentileza El Emporio
El Milenio: ¿Cómo surgió tu pasión por la escritura?
María Laura Soteras: Mi pasión por la escritura en realidad nació desde que era chica. Escribía cuentos, fabulas, las dibujaba también, pero era un hobbie. Después con la adolescencia seguí con la poesía y mis diarios. Un día, luego de asistir a varios talleres, me di cuenta que era lo que amaba hacer y lo reafirmé luego de coordinar un taller en La Pampa, noté que le hacía bien a las personas escribir y decidí que esa era mi pasión, mi misión.
EM: ¿De qué manera se gestó “Almas con aroma a tinta”?
MLS: Fue un sueño. Me acerqué a la biblioteca para asistir a un taller de escritura creativa y no había, me nació del alma decir que yo lo podía dar. Desde ahí empecé a investigar, a leer más, conocer sobre la escritura creativa, los disparadores, diversos autores y llevaba mi material para crear junto a jóvenes y adultos, una vez por semana; lo que se generaba era realmente mágico, vibrábamos todos en la misma sintonía. Luego a eso tuve que ponerle un nombre, que surgió a partir de lo que yo considero que son las palabras. Tiempo más tarde, casualmente, una persona que asistía me comentó que cuando entraba en la biblioteca, sentía que su cuerpo quedaba afuera y solo rondaba su alma, ahí me dije que las almas no eran solo las palabras, sino también las personas que nos encontrábamos ahí.
Mi taller está enfocado en descubrir el potencial de cada uno, para estimularlo desde ahí. Cada uno tiene su estilo, el arte es subjetivo, no apelo a encontrar errores, sino más bien hallar la faceta que identifica a cada uno.

Fotografía gentileza El Emporio
EM: ¿Cuál es tu técnica para identificar lo que caracteriza a cada uno de los asistentes a los talleres?
MLS: Todos somos creativos, todos podemos escribir, solo se trata de animarnos a improvisar y jugar. Luego de plantear algún tema o técnicas para mejorar la escritura, surgen disparadores creativos, como consignas, hay variados en función de las temáticas. Los invito a jugar y en el momento surgen ideas, cada uno se va con eso para crear en su hogar o el sitio que destinen.
El próximo encuentro es leer lo que cada uno hizo, debatimos y vamos encontrando el potencial de cada uno, a veces no se dan cuenta que empiezan a aplicar recursos, algunos hacen monólogos muy buenos, se destacan en descripciones o determinados géneros.
A medida que vamos avanzando, van surgiendo más cosas. La duración de cada taller ronda entre un mes o cuatro, depende la temática; mientras que, las jornadas son de una hora y media, se puede extender hasta dos horas.

Fotografía gentileza El Emporio
EM: ¿Qué es lo que más disfrutas como escritora?
MLS: La música de las palabras, realmente para mí las palabras cantan, me susurran. En ese momento siento que vuelo, que me traslado a otros mundos. La escritura es eso, magia. Me permite disfrutar y me encuentro conmigo misma en ese momento. Tengo mis rituales para hacerlo, velas con aroma, lámparas, luz tenue, un paisaje que quiero contemplar.
EM: ¿Cómo describirías el proceso óptimo de escritura?
MLS: El arte escapa de las estructuras. Si bien es necesario un hábito, creo que primero es dejarse ser, fluir con la tinta en el papel, escribir lo que salga. Después hay tiempo para desechar, desestimar lo que puede ser superfluo o aburrir al lector. Pero, en principio hay una idea y luego se van a ir ordenando acontecimientos, dándole vida a los personajes, siempre agregándole un condimento que es fundamental: lo sensorial, emocional, lo estético.
El escritor debe convertir al lector en el sujeto de su arte y acompañar a la imaginación por los senderos del texto, invitando a que el lector incorpore también su impronta. Luego reescribir, pero lo primero que buscamos a través de los talleres es desinhibir a la palabra, después hay tiempo para buscar sinónimos, mejorar descripciones, cortar, cambiar palabras. Escribir es jugar.

María Laura Soteras se dedica de lleno a la escritura hace cinco años.
EM: ¿Qué haces ante un bloqueo?
MLS: Salgo a caminar, me gusta mucho la naturaleza y en ella encuentro mucha inspiración. Salgo porque cuando uno pasea observa, presta atención, uno encuentra de vuelta las ideas para regresar y fluir.
EM: ¿Cuál es el rol de la lectura para lograr escribir?
MLS: Amo leer. Borges lo decía, primero se debe ser un buen lector y después escribir. Leo varios géneros, me gusta la novela negra por lo completo, pero también otros tipos. Me encanta dedicar el tiempo a la lectura, es un momento de placer, a la luz de una lámpara, a la noche, o en un jardín, la montaña. Es fundamental para escribir, porque mejora nuestro vocabulario, sintaxis, gramática, descripción, fomenta y desarrolla nuestras capacidades, para después escribir mejor.
EM: ¿Cuál es tu definición de creatividad?
MLS: Es una manera de ser, de estar en el mundo y trascender. En las obras está nuestro ser más auténtico, nos sana ante el caos que a veces genera lo cotidiano, el ruido de la rutina. La creatividad es un momento de calma. Es seguir viviendo también, estimo que todos los que creamos lo que sea, queremos trascender, seguir viviendo, es un deseo implícito.

Tras el encuentro, Soteras continuó charlando con los asistentes promoviendo la escritura.
EM: ¿Cuáles son tus proyectos a futuro con la escritura?
MLS: Infinitos, seguir expandiendo esto de la escritura creativa en nuestro país. Es una asignatura tan infinita y tan importante que en los países anglosajones y europeos forma parte de una materia; mientras que, en nuestro país es muy nuevo.
Es importante porque nos estimula a imaginar, crear, a conectarnos con nosotros, con el otro, a escuchar. También quiero terminar una novela que estoy escribiendo y continuar haciendo cuentos, que tengo ahí, dando vuelta.