En sus 12 años como presidenta del Centro de Jubilados de Mendiolaza, María Inés ha trabajado incansablemente a favor de los abuelos. En diálogo con El Milenio, se expresó sobre su larga y emocionante labor en el centro que núclea a más de 400 socios.

- Por Florencia Taddey.
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El Centro de Jubilados de la localidad de Mendiolaza se encuentra dirigido por María Inés Maitines Andrada. “Yo soy presidenta del Centro de Jubilados, pero como nací para ser mandona entonces manejo, dirijo, hago y deshago”. Destaca que tiene un equipo maravilloso que la acompaña en todas sus locuras. “Sí doctora, métale para delante”, suelen decirle.
Su trabajo comenzó de pura casualidad. Un día, “de pasada”, antes de irse a un asado, entró al centro de jubilados. “Tenía dos piezas, no había baño, sólo un cablecito con una bombita de 75w, un mueble destartalado, junto con una mesa y cuatro sillas”, relata.
Ante este panorama, Inés decidió sumarse y colaborar con el centro. Entre sus primeras acciones se encontraba buscar socios adherentes, que pagaran una ínfima cuota, cuya recaudación se destinaría a mejorar el lugar.También compró, de su propio bolsillo, aires acondicionados para toda la oficina.
Luego, llegaron las elecciones. Allí fue candidata a secretaria, pero tras la renuncia del presidente fue nombrada su sucesora. Cargo que ocupa hasta el día hoy, desde hace 12 años.
El Milenio: Hoy ¿Cómo funciona el Centro de Jubilados?
María Inés Maitines Andrada: Funciona gracias a la ayuda de Dios, nada más. Porque el Centro de Jubilados es independiente, autónomo. No pertenece a ninguna institución ni bando político,ni religioso, ni a la municipalidad, ni al PAMI, ni al gobierno. El Centro de Jubilados funciona por un grupo de viejas, como yo, que hemos decidido cumplir con un mandamiento: Ama a tu prójimo como a ti mismo.
EM: ¿Qué perfil de jubilados asisten a las actividades que propone el Centro?
MIMA: Muy variado, de todo nivel sociocultural.
EM: ¿Cómo dan a conocer las actividades que se realizan?
MIMA: Nosotros pertenecemos a la agencia que está en Unquillo, entonces todos se acercan al lugar y ahí se enteran.
EM: ¿Cómo se sostiene económicamente el centro de jubilados?
MIMA: Con una cuota de $40 que tienen que aportar todos los socios, pero, lamentablemente, sólo la mitad tienen la voluntad de abonarlos. Cuando comencé a trabajar había 75 y actualmente hay 401 socios activos.
EM: ¿Qué relación tienen ustedes con el PAMI? ¿Qué actividades realizan allí?
MIMA: El PAMI tiene un eslogan muy lindo, pero que en la práctica me dan ganas de matarlos. Ellos tienen un cartel donde dice: “Todo lo que ofrece PAMI es gratuito”. PAMI le está pagando una pedicura, una fisioterapeuta y un programa que se llama HADOB, de hipertensión arterial,diabetes y obesidad. Dentro de este programa tenemos yoga, taller de memoria,gimnasia para tercera edad y una nutricionista.
Y también nos dan un incentivo económico,que es muy minúsculo, pero que me sirve para saldar la cuota de aquellos afiliados que no pagan.

Hay otro que se llama PAMI informa y Pro-bienestar que me da 108 bolsones con mercadería.También se entregan bolsones especiales, un poquito más grande y 16 bolsones para aquellos que tienen diabetes. El día de la entrega de bolsones es un día de gloria, porque al mediodía se preparan comidas y se lo invita al intendente,al jefe de PAMI y a algunas personas que queremos que estén presentes.
PAMI, además, festeja los cumpleaños.Estamos presentes en todas las necesidades, no sólo las físicas sino también las espirituales. Pero hay un problema: PAMI no paga todos los meses, por cuestiones políticas.
EM: ¿Reciben ayuda por parte de alguna otra organización?
MIMA: Sí, la Municipalidad de Mendiolaza. Con el intendente estaré agradecida hasta el día de mi muerte, porque tiene una sensibilidad especial con la gente de la tercera edad. Él es el padrino del Centro de Jubilados y nos da una donación todos los meses para pagarle a una persona para que limpie todo el centro y para que atienda el teléfono o el consultorio del médico. También tenemos ‘socios adherentes’ que son las personas que están a punto de jubilarse y que necesitan hacer yoga, o que están deprimidas y se sienten solas.
Yo quiero que se tome conciencia que la gente de la tercera edad sufren mucha soledad, mucho abandono, no por que todos sean malos hijos sino por el mismo ritmo social. Aunque la abuela se esté arrastrando, tiene que ver y controlar que los niños vayan a la guardería, ver quién los lleva, quien los trae, prepararles la comida o la ropa. Entonces hay momentos que los viejitos no tienen tiempo para ellos mismo, para hacer yoga o los talleres de la memoria.
EM: En la actualidad ¿En qué condiciones se encuentra el Centro?
MIMA: Mucho mejor que al principio. Gracias a la colaboración del intendente se construyó un salón de 165 mts², que cuenta con asador, cocina a gas, alacena, bachas, horno pizzero, elementos para hacer pollo al disco, cuatro heladeras con freezer, cinco ventiladores,microondas, entre otros.
Ahora me van a donar una camilla de pedicura, ya que la que teníamos fue llevada por el agua de las inundaciones.También he conseguido que los militantes del PRO me donen tablones y sillas,porque es necesario, para el uso y disfrute de los abuelos.