El Milenio

Noticias de Sierras Chicas

“Yo me bajo cada vez que subo”

Con mucha presencia escénica, la bailarina y actriz Elba Arce dialogó con El Milenio sobre su gran recorrido por arriba y debajo de las tablas. “El escenario es un espacio de exposición fuerte, se trata de un lugar al que hay que amar y respetar, no es cuestión de subirse y estar así porque sí”, precisó la artista.
  • Colaboración: Paloma Santillán, Rocío Garrido y Paula Brizuela. 4°A IMVA.

María Elba Arce es una bailarina y actriz de primer nivel, que a lo largo de su recorrido cosmopolita supo complementarse a través de las diversas artes escénicas. Desde el año 1996 que reside en cordón serrano, aunque la artista siempre estuvo en contacto con la región ya que durante toda su infancia vivió en el vecino Argüello.

elba-arce


El Milenio: ¿Desde cuándo surge su pasión por el arte escénico?

Elba Arce: Yo nací con eso, es como una segunda piel que uno tiene, es como el color de tus ojos. Uno nace con una sensibilidad especial por el arte, es como un sentimiento tan incorporado que cuando uno es más grande se da cuenta que eso tiene nombre, que se llama arte; pero cuando es niño simplemente juega.

EM: ¿Qué circunstancia de la vida la impulsó a dedicarse al arte escénico?

EA: Empecé a dedicarme al arte escénico ya como un trabajo de investigación y no simplemente como un juego, sino como una disciplina, entre los 17 o 18 años. A esa edad comencé a descubrirme cuando tocaba la guitarra, simplemente como acompañamiento en el canto. Pero no sabía tocar la guitarra y aprendí junto a mis hermanos mirando a quienes los hacían a través del televisor.

En las artes escénicas, por ejemplo empecé a jugar con la representación teatral, entonces me encantaba hacer cuentos, dirigiéndolos y actuándolos, aunque también invitaba vecinos.

EM: Sabemos que usted es actriz y bailarina, ¿con que profesión se identifica más?

EA: Con la de bailarina, porque estoy enamorada de esta disciplina. Aunque siempre la actuación fue un gran complemento al que no sólo nutrí con mi estudio en la universidad, sino que también hice mucho teatro callejero, pero  siempre, al mismo tiempo, practicaba danza.

En esta línea, estudié varios años  danza contemporánea en el teatro San Martín y con grandes profesores. Por lo que a través de ella, busqué mi cuestión identitaria,y descubrí que en mis venas corre no solamente sangre argentina, también uruguaya y brasileña, por lo que el cuerpo, que es un lugar tan maravilloso, si lo escuchás, te va diciendo cosas ancestrales.

elba-arce-2
“Yo no decaigo, siempre estoy con ganas de aprender más y este me parece que es el mayor logro, el continuar realizando mi tarea artística hasta que me convierta en “colibrí”, expresó Elba Arce a El Milenio.

EM: ¿Qué la inspira en su carrera?

EA: Hay varias cosas que me inspiran, pero hay una que lo hace más que cualquier otra cosa y es la posibilidad de decir, la posibilidad de expresar, la posibilidad de tener otros canales de expresión que no sean nada más que la palabra.

Para mí la comunicación que se genera en el arte es uno de los grandes motivos de la misma. De hecho, antes que el arte se llamara arte, antes que una expresión se llamara expresión, el hombre y la mujer se han manifestado en todos lados a través de la pintura, de la danza, golpear las manos, las rondas, el canto, porque es un modo de expresión humano.

EM: A lo largo de su carrera como actriz y bailarina ¿Cuál fue el trabajo más importante que hizo?

EA: Hay como distintos modos de llamar “importante” a un trabajo, por ejemplo he dado clases de teatro para niños durante muchos años en Córdoba, en lo que era el centro vecinal, para mí poder jugar con los niños y ponerlos en escena era fascinante. Por otro lado, “La Divina Comedia” de Dante Alighieri, fue uno de las cosas más maravillosas que hice porque estudié muchísimo y se fue parte de mi vida durante tres años.

Ahora estoy haciendo “Hembra del Desierto Caudilla Chapanay”. En la misma represento a una bruja que va abriendo caminos, la misma tendrá como resultado final una película.

EM: ¿Cuál considera usted que es su mayor logro?

EA: Mi mayor logro creo que es seguir haciendo lo que me gusta, no haber abandonado este amor que tengo por lo que hago, buscarle la vuelta, por ejemplo estudié siete años de artes plásticas nada más que para incorporar conocimientos a la danza que se han visto desde esta. Fue así que iba descubriendo dos mundos paralelos, que en realidad son uno mismo.

elba-arce_1EM: ¿Cuáles son las metas que todavía no ha cumplido? 

EA: Hay una meta que me gustaría haber cumplido, se trata de transmitir más conocimientos, es decir, lo he ido haciendo pero me gustaría hacerlo más todavía.

El otro día me invitaron a un hogar de día, donde había muchas señoras mayores, mayores que yo inclusive, entonces trabajamos la “Mamá Vieja”(personaje que representa a las antiguas reinas africanas, las sabias del grupo, pero también a las esclavas que ejercían de nodrizas, cocineras y limpiadoras), por lo que les enseñé,a través del candombe, el trabajo de la mamá vieja y que ella requiere tener cierta energía,a pesar de la edad, para poder bailar.

Si bien puede haber una representación de la misma en gente joven, cuando estás en una comparsa de candombe real, la mamá vieja es una mujer grande, entonces también tiene sentido el arte como la vida misma en las personas de todas las edades, no es que el arte es algo específico, el arte nace con uno y muere con uno,pero hay muchas personas que lamentablemente lo esconden.

EM: ¿Cuándo piensa bajarse del escenario?

EA: Yo me bajo cada vez que subo (risas). Siempre me bajo del escenario, me subo al escenario y me bajo del escenario, es tan bonito estar en él, como para no querer estar ahí. El escenario es un espacio de exposición fuerte, se trata de un lugar al que hay que amar y respetar, no es cuestión de subirse y estar así, porque sí.

Pero también me gusta tener intimidad y eso se logra bajando. Me parece que poder desarrollar una profesión como esta y después estar abajo del escenario haciendo otra cosa, es muy bueno.