- Adriana Belén
- Lic en Psicopedagogía. MP 14-1387
- Natalia Boffelli
- Lic. En Psicopedagogía. MP 13-1567.
Así llegamos a una etapa clave de la vida de los adolescentes donde esta necesidad de trabajo autónomo se hace necesaria y fundamental, como lo es la elección de que quiero ser y hacer en la vida. Forma parte de una decisión de vida que los acompañará desde los 18 años en adelante, que cubrirá sus necesidades personales, sus sueños, logros.
Elaborar un proyecto de vida personal implica realizar un recorrido a lo largo de experiencias vitales que fueron dando forma a la identidad de un ser humano, en un determinado contexto socio-cultural. Esta tarea plantea la necesidad de confrontar la imagen que cada persona tiene de sí misma expresada en sus conductas, expectativas, ideas de vida y las demandas que provienen de las personas, grupos e instituciones con las que interactúan, dentro de su particular marco ideológico.
Elaborar un proyecto personal de vida pone en juego la dinámica emergente entre el quién soy y qué hago… entre el quién quisiera ser y qué quisiera hacer. Proyectar implica anticipar situaciones futuras e involucrar proceso afectivos intelectuales que se encuentran vulnerables en la adolescencia, por tratarse de la etapa vital en que se produce la crisis de identidad más nuclear e importante del desarrollo psicológico humano.
Para poder elegir, hay que saber. Para saber, hay que revisar lo que se tiene como cierto y lo que se desconoce, teniendo en cuenta que se tiende a sostener lo que se conoce tanto más obstinadamente cuanto más otras cosas se desconocen.
Un proceso de orientación es comenzar a construir un proyecto personal de vida que exige desarrollar algunos aprendizajes básicos, que se relacionan con orientar dicho proyecto a partir de determinados valores, el indagar y recoger información sobre las distintas alternativas de elección, la aceptación de que elegir implica también renunciar, el actuar con compromiso responsabilizándose de las consecuencias de las propias decisiones.
Para ello, la Provincia de Córdoba ofrece espacios a través de encuentros que dan a conocer variedades de informaciones que los alumnos pueden obtener y procesar información, acorde a los niveles de proceso vocacional en que se encuentre, de diferentes carreras a seguir mientras se cierra el camino de selección, elección y decisión final de lo que se desea.
Ante puesto a ello, el nivel secundario del IENM Y IMVA, como otros institutos secundarios, a través de áreas curriculares y proyectos afines, realizan pasantías laborales en la zona de Sierras Chicas, fortalecen el conocimiento de sí mismo, a través de biografías logrando reconocer el camino de lo que han llegado a ser y su contextualización familiar y escolar, las influencias que el entorno les dio –negativas y positivas-, las estimulaciones experimentadas, que son buenas reconocer dado que pueden llevar al fracaso o éxito de elecciones.
Romper con lo que desvaloriza y resaltar lo positivo forma parte del aprendizaje. Generando espacios de actividades que ayudan a construir su propio futuro. Lo importante es que el alumno que está en posición de elegir sepa que la elección es de cada uno, que su contexto lo formó, lo moldeó pero es un ser individual con capacidad de decidir. Sería bueno preguntarse: ¿soy el que quiero ser?, ¿Soy lo que quiero que sea? Animarse a decidir es animarse a ser uno mismo.