- Por Matilde Ferrer y Faustino Capozucca 4° Imva. Justina Alloatti, Pedro Gatti y Santiago Esbry 4° Ienm.
Germán Luis Ferrer es un vecino de Mendiolaza de 56 años de edad, que a lo largo de su vida vivió diferentes tipos de “aventuras” o situaciones que le hicieron pensar sobre su rol como abogado, padre e incluso como ser humano.
“Uno tiene que animarse a desnudarse delante de todo el mundo y decir “esto soy yo´´, si escribimos es porque queremos transmitir algo”, sostiene en una entrevista para El Milenio.
Con más de cinco libros publicados hasta la fecha, Germán navega entre libros que relatan aventuras reales que le sucedieron en la vida, como sobrevivir a un accidente en una excursión a las montañas, hasta relatar cómo se vivieron esos años confusos entre el paso de la dictadura a la democracia en Argentina.

El Milenio: ¿Cuántos libros escribiste y de qué tratan?
Germán Ferrer: Tengo escrito cinco libros y publicados cuatro. Uno de los libros es mi tesis doctoral, que es una cuestión jurídica, técnica, que tiene que ver con el lenguaje, pero no diría que es literatura, es algo técnico, fuera de ese libro tengo otros tres libros publicados que son “Laberintos del Destino”, “De Utopías y Naufragios” y “Entre la Locura y la Muerte”.
El primero de los libros, es una crónica, no es ficción, refiere a una expedición de montaña, en donde fuimos un grupo, entre los cuales estaba yo y mi esposa, y ella tuvo un accidente cerebro-vascular a casi 5000 metros y hubo que evacuarla y bajar y estuvimos 2 días hasta llegar al hospital y todo eso que fue algo muy fuerte y fue eso lo que me motivó a escribirlo.
Los otros 2 libros publicados son libros de ficción, “De Utopías y Naufragios” tiene que ver con la experiencia del volver a la democracia después de la dictadura militar y la realidad, no diría de hoy porque ese libro fue escrito hace más de 10 años o 10 años quizás, pero la realidad de la Argentina del momento en el cual fue escrito, no es un libro político ni incursiona en cuestiones políticas, sino que tiene que ver con la ilusión, la esperanza, las utopías de algún momento y cómo, de una generación se fueron desmoronando y llegar a una realidad en la cual esas utopías se transformaron, más bien en un naufragio, la historia de un personaje y es ficción, no hay ninguna historia real en eso.
El tercer libro publicado tiene que ver con las dificultades que suelen plantearse en las relaciones entre padres e hijos o entre adultos y jóvenes, hay un paralelo entre dos personajes principales con dos historias paralelas que luego se entrecruzan.
EM: ¿Cómo llegaste a la escritura siendo abogado? y ¿Qué te motivó para empezar a escribir?
GF: La relación entre las letras y el derecho tienen que ver con el lenguaje, yo sostengo que para cualquier abogado escribir es más fácil, porque estás familiarizado con el lenguaje y es una herramienta necesaria, así como, el que es atleta le va a ser más fácil explicar ciertos deportes porque hay una habilidad que la tiene, los abogados, en general, tenemos esa habilidad de manejar el lenguaje porque es lo que nosotros necesitamos para ejercer nuestra profesión, pero la realidad es que mi conexión con la escritura tiene que ver con la lectura, cuando uno empieza a encontrar o a apasionarse con lo que lee, se da cuenta que uno tiene también muchas cosas adentro que quiere decir.
EM: ¿Qué es lo más complejo al momento de escribir y publicar una novela?
GF: voy a separar la pregunta en dos, una cosa es escribir y otra cosa es publicar. Para escribir, desde mi punto de vista, lo más difícil es animarse a exponerse, yo siempre digo que uno tiene que animarse a desnudarse, delante de todo el mundo y decir “esto soy yo”, porque incluso al escribir ficción, aunque uno utilice un personaje, ese personaje transmite cosas.
Uno escribe porque tiene la necesidad de decir algo, y alguien tiene que escucharlo. Eso que uno tiene para decir, es algo que tiene adentro y lo saca a través de un personaje, a través de una situación, y eso creo que es lo más difícil: animarse a exponerse. Quizás el lector no lo advierte, pero yo cuando veo lo que escribo, me encuentro y descubro cosas buenas mías y mis miserias más profundas.
Creo que toda expresión artística es una forma de exponerse y de transmitir emociones y con el lenguaje, con la literatura es como uno más se expone, porque es más claro, probablemente una creación musical.
Creo que toda expresión artística es una forma de exponerse y de transmitir emociones y con el lenguaje, con la literatura es como uno más se expone
Germán Ferrer
EM: ¿Cómo fueron tus experiencias con tus publicaciones, con tus libros que pudiste publicar?
GF: bueno, tengo que aclarar que soy escritor y publico libros, pero no para que la gente los lea tanta gente. He encontrado muchas satisfacciones al haber publicado y haber recibido la devolución, pero mis libros se cuentan en cientos de lectores, que en término de libros es nada, los libros se deberían contar en miles o decenas de miles. La primera edición de “Laberintos del destino” eran 900 libros y los otros libros fueron 400 y no es que anda el público ansioso esperando otra edición.
De todas formas, para mí fue una gran satisfacción tener el libro terminado y decir acá está lo escribí y me animé a publicarlo y a recibir la devolución de los lectores, que en su gran mayoría son amigos o parientes. Lo más cerca de ser una celebridad de la literatura, fue una vez escalando en medio de la montaña una gente me reconoció y reconoció a mi familia porque había leído “Laberintos del destino” en el que toda mi familia aparece de un modo u otro. Nos pidieron sacarnos una foto y estuvimos hablando un rato largo sobre el libro y para mí fue una linda experiencia, después quedamos en hacer una llamada con un grupo de gente que leyó este libro.
EM: ¿Tenés alguna temática favorita o recurrente y qué es lo que te inspira a escribir?
GF: No tengo una temática favorita para escribir, yo creo que van surgiendo cuestiones que, por distintos motivos disparadores, hacen que uno escriba algo. Me gusta mucho la ficción, las novelas, pero en cuanto a la temática, la veo muy variada. Creo que la literatura ficcional trata del ser humano y con eso se abarcan todas las temáticas
Lo que me inspiró para escribir mi primer libro y lo que me llevó a decir esto lo puedo hacer fue una experiencia muy fuerte que fue el haber estado junto a mi mujer peleando por su vida bajando por la montaña y todo lo que sintió después, porque todos imaginan que llegué al médico y que ahí se terminaba la odisea, pero siguió por bastante tiempo esquivando a la muerte que andaba acechando al lado.
Ahora eso fue una experiencia muy fuerte con la que sentía la necesidad de sacarlo, es más cuando me decidí a escribir eso me senté y lo escribí de corrido, porque era algo que estaba necesitando hacer.

EM: ¿Qué lugar ocupa la escritura en tu vida y cuál es tu objetivo como escritor?
GF: Esto de objetivo como escritor me queda grande, yo soy abogado, me siento cómodo como abogado, pero escritor sería un poco arrogante auto decirme escritor, técnicamente sí escribo libros y público, soy escritor, pero en realidad no me siento con ese título.
Cuanto a objetivos, me gustaría retomar el libro que tengo terminado y corregirlo o reescribir o introducir aquellas cosas que han cambiado en mí o en el mundo que me hacen cambiar lo que yo tengo para decir y publicarlo. Pero lo voy a hacer cuando sienta la necesidad, hoy siento que hay algo inconcluso y a mí me gusta terminar las cosas. Ernesto Sábato decía que hay que escribir cuando no hay más remedio, cuando es absolutamente necesario, cuando uno tiene la necesidad absoluta de sacar afuera las cosas, porque escribir es algo desgarrador. Yo no lo siento tan desgarrador, pero si es muy movilizante. Entonces mi objetivo sería reescribir ese libro, corregirlo, terminarlo y publicarlo, pero lo voy a hacer cuando crea que es el momento interior mío para hacerlo.
EM: ¿Cuál es tu mayor logro en relación a la escritura?
GF: como escritor, me siento orgulloso de haberme animado a escribir, publicar y a enfrentar el mudo exponiéndome de esa manera, especialmente en el primer libro, porque ni siquiera tuve en ese caso el recurso de esconderme detrás de un personaje, con lo que uno se siente más protegido, disfrazado. En ese caso era yo, y está expuesto ahí descaradamente y descarnadamente lo que yo soy, o lo que era en ese momento con todos mis sentimientos, mis miserias, muchas cosas de las cuales estoy lejos de sentirme orgulloso.
Sí estoy orgulloso de haberme animado, de haberlo largado a rodar, y cuando uno larga a rodar una obra, ya no le pertenece. En mis libros he tenido devoluciones, gente que le pareció algo fantástico y poder conocer sus interpretaciones y notar que, aunque yo nunca quise decir eso, si eso fue lo que interpretó, es porque lo dice de alguna manera.