- Por Sofia Calcagno y Lucia González (5º Año IENM)
- Colaboración: Mabel Tula
altan pocas semanas para que se produzca la reapertura de la histórica Confitería Ñu Porá en la ciudad de Río Ceballos. Actualmente se encuentran terminando las remodelaciones al establecimiento, las cuales incluyen el arreglo de la histórica cocina de 77 años de antigüedad.
Desde las redes sociales del lugar, especulan que la tan esperada reapartura podrá darse a principios de marzo de este año
“Ahora la estamos rejuveneciendo un poco y modificando el sector de producción que siempre funcionó en lo que originalmente fue un antiguo dormitorio y baño, cambiando todas las instalaciones y dejando una cocina moderna y bien equipada”, relatan en sus redes sociales, donde se puede incluso apreciar las fotos del antes y el ahora, además de parte del trabajo que están haciendo.
Cabe recordar que la confitería reabrió en 2021, con un gran recibimiento por parte del público, pero en agosto del año pasado tuvo que cerrar por tema de vencimientos de contratos.
El Milenio entrevistó a Mariano Rivarola y a Silvana Riccioni, quienes están al frente del desafío de reabrir nuevamente este espacio gastronóico y turístico tan importante para la zona de Sierras Chicas, contándonos sobre la historia del lugar, los trabajos que se están haciendo y lo que esperan para este nuevo año que recién empieza.


El Milenio: ¿Desde cuándo tiene a su cargo la confitería Ñu Pora?
Mariana Rivarola (MR): Nosotros logramos alquilarla en diciembre del año 2020 pero estaba muy destruida, entonces entro en obra previa y cuando más o menos estaba en condiciones, firmamos el contrato de alquiler por 3 años y abrimos en un momento donde todavía estaba muy fuerte el tema de la pandemia, entonces el 9 de enero del 2021, cometimos la locura y la aventura de abrir.
EM: ¿Qué modificaciones tuvieron que realizar en la edificación?
Silvana Riccioni (SR): A nivel edificio ninguna, ni siquiera puedo cambiar la estructura de la cocina, no está permitido.
MR: Hicimos todo en el sistema de conexión de gas y electricidad, porque no cumplía las normas, esto es muy viejo, estaba cerrado y como estaba cerrado, estaba en desuso.
Pusimos mucho dinero, hicimos inversiones sanitarias, de gas y de conexión de agua, hicimos esto tres, pero con una gran restricción que no se puede tocar nada de estructura, por ejemplo el lugar sigue contando con un sistema de calefacción antiguo que no está habilitado, pero como no lo podemos alterar, directamente está sin utilizar.
EM: ¿Por qué decidieron reabrirla y conservar el nombre?
MR: La verdad es que verla cerrada era un espectáculo, tiene una simbología para la religión, muy importante y recuperarla fue más un mérito de nuestros socios que se pusieron en contacto con el propietario y lograron convencerlo de que haga un trato.
Decidimos conservar el nombre porque es parte de la identidad, de conservar la misma estructura e incluso el mismo cartel, solo que ahora lo pasamos a led. El nombre de la confitería tiene un significado, acá viene mucha gente, hay muchos recuerdos y hay muchas vivencias dentro del interior de la región, entonces nos pareció muy importante mantener el nombre y lo jerarquizamos.
EM: ¿Por qué se consideran que el lugar fue especial?
SR: Es icónico el lugar, todo el mundo lo conoce nosotros trabajamos con gente de Córdoba, que dice que venía mucho, es como que le da un valor adicional a Río Caballos, por eso es histórico.
MR: De todos modos, es un desafío tener una confitería metida en las montañas, por ejemplo no muchos proveedores llegan hasta este lugar o incluso los trabajadores llegan por transporte público o caminando; lo mismo con la gente, el público no viene con facilidad, entonces también hay que tener estrategias de identificar bien definidas. Apuntar a quienes podría llegar y valorar los servicios que nosotros podemos brindar con esta estructura. Esto nos lleva, planificar a quien ofrecer, que ofrecer y a cuanto ofrecer, y que sea sustentable porque no es lo mismo mantener esto acá arriba que mantener abajo.
EM: ¿A quién pertenece el edificio?
MR: El edificio pertenece a la familia Barbieri, propietarios desde 1991 que ellos la trabajaron en determinado momento pero que desde 1991 hasta qué finalmente cerraron.
EM: ¿Y conoce la historia de la confitería?
MR: Conocemos dos historias; conocemos la historia que se fue relatando y después conocemos la suma de las historias de la gente que viene y que vino en los años que son como complementarias y hay un montón de historias que nosotros desconocíamos o que conocíamos como tradicionalmente que alguien q vive en Sierras Chicas, la confitería era del año 46, primero empezó vinculada y asociada a un lugar de alquiler de caballos para el Cristo, después había un quiosco y cada vez un poquito más servicios, después se abrió como confitería y eso sería como la historia objetiva y oficial.
Y después esta la historia de las vivencias que es mucho más rica desde la apertura hemos trabajado en conjunto con el municipio para hacer una puesta en valor, no solamente de lo que es de la confitería, sino también el Cristo, porque el Cristo, porque el Cristo como emblema de Sierras Chicas y puntualmente de Río Ceballos cinergizan y trabaja muy bien con la confitería, entonces el trabajo en conjunto con un sentido bien manejado, empieza a dinamizar la economía regional generando empleos secundarios, atrayendo gente, la mayoría de nuestros clientes vienen desde Córdoba y de Mendiolaza y algunos vuelve , porque ya lo conocían y otros porque fueron recomendados por los padres y otros la descubren, entonces viene todo un proceso a movilizar la economía de la región.
EM: ¿Cuál fue la época o el momento de mayor éxito?
MR: La confitería tuvo dos momentos de esplendor según va contándonos la gente, una fue entre los años 65 y 68 donde funcionaba como una confitería y también tenía la perspectiva de hospedar parejas y después en los 80 esto llego a ser boliche inclusive, ofrecer a la gente que venía, cenaba en otro lugar y subía a tomar tragos, de hecho, hay muchas parejas que se pusieron de novios acá, y ahora vienen con los hijos y nos cuentan la historia; y después nosotros abrimos y no hemos dejado de crecer.
Nosotros no hemos dejado de prestar atención a la percepción de los clientes, no nos quedamos solo en la oferta de la confitería. Poquito a poco fuimos agregando lomiteria, ahora la chef está pensando todo el tiempo como hacer el mejor lomo, como hacer la mejor hamburguesa, como hacer la receta, como mejorar al proveedor; entonces son muchas tareas invisibles que a veces no se visualizan, pero en la experiencia de alguien que coma un lomo acá y dice ” fua que rico lomo” vale la pena es subir el camino de tierra que a veces está roto, que queda lejos, es un poco más engorroso que irse a comer a cualquier lado, pero la idea de ir a comer un lomito en la confitería Ñu Pora vale la pena, cuando lo probas, te decís “esto es diferente” estar tratando siempre de mejorar dar eso es una característica que, a nosotros, después de abrir la lomiteria de hacer un patio cervecero, restaurante con pastas de elaboración propia.
Y la otra característica que tiene con el desarrollo de la economía regional que sean en rio Ceballos o de sierras chicas, eso es algo que lo fuimos permitiendo con el paso del tiempo, entonces si voy hacer una gráfica visual, viene dinero de Córdoba, se invierte acá y de acá y se derrocha un poco en los empleados y en cada una de las personas, ese es el desafío que nosotros tenemos, no es solamente brindar un buen plato, si no también es ayudar a desarrollar la economía regional de las sierras chicas.
Ahora tenemos carta online, la gente puede consultar la normativa de vinos no las vas a encontrar en un otro lado, tenés vinos típicos de la región y también tenés vinos mendocinos, riojanos, es decir, podes venir a pasar un buen momento y disfrutar de una buena gastronomía y con precios dentro de todo razonables porque para nosotros todo es más caro, aparte que los clientes vienen de Córdoba no nos comparan con otras confiterías si no que comparan con la experiencia, pero en Córdoba tienen los servicios de otra manera, otra diferencia que nosotros tenemos, son los mozos, un emprendimiento familiar y promovemos el trabajo de los chicos que tienen actitud laboral, ganas de avanzar, el mozo más grande que tenemos es de unos 23-24 años, más Claudia con más experiencia que debe tener más o menos mi edad, otra característica es que cuando alquilamos la terraza y el patio necesitamos 10 o más mozos.
Nosotros no tomamos empleados con experiencia, tomamos empleados que tengan la posibilidad de venir hasta acá arriba y si no tiene experiencia ingresan en un periodo de formación informal, donde los vamos capacitando, esa capacitación tiene el resultado de que algunos de nuestros empleados pasen a ser proveedores, es decir que ya no hacen el pan acá si no que en su casa, y nos lo entregan, entonces esa persona que estaba como empleado ahora tiene la capacidad para ser emprendedor regional desde otro aspecto.
La confitería no es solo lo que se ofrece al cliente sino también a la comunidad a la economía regional. Y mira que cuando hay más personas y trabajadores con ese entorno hay más creatividad.
Los miércoles y los jueves nosotros tenemos pizzas libres que está relacionada con un montón de inquietudes que se nos vienen a la mente, surgiendo desde la cocina, la pizza libre lejos de ser una oferta es una propuesta gastronómica de sabores distintos, cada uno de los comensales prueba de seis a ocho variedades con lo que se le ocurra a la cocina, entonces los chicos van creando, algunos ejemplos son: pizza de berenjenas y canela, vos no te animas a pedir eso por miedo a que no te guste, entonces cuando viene el mozo que está como parte integrante del equipo de trabajo lo entrega, entonces esa propuesta de Ñu Pora, es extenderse a parte de ser una confitería y brindar una buena experiencia.
EM: ¿Sabe si fue visitado por algún personaje conocido?
MR: Personas conocidas si, pero nosotros somos muy respetuosos de que no se sientan acosados o incómodos. Pero por ejemplo, personalidades de distintos lados como Ulises Bueno, ha venido con toda la familia. U
na cosa que le pedimos a los mozos es que no los molesten, han venido médicos reconocidos y hasta grandes deportistas. Nosotros no tratamos por especial a nadie, para nosotros el mundo merece un trato especial.




EM: ¿Cómo ven la confitería a futuro?
MR: La confitería se cierra el 18 de diciembre del año que viene y probablemente no se vuelva a abrir más. Fue una decisión del propietario, entonces es una historia con un final triste si se puede decir de esa forma. Así que tienen esa primicia triste que no la sabe nadie más.
Destacada: ” Es icónico el lugar, todo el mundo lo conoce nosotros trabajamos con gente de Córdoba, que dice que venía mucha, es como que le da un valor adicional a Rio Ceballos, por eso es histórico”.