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Rodrigo Lugón y un ascenso imparable

El piloto, egresado del Instituto Milenio Villa Allende, comparte su actualidad en el deporte mecánico esperando dar el salto a las categorías principales del automovilismo nacional. Tras su destacada actuación en el TC Mouras durante el año pasado, hoy compite en el TC Pista y comparte equipo con el bicampeón Mariano Werner.
  • Por Matías Candoli. periodico@elmilenio.info
  • Colaboración: Lautaro Páez y Carolina Etchemendy (4to IENM). Bautista Mancini, Santiago López y Stefano Cagnolo (4to IMVA).

Para los pilotos, ser un profesional del automovilismo es algo muy difícil de alcanzar. El caso de Rodrigo Lugón no es la excepción. El joven de Villa Allende es consciente de ese hecho y por eso tiene en claro que su principal actividad sigue siendo su trabajo como uno de los principales responsables de la empresa familiar de triturados graníticos. 

Pero su pasión está arriba del auto de competición. “El día de mañana, me gustaría ser un piloto profesional, que me contrate una marca y correr todos los fines de semana. Creo que ese es mi sueño”, definió con claridad al hablar con El Milenio.

Tanta es la garra que le pone este joven de 24 años que, a pesar de sus responsabilidades, mantiene intacta la ilusión de seguir haciendo camino como piloto. Y por fortuna, desde que empezó a los 15, su carrera no ha parado de crecer. 


En 2019, se consagró subcampeón del TC 2000 y tuvo una destacada actuación en el TC Pista Mouras, que le valió en 2021 el pase a la siguiente categoría, el TC Mouras. Con dos victorias y un octavo puesto en la Copa Coronación de Oro durante el año pasado, este 2022 lo llevó a debutar en el TC Pista con el equipo Fadel Racing, donde comparte estructura con el bicampeón del TC Mariano Werner.

“Uno va mejorando más que nada la cabeza. El automovilismo te enseña a trabajar primero en lo psicológico y después en lo físico. Te vas conociendo a vos mismo y vas aprendiendo cómo ser como piloto y como persona, cómo reaccionar ante determinadas situaciones o emociones”, reflexionó el corredor.

Para el joven, el trabajo mental es tan importante que hasta cuenta con la guía de un psicólogo deportivo personal. Afirmó que lo fundamental de la preparación psicológica es “mantener la cabeza fría en todo momento”, tanto arriba del auto, en una maniobra, como abajo, ante un accidente o toque. “En eso me considero bastante respetuoso”, sostuvo Lugón.

Sin embargo, en lo mental se encuentra al mismo tiempo su fortaleza y lo que él mismo apunta como su “debilidad”. “No me considero agresivo a la hora de correr. Hay pilotos que tienen más agresividad y gracias a ello logran maniobras más precisas que yo, que por ahí me contengo para no tocar el auto o cuidarme de un accidente. Eso me perjudica”, reconoció.

No obstante, no todo pasa por la mente. Al manejar un auto de competición, obviamente la preparación física también es un aspecto ineludible. “Hay que trabajar mucho la zona de los brazos y el torso. En el auto no te das cuenta, pero con la velocidad de curva, el cuerpo va haciendo fuerza constantemente para no irse hacia el costado, al igual que el cuello y toda la zona media”, señaló el piloto y mencionó también la famosa adrenalina: “Vas con un pulso muy alto y, si no estás entrenado, empezás a respirar mal y te podés hiperventilar”.


Simulación cada vez más real

Aunque la preparación personal es clave, el momento de entrar a la pista puede deparar muchas sorpresas, con poco tiempo para adaptarse. En categorías como el TC 2000, el TC Pista o el TC Pick Up, es muy difícil entrenarse en los autódromos donde se corren las carreras. Así que los pilotos deben aprovechar las pruebas de clasificación y hasta las vueltas previas a la propia competencia. 

“Un día de semana no podés ir a practicar porque es muy caro abrir los autódromos para eso. Lo importante es ser preciso a la hora de dar la vuelta previa, en los entrenamientos y la clasificación, porque tenés muy pocas vueltas para terminar de conocer el autódromo, para poner el auto a punto, para conocerte a vos mismo en cuanto a maniobras, saber dónde están tus límites en la pista. En definitiva, tenés media hora de entrenamiento, diez minutos de clasificación y después la carrera”, contó Lugón.

Con ese panorama, el avance tecnológico que representan los simuladores de manejo adquirió mucha importancia para los pilotos. Aunque parezcan simples juegos de carreras, se han vuelto una pieza fundamental del desarrollo y la práctica deportiva en el automovilismo.


“Cada uno, en su casa, puede tener prácticamente el auto de carrera digital. Antes tenía un simulador que era más que nada para divertirme. Pasé a otro un poco más profesional, en donde la dureza del volante es la misma, en donde los pedales son los mismos y prácticamente te subís al simulador con los ojos cerrados y estás arriba de mi auto. Eso te ayuda a ponerte en la situación de carrera”, describió el piloto de Villa Allende.

Durante la pandemia, el simulador sirvió para “despuntar el vicio” cuando no se podía salir de casa. Ese fenómeno terminó acercando a muchas personas al automovilismo, que seguían las carreras de manera virtual.

“Fue una época en la que todos los pilotos estaban en sus casas, entonces se empezaron a armar campeonatos y torneos en los simuladores virtuales, cosa de mantenernos activos. También sirvió para que la gente empiece a seguir mucho más el deporte. Hoy en día tenés personas que te apoyan en el autódromo y muchas otras que se quedan en su casa y te alientan desde las redes sociales”, asumió con naturalidad el corredor sierrachiquense.

Mientras Rodrigo Lugón sigue pensando en crecer, El Milenio lo invitó a hacer un repaso de lo que considera sus principales logros. “Mis momentos más destacados en el automovilismo fueron las victorias del TC Pista Moura, que es la categoría donde más alto he podido llegar hasta ahora. Ganar en esa categoría sólo con un año dentro fue muy bueno, como también lo fue el subcampeonato del TC 2000 el año pasado. Llegué hasta la última instancia como puntero y lo perdí por pocos puntos, así que también lo considero un gran logro”, cerró el piloto.