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Afirman que la donación de leche materna garantiza beneficios a bebes prematuros

Es el mejor y único alimento que los bebés necesitan hasta los 6 meses y mantenerla hasta los 2 años o más junto a la alimentación complementaria. El objetivo de un Banco de Leche Humana es disponer de leche materna en cantidad y calidad para bebes que la necesitan. Quienes desean donar, se pueden acercar al Banco de Leche, en el hospital Materno Neonatal para recibir información y orientación respecto a los requisitos.

La leche materna es el mejor y único alimento que los bebés necesitan durante los primeros meses de vida. Les proporciona los nutrientes que necesitan para crecer y que su sistema inmunológico se desarrolle. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses y su mantenimiento hasta los 2 años o más, junto a la alimentación complementaria.

En particular para recién nacidos prematuros, la lactancia materna es esencial para un adecuado desarrollo y maduración, reduce el riesgo de infecciones y enfermedades intestinales.

Carola es donante de leche materna, fue mama hace poco, tiene un bebe de 3 meses con prematurez tardía, al igual que su primer hijo. “Pude ver desde adentro lo que pasan las madres que no pueden amamantar a su bebe por diferentes motivos y sé la importancia de darle leche materna a los bebes prematuros. Si les das una leche común les cuesta más asimilarla por no tener los intestinos desarrollados”, explica.

La provincia de Córdoba cuenta con un Programa de Banco de Leche humana y uno de los ocho bancos de leche que hay en Argentina, ubicado en el Hospital Materno Neonatal. Aquí se recibe la leche materna, se realizan distintos análisis físicos, químicos, bacteriológicos, se controla la calidad, se pasteuriza y conserva, y finalmente se distribuye a las unidades neonatales.

El objetivo de contar con un Banco de Leche Humana es disponer de leche materna en cantidad y calidad para bebes prematuros con peso menor a 1.500 gramos y recién nacidos con enfermedades que dificultan la lactancia, ya sea internados en unidades neonatales de Córdoba o con prescripción médica nutricional.

Para esto, es necesario el trabajo en red con los Espacios Amigos de la Lactancia ubicados en dependencias provinciales, maternidades que poseen Centros de Lactancia Materna y personas que deseen donar.

Aquellas personas que desean ser donante, se pueden acercar al Banco de Leche para recibir información y orientación respecto a los requisitos, la forma adecuada en que debe realizarse la extracción, conservación y traslado de la leche. Así como también presentar los análisis de VIH, Hepatitis B, C y sífilis entre otros, los cuales pueden realizarse en el mismo hospital.

“Con la donación de leche materna podemos ayudar a otros bebes prematuros a recuperarse más rápido y disminuir los días de internación. Por eso es importante que más personas se acerquen a donar”, agregó Carola.

Semana de la donación de leche humana

Del 16 al 20 de mayo se realizará la semana de la donación de leche humana en el Hospital Materno Neonatal con el objetivo de sensibilizar a la población y contribuir al proceso de construcción de redes para la donación y distribución de leche.

Se instalará un puesto de recepción de frascos reciclados para la recolección de leche humana, asesoría, folletería y consultorios de lactancia. Así como también, se realizarán reuniones, mesas de trabajo y conferencias destinadas a referentes institucionales públicos y privados.

Para consultas, podes acercarte al Hospital Materno Neonatal “Ministro Dr. Ramón Carrillo”, en Av. Manuel Cardeñosa 2900, los días martes, miércoles y jueves de 8 a 12 horas. Además, el Banco de Leche Humana cuenta con una línea telefónica 0351- 4348350/55 (interno 131) y el correo electrónico donalechecba@gmail.com.

Mitos que dificultan la lactancia materna


Estos son algunos de los principales mitos que dificultan la lactancia:

“Mi leche no alimenta”. Falso. Todas las mujeres producen leche de buena calidad y en cantidad suficiente, porque la lactancia es un proceso regido por oferta y demanda. Solo en situaciones muy excepcionales la lactancia materna no es posible.

“Mi leche es aguada”. Falso. La leche materna varía su composición durante la toma: la leche del principio es más «aguada» -para calmar la sed-  y la del final contiene más grasa, que es la que permite dar la sensación de saciedad.

“Se queda con hambre”. Falso. Si un bebé amamantado se queda con hambre, la solución no es darle leche artificial, sino más leche materna. La lactancia se ajusta de acuerdo a la demanda, es decir, mientras más succiona el bebé, más leche se produce. Un bebé que llora no necesariamente lo hace por hambre.

“Dar el pecho duele”. Falso. Si duele es posible que el bebé no esté haciendo un agarre correcto. Revisar la posición o acudir a un grupo de ayuda en el que una asesora de lactancia pueda revisar la posición o advertir otro tipo de problemas que sean causa de dolor.

“Hay que dar de mamar cada 3 horas y 10 minutos de cada lado”. Falso. La lactancia materna funciona a demanda, sin restricción en cuanto a la frecuencia y duración de las tomas, es decir, cada vez que el bebé quiera y durante el tiempo que quiera. Esto es especialmente importante al principio de la lactancia.

“Mama por vicio o te está usando de chupete”. Falso. La lactancia materna no sólo calma el hambre, sino también la sed. Además, satisface otro tipo de necesidades emocionales, dando seguridad, tranquilidad y apego.

“Dar biberón es más cómodo”. A diferencia de la mamadera, el pecho está listo siempre, a la temperatura adecuada y en la cantidad que el bebé necesita. Preparar biberones requiere tiempo, elementos específicos y extremar medidas de higiene.

“Con el biberón duerme mejor”. Falso. El sueño se adapta a las necesidades vitales propias de cada etapa de la vida y no es conveniente alterarlo de forma artificial.

 “No me ha bajado la leche”. Falso. Desde el momento en que nace el bebé, el cuerpo de la mamá está preparado para producir leche de calidad y en cantidad suficiente. Hasta que se produzca la bajada de la leche, la mamá produce calostro que cubre las necesidades del bebé. Es importante ponerlo al pecho el mayor tiempo posible para estimular la bajada de la leche. Las mamaderas y chupetes interfieren en este proceso.

“No tengo pezón, no podré amamantar”. Falso. No es necesario que el pezón sobresalga para que el bebé pueda mamar.

 “Si le doy el biberón, mi pareja participará en la crianza tanto como yo”. Falso. La pareja puede participar en la crianza del bebé de otras formas: en el momento del baño, durante el cambio de pañal o de ropa, paseándolo, acunándolo, entre otras.

“Si vuelvo al trabajo no podré continuar con la lactancia”. Falso. Con organización, pero sobre todo con mucho apoyo de la familia y de la comunidad, es posible combinar lactancia y trabajo. Durante la jornada laboral, la mamá puede extraerse leche para continuar el estímulo y llevarla a casa para crear un “banco de leche propio” en la heladera o en el freezer. De esta forma, quien quede al cuidado del bebé podrá alimentarlo hasta que su mamá regrese.

En Argentina, la lactancia materna se promueve y apoya a través de la Ley nacional 26.873, aprobada en 2015, que propone la creación de “Espacios amigos de la lactancia”, un sitio con privacidad donde las mujeres puedan extraerse leche y conservarla hasta el momento de regresar a casa. Además, a través del artículo 179 de la Ley 20.744 de contrato de trabajo, se prevé -para toda madre que trabaje- dos descansos de media hora en la jornada laboral durante al menos un año, para amamantar a su bebé.

“Si amamanto, no puedo tomar ningún medicamento”. Falso. Muchos fármacos son compatibles con la lactancia, y la mayoría de las enfermedades maternas no contraindican la lactancia materna. Es importante consultar al profesional de cabecera antes de tomar cualquier medicamento.

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