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El guardián de los recuerdos

Jorge Farías es un vecino apasionado por la historia de su ciudad. En 2013, creó una página de Facebook llamada Unquillo Retro donde recopila fotos, anécdotas y registros del pasado local. Con casi cinco mil seguidores, el proyecto se ha convertido en uno de los archivos digitales más grandes de Sierras Chicas.
  • Colaboración: Máximo Migliori y Candelaria Mabres (6to IENM).

Jorge Farías tiene 56 años, es jubilado y proviene de una numerosa familia que llegó a Unquillo a principios del siglo XX. De la mano de sus padres y tíos, siendo apenas un niño, empezó a recorrer el “pueblo de artistas”, conociendo lugares y personas ricas en sabiduría y anécdotas.

Lamentablemente, muchos de aquellos encantos del antiguo Unquillo han desaparecido en los últimos años. “Hoy me pierdo en esas calles nuevas que se abren en nombre del progreso”, le confiesa el vecino a El Milenio, con aire nostálgico.

Ante la decisión del gobierno municipal de considerar el año 1913 como fecha fundacional de la ciudad, Jorge decidió crear Unquillo Retro, una página de Facebook donde recopila fotos históricas y diversos datos sobre el pasado de la localidad. “Existen muchas historias hermosas e interesantes antes de 1913 también”, asegura sin asomo de duda.

Hobby responsable


Aunque la idea de crear la página nació como un simple pasatiempo hace ocho años, con el tiempo comenzó a darse cuenta de la relevancia de su trabajo, que lo convertía en una especie de guardián de la memoria colectiva. Por eso su objetivo no es salvaguardar sólo fotografías, sino también recuerdos de todo tipo sobre aquellos tiempos que ahora parecen tan lejanos.

“Esa historia deber ser conocida y compartida, pero, sobre todo, preservada”, sostiene Jorge. “Es un hobby que realizo con responsabilidad, ya que me he dado cuenta de la importancia que tiene y la necesidad de que siga creciendo para preservar nuestro pasado”, añade el vecino.

Con el paso del tiempo y gracias al aporte de la comunidad, el proyecto de Jorge empezó a reunir cada vez más adeptos hasta alcanzar casi cinco mil seguidores, aunque su creador afirma que aún espera sumar más, “no por la vanidad del éxito de Unquillo Retro, si no por todos aquellos que tienen mucho que aportar en materia de relatos e imágenes”, expresa.

Entre risas, el administrador del sitio web confiesa que disfruta participar de charlas y reuniones sociales donde las personas hablan sobre la página y comentan las fotos publicadas, sin saber que están frente al creador del espacio digital.

También le llama la atención cómo algunas fotos que él considera importantes, muchas veces pasan más desapercibidas, mientras que otras menos trascendentes terminan siendo las favoritas de los usuarios. 

“Me acuerdo ahora una de Ricardo ‘el Payo’ Ortiz de Guinea, una foto de un cuadro del artista Izurieta en el que retrata a René ‘el Ruso’ Papy, la de un coche negro en la vieja estación de servicios o la de los corsos, esas siempre son aceptadas y muy comentadas”, repasa.

“Todas las fotos generan buenos recuerdos y seguro traen alegrías”, comenta, “aunque para los seguidores es inevitable comparar aquel Unquillo atractivo, pujante, divertido y culto con la ciudad que actualmente recorren todos los días”.

Sostener la memoria


Otra de las razones que motivan a Jorge a mantener activa la página, es esa conciencia de saber que, a medida que vamos creciendo y envejeciendo, nuestros recuerdos se vuelven cada vez más difusos y hasta podemos llegar a perderlos. “La memoria es algo muy frágil. El paso del tiempo y la falta de transmisión son sus peores enemigos”, afirma.

“Cuando perdemos un ser querido, perdemos fragmentos del ‘disco duro’ que es la memoria colectiva. Pero si hacemos que ese conocimiento, esa experiencia personal de cada una de nuestras personas mayores, se transfiera a otra, se va asegurando el pasado como en un maravilloso banco de datos”, sostiene un Jorge esperanzado.

Vale aclarar que, al tratarse de una comunidad virtual, cualquiera puede ingresar, ver, publicar, comentar y compartir las fotos del Unquillo de antaño. Para Jorge, este es un aspecto fundamental, ya que, a partir de Unquillo Retro, comenzó a reconocer el incalculable valor histórico de las fotografías y la importancia de compartirlas en el universo de Internet.

“Me sorprende que algunas personas prefieran mantener sus fotos guardadas, sin tomar conciencia que el deterioro de las mismas nos priva para siempre de la historia de nuestra comunidad”, apunta el unquillense y recuerda la trágica inundación de 2015, donde también se perdieron importantes registros fotográficos.

¿Cómo sumarse?

Unquillo Retro acepta cualquier foto que tenga al menos 30 años de antigüedad, que sea de la ciudad (o haga referencia a la localidad) y que en lo posible aporte información sobre la fecha y nombre de la/las personas retratadas.

Sucede que, además de compartirlas en la web, Jorge está armando una minuciosa línea de tiempo con la historia de la ciudad, por ello todos los datos son bienvenidos. Además, el vecino invita a historiadores e investigadores profesionales a participar de su propuesta para convertirla en un sitio más profesional.

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