El accidente que le cambió la vida a María Elena Córdoba ocurrió cuando tenía 16 años. En aquel entonces, un golpe generó que se le desprendiera la retina del ojo y quedó ciega del mismo. A partir de ese momento, Córdoba se sometió a múltiples cirugías para mejorar su calidad de vida.
“Me lo corregía estéticamente, me operaban cada tres años aproximadamente, porque el nervio al no tener visión se extraviaba, pero llegó un momento en que me cansé porque era muy doloroso”, recapituló en diálogo con El Milenio.
Hoy, a sus 64 años, sigue luchando por su salud visual. Hace menos de un año -narró- una infección volvió a complicar la situación. «El dolor me descomponía», recordó. La problemática derivó en una nueva operación, que, aunque estaba planteada para marzo, a raíz de la pandemia se postergó y concretó hace poco menos de un mes.
Mari vende empanadas los fines de semana, con el mismo objetivo, acceder a su prótesis. Foto gentileza.
Pero los resultados no fueron los esperados, ya que «Mari», como la llaman en su localidad, llegó con un estado muy avanzado de la patología y se ocasionó una gangrena. De la intervención explicó: «Lo que duraba alrededor de diez minutos, se complicó y extendió más de una hora, porque se me hizo una hemorragia y me tuvieron que sacar el ojo entero».
Para evitar que se agrave el cuadro -actualmente tiene una cascarilla- Córdoba necesita un ojo ortopédico cuanto antes, cuyo costo es de 150 mil pesos. Para acceder a la prótesis, la vecina de Barrio Las Polinesias, organizó una rifa y además, vende empanadas los fines de semana.
Sortea el 31 de octubre, sale 150 pesos y se sortea:
- 3 kg de asado con un vino
- 1 jarra con 4 vasos
- 1 reloj de pared
- 1 ensaladera con 2 platos
Para colaborar, comunicarse al 3518130210.
