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Dolor en el deporte: falleció el lanzador de jabalina Braian Toledo

El lanzador de jabalina se trasladaba en su motocicleta cuando perdió el control ante una loma de burro en Marcos Paz, su ciudad natal.

Por Ignacio Parisi

ignacioparisi@elmilenio.info


El atleta olímpico Braian Toledo murió este jueves por la madrugada en un accidente de tránsito en la ciudad de Marcos Paz, precisamente la localidad que lo vio nacer.

Según el informe policial el deportista se trasladaba en su motocicleta negra por la Ruta 40, con sentido hacia Merlo, cuando perdió el control luego de impactar su vehículo contra una loma de burro. Las primeras informaciones indican que ningún otro transporte participó del accidente.

La noticia fue ratificada por Gerardo Werthein, Director del Comité Olímpico Argentino, quien se expresó a través de su cuenta de Twitter: Hemos perdido a una gran persona nuestro querido Braian Toledo. Extraordinario deportista, humilde generoso siempre solidario con los demás. Querido Braian QEPD. Te extrañaremos mucho. Rezaremos por ti. Mis condolencias a toda la familia en este desgarrador y triste momento.

Desde lo humano la perdida es enorme. Un joven perseverante, talentoso y sumamente querido dentro del ambiente olímpico. Uno de esos atletas silenciosos y alejados de los grandes titulares, que marcan la diferencia para futuras generaciones.


La historia de superación y nobleza de Braian Toledo será sin dudas recordada. Desde sus humildes orígenes, Braian logró crecer como un atleta disciplinado y siempre reconocido por su gran compañerismo a pesar de haberse formado en un deporte individual.

Gustavo Osorio fue su entrenador y uno de sus mentores. Los indicios iniciales de su capacidad atlética, coordinación y potencia comenzaron a confirmarse en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Singapur 2010. Allí logró la primer medalla de oro argentina en la competencia, con una notable actuación.

En los Panamericanos de Guadalajara, en 2011, obtuvo la presea de bronce y en 2012 participó con 18 años por primera vez en unos Juegos Olímpicos. Su performance no fue la esperada. El bonaerense llegaba como subcampeon mundial juvenil y padeció la decepción, las altas expectativas puestas en él, desde afuera y desde adentro.

Luego de meses de introspección para procesar la derrota, Braian comprendió a los 18 por donde iba la búsqueda en realidad. Optó por lanzarse a entrenar a Finlandia, con un entrenador reconocido mundialmente, que entre miles lo eligió a él, a Braian.

En un pueblo llamado Kuortane, a 340km de Helsinki con 14 grados bajo cero en un día normal, el atleta argentino relanzó su carrera con el objetivo de mejorar técnicamente y aprender a disfrutar de la competencia.

Lo que podría haber sido un calvario para deportistas consagrados, fue para Braian un paso más, un desafío a afrontar con decisión. Después de todo, el oriundo de Marcos Paz había pasado su niñez durmiendo sobre cartones, en una casilla, sin saber qué comería al día siguiente. El bosque helado de Kuortane no lograría frenarlo. En la pasada edición de los Juegos Olímpicos (JJ.OO.) 2016 disputados en Río de Janeiro, Toledo arribó a la final de la competencia.

Lo que podría haber sido un calvario para deportistas consagrados, fue para Braian un paso más, un desafío a afrontar con decisión. Después de todo, el oriundo de Marcos Paz había pasado su niñez durmiendo sobre cartones, en una casilla, sin saber qué comería al día siguiente.

La sensación desde lo deportivo es que Toledo aún no había tocado su pico como lanzador, y que podía convertirse en uno de los grandes protagonistas del panorama mundial, una vez más, en los próximos JJ.OO.

Desde lo humano la perdida es enorme. Un joven perseverante, talentoso y sumamente querido dentro del ambiente olímpico. Uno de esos atletas silenciosos y alejados de los grandes titulares, que marcan la diferencia para futuras generaciones.

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