- Por Franco Rosado
- 6to Año, Instituto Milenio Villa Allende
- Editor: Carlos Miguel Romero
- periodico@elmilenio.info
El mundo. Las deepfakes, son un nuevo tipo de manipulación digital de la imagen que permite a la computadora entender los movimientos del rostro de una persona y cambiar el rostro de esa persona por el de alguien más.
Hace algunos años esta tecnología, todavía estaba en pañales, pero en el último año su uso se a triplicado y ese aumento está comenzando a preocupar tanto a especialistas informáticos, como a políticos de diferentes partes del mundo.
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Si bien, su implementación comenzó como un pasatiempo divertido de unos pocos internautas, con el tiempo la facilidad de acceder a esta tecnología y el hiperrealismo que está logrando imitar, abrió el debate sobre hasta que punto está permitido acceder y manipular la imagen de otra persona.
Lo que preocupa a Estados Unidos
En octubre de este año, el Estado de California, fue el primero en prohibir el uso de esta tecnología 60 días antes de cualquier tipo de elecciones políticas. Esto se debió al temor que origina la posibilidad de manipular la imagen de un político, para obligarlo a decir algo contrario a su voluntad con el objetivo de generar «Fakes News».
«Los deepfakes son una nueva tecnología poderosa y peligrosa que puede utilizarse para expandir información errónea y discordia entre el electorado», dijo Marc Berman, uno de los principales impulsores de esta prohibición en Estados Unidos.
Por su parte, desde enero de 2020, los DeepFakes estarán completamente prohibidos en China. Así lo definió la Administración del Ciberespacio de China (CAC) el pasado 11 de noviembre. También ante el temor que representa la manipulación de la imagen de las personas y su correspondientes usos ilegítimos.
«La tecnología deepfake podría poner en peligro la seguridad nacional, perturbar la estabilidad social, perturbar el orden social e infringir los derechos e intereses legítimos de otros», asegura un comunicado de la CAC.
En Argentina, todavía no existe una legislación que trate el tema de la manipulación digital de la imagen. Pero durante este año, aparecieron varios antecedentes de deepfakes, como fue la manipulación de un discurso de la ex-Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich para que pareciera estar bajo los efectos del alcohol.