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Confiar en el proceso

Los Quirquinchos Verdes de Río Ceballos cerraron un año de transición encabezados por un nuevo cuerpo técnico. Los jóvenes Nicolás Martínez y Lucas Combina forman parte de una conducción que busca fortificar un proceso a largo plazo que les permita aspirar a grandes resultados.
  • Por Ignacio Parisi.
  • ignacioparisi@elmilenio.info
  • Colaboración: Emanuel González, Tomás Gallego, Agustín Lossio e Ignacio Carrión (5to IENM).

Río Ceballos. Lucas Combina y Nicolás Martínez se conocen hace veinte años y recorren a la par el camino del fútbol. Ambos arribaron a Los Quirquinchos en 2013 y se convirtieron en una fija del equipo que terminaría consagrándose campeón de la Liga Regional Colón en su primera participación en el torneo.

Aquella campaña histórica que marcaría un hito en el fútbol de Sierras Chicas, dejó en claro que los “Verdes” tenían el material para dar pelea cada fin de semana, no solo a partir de su plantel de primera, sino a través de una usina de talento importante en sus inferiores.

Nicolás Martínez y Lucas Combina (foto), junto a Duilio Corradini y Joaquín Jiménez, condujeron al conjunto durante los últimos ocho partidos de la Liga Regional Colón.

Lejos de la pelea por el campeonato, hoy Los Quirquinchos atraviesan un presente de transición, luego de un convulsionado 2019 donde un ciclo llegó a su fin. Sucede que el conjunto rioceballense batalló contra la inconsistencia durante todo el primer semestre y aun así logró clasificar a zona “A” de la Liga Colón, a partir de los resultados de las divisiones menores. Sin embargo, esto no sería todo, ya que el plantel de primera sufriría las bajas de más de diez jugadores, parte de la columna vertebral del equipo.

A principios de septiembre, Juan Manuel Aguirre, por entonces técnico de la máxima categoría, daría un paso al costado y la comisión directiva decidió optar por miembros del plantel para tomar las riendas y hacerse cargo de la conducción del equipo. Fue allí cuando la mirada se posó sobre Nicolás Martínez, Lucas Combina, Duilio Corradini y Joaquín Jiménez.

Con ocho partidos por delante, los ex jugadores asumieron la responsabilidad y el cambio brusco, buscando levantar el ánimo de un plantel golpeado e intentando suplir las bajas para conformar una nueva estructura.

“La ausencia de tantos jugadores generó que chicos que jugaban en reserva tuvieran que hacerse cargo de todo lo que implica estar en primera. Lo hicieron de gran manera, mostrando un tremendo compromiso. Pero obviamente esa adaptación, que ellos tuvieron que atravesar de un día para el otro, lleva un tiempo de aprendizaje”, explica Nicolás Martínez.

Se trata de una escuadra joven, con jugadores de grandes condiciones, pero que todavía necesitan esa “madurez que te lleva a ganar partidos”, señala Martínez. El ex lateral por derecha encabeza un staff técnico en el que la mayor parte de las decisiones son dialogadas y tomadas por los cuatro integrantes.

Luego de un año plagado de cambios, Los Quirquinchos buscan volver a afianzar su plantel. Foto gentileza Club Social y Deportivo Colón.

“Nosotros hemos jugado grandes encuentros, contra rivales de mucha jerarquía, con jugadores pagos, gente que ha participado en la B Nacional o Primera de AFA y técnicos con sueldos altos. Contra esos clubes los chicos han respondido y han estado a la altura. Sin embargo, se nos han escapado muchos puntos por la inexperiencia”, agrega el integrante del equipo técnico.

El Milenio: ¿Cómo se sienten en su nuevo rol de entrenadores?

Luca Combina: Es difícil pasar de ser un compañero más a tomar el lugar de quien da las ordenes y marca los aspectos a trabajar. Los primeros días fue complejo, pero me ayudó mucho el respeto y el comportamiento de los jugadores, que entendieron perfectamente que necesitábamos darnos esa mano mutuamente. Nicolás ya había trabajado dirigiendo inferiores y me parece que en las últimas semanas del torneo ya se notaba mucho más la separación entre las partes, el cuerpo técnico y los jugadores, cada uno cumpliendo su función.

Nicolás Martínez: En mi caso fue más fácil. Lo más complejo es marcar esa diferencia necesaria con quienes eran mis compañeros. Pero creo que lo llevamos bien, con compromiso por parte de todos. Sí siento que me cuesta contener las ganas de estar dentro de la cancha jugando, y creo que lo mismo le pasa a Lucas. Somos jóvenes, tenemos 27 años y a veces uno tiene esa sensación de que aún nos queda algo más para dar dentro del terreno de juego, pero el trayecto se fue dando de esta forma.

“Era indispensable restaurar la confianza, que los jugadores sepan que son capaces de plantarse de igual a igual contra todos los equipos de este torneo, que no somos menos que nadie”.

Nicolás Martínez, DT Quirquinchos Verdes.

EM: ¿Cuáles fueron los objetivos que se plantearon en este breve período de dirigencia?

LC: La idea fue buscar un orden y un compromiso más importante. Pasamos momentos en los que varios jugadores dejaban de venir de un día para el otro o faltaban a las prácticas. Es muy difícil trabajar en ese contexto. Por lo tanto, lo primero que planteamos cuando asumimos fue que necesitábamos esas ganas de estar, de formar parte.

Con respecto a los resultados, lo primordial para nosotros era promover jóvenes de inferiores a la primera y foguearlos con jugadores de otro nivel y otra experiencia. Todo esto aspirando a estar preparados el año que viene. Lo que proponemos es parte de un proceso.

NM: La idea era cambiar el chip. Agarramos un grupo muy golpeado, que se había acostumbrado a perder. Entonces era indispensable restaurar la confianza, que los jugadores sepan que son capaces de plantarse de igual a igual contra todos los equipos de este torneo, que no somos menos que nadie. Pienso que eso se logró, si bien los resultados en la tabla no son tan buenos.

EM: ¿Qué cambios insertaron en el modo de entrenar?

NM: En el fútbol nadie tiene la verdad, cada técnico sostiene su forma. Veníamos de trabajar con Juan Aguirre, que no solo es un gran entrenador de fútbol, sino también un gran preparador físico. Él armaba entrenamientos largos, con mucho ejercicio físico y poco contacto con la pelota. Nosotros cambiamos un poco eso y buscamos armar prácticas más cortas, más intensas y con mucho ejercicio de pelota.

Luego de un año plagado de cambios, Los Quirquinchos buscan volver a afianzar su plantel. Foto gentileza quien corresponda.

EM: ¿A qué apuntaron con ese cambio?

NM: Tratamos de distraer con el balón porque pensamos que los meses que quedaban iban a ser muy duros psicológicamente y necesitábamos incentivar a los jugadores. En esos entrenamientos más cortos cada uno de nosotros, los integrantes del cuerpo técnico, nos propusimos mantener una exigencia muy alta, estar encima de los dirigidos. Todos los jugadores se adaptaron a eso. Nuestro método no es mejor que el anterior, simplemente es distinto.

EM: Cuando piensan en términos de juego, ¿se definen a partir de un sistema o una táctica en particular?

LC: Nosotros creemos que el sistema no es lo más importante, sino que lo más relevante son los jugadores y la idea de juego que tenga el equipo. En los primeros partidos, creíamos que lo primordial era que el equipo tuviera un orden, por lo cual nos abocamos más a la parte defensiva.

Pero con el correr de los partidos, los jugadores fueron tomando más confianza, creyendo en sus compañeros. Entonces pudimos ir cambiando hacia una idea que nos gusta un poco más, que es la de proponer, ser un conjunto intenso y protagonista en cualquier cancha.

Nosotros pensamos el fútbol de esa manera, creemos que, si el equipo se hace cargo del partido y maneja la pelota, va a tener mejores chances de ganar. Eso intentamos transmitir en los entrenamientos.

EM: ¿Creen que la intensidad del equipo puede llegar a ser una virtud a explotar teniendo en cuenta la juventud del plantel que conducen?

NM: Tal cual. Tenemos jugadores que físicamente nos pueden dar un plus y, si logramos que se mantengan ordenados, los rivales se van a ver en problemas. En gran parte pudimos conseguir eso en estos últimos meses. Fuimos un equipo organizado, de transiciones rápidas, tanto en defensa como en ataque. También tuvimos desatenciones lógicas de la edad. Nos han empatado partidos en los últimos minutos, hemos desaprovechado ventajas. Necesitamos que todo el equipo se involucre en la construcción del juego, así como también en la colaboración defensiva.

EM: ¿Cómo piensan afrontar el próximo año en caso de continuar?

LC: El club se viene manejando de una manera y eso se va a mantener seguro en las inferiores. Lo que tiene que ver con primera y reserva es algo que estuvimos hablando, pero lo tiene que definir todavía la comisión directiva. Desde nuestra óptica, creemos que hay cosas por cambiar y hay muchas ganas de participar en eso. Hay buen material para plantearse objetivos interesantes, pero por ahora, hay que esperar.

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