Colaboración: Rosario Arrieta y María Paz Pizarro (4to IENM).
(La región) – La fitoterapia es una rama de la medicina que utiliza productos de origen vegetal para prevenir, curar o aliviar alguna enfermedad. En Argentina, se estima que existen alrededor de 10 mil especies vegetales, de las cuales por lo menos 1.200 poseen algún tipo de utilidad medicinal, según la Sociedad Latinoamericana de Fitomedicina.
El uso de plantas como instrumento medicinal es una práctica que siempre ha formado parte de los saberes tradicionales de las culturas antiguas, aunque el advenimiento de la medicina basada en productos sintéticos la dejó de lado. Hoy en día, la fitoterapia ha recuperado la atención de la sociedad, siendo incluso reconocida por la Organización Mundial de la Salud y diversas instituciones educativas.
Este método presenta muchos beneficios, no sólo a nivel físico, sino también emocional, cultural y económico. Luz Olivero, especialista en fitoterapia, explicó que las plantas medicinales permiten llevar adelante una limpieza orgánica del cuerpo y se pueden consumir para fortalecer distintos órganos de manera preventiva. En diálogo con El Milenio, Olivero ahondó sobre los beneficios de la fitomedicina y sus características generales.
La tintura madre es una forma de aprovechar los principios activos de las plantas a través de la maceración hidroalcohólica.
El Milenio: ¿En qué consiste la fitoterapia?
Luz Olivero: Consiste básicamente en la utilización y estudio de los beneficios y propiedades activas de múltiples especies vegetales, para utilizarlas en procesos terapéuticos, tratamientos y prevención de enfermedades. Para ello se aprovechan distintas partes de la planta o árbol: flores, hojas, tallos, semillas, cortezas, raíces, etc. Cualquier uso de estos elementos para tratar y prevenir enfermedades o dolencias, a través de sus principios físico-químicos, forma parte de la fitoterapia.
EM: ¿Cuáles son los pros y los contras de esta opción medicinal?
LO: Hay muy pocos contras, siempre y cuando se use de manera asertiva y sin exceso. El riesgo más grande que corremos con las plantas es que, si nos aventuramos a recolectar sin conocerlas bien, podemos equivocarnos y consumir alguna especie que sea tóxica. Algunas, tomadas en grandes cantidades, resultan perjudiciales, pero son muy pocos los casos. Es una medicina que prácticamente no tiene contraindicaciones.
Los beneficios son muchísimos, las plantas son netamente orgánicas, por lo cual no tienen los efectos negativos de los medicamentos artificiales. La mayoría son muy depurativas y, por lo general, descongestivas. Además, es una forma de medicina que está al alcance de cualquiera y es muy económica.
EM: ¿Cómo se pueden consumir estas plantas?
LO: Se pueden hacer tisanas, que son las infusiones o los tés que nosotros conocemos, jarabes, vaporizaciones, cremas, aceites, baños de inmersión, microdosis o tintura madre, entre otros métodos. Es importante que el modo de empleo permita aprovechar efectivamente el principio activo de la planta.
EM: ¿Es eficaz la fitoterapia?
LO: Sí, siempre y cuando escuchemos a nuestro cuerpo y ante las primeras alarmas, lo atendamos. Porque, si bien las plantas son terriblemente efectivas, no van al choque como la medicina de laboratorio. Entonces, son 100% efectivas, pero si la persona está en un estado de malestar muy extremo, va a tener que recurrir a la medicina tradicional para salir rápidamente de esa situación.
Es decir, hay un momento en que la pastilla es necesaria, pero una vez que la enfermedad aguda pasa, podemos trabajar con las plantas. Si no llego a ese extremo, si me cuido y no me dejo estar, no es necesario recurrir a la medicina de laboratorio.
“La fitoterapia permite llevar adelante una limpieza orgánica del cuerpo y puede utilizarse para fortalecerlo de manera preventiva y así no tener que recurrir a la medicina de laboratorio”
EM: ¿Por qué cree que la fitoterapia no cuenta con tanto reconocimiento académico y social?
LO: Porque no sería rentable para los laboratorios. Además, durante mucho tiempo se desmerecieron los saberes tradicionales sobre las plantas, se lo consideraba un conocimiento inferior, de personas poco desarrolladas. Por suerte, en los últimos años han empezado a aparecer investigaciones científicas para darle validez a estas prácticas milenarias. La fitoterapia es algo que se viene reivindicando hace rato.
