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La luz de Leonor Buffo

Cada 6 de septiembre un rayo de luz ingresa por el techo de la Capilla Buffo e ilumina el rostro de su hija Leonor que murió hace 78 años.
También, está la imagen de su esposa Leonor, que perdió la vida un 24 de marzo, y ese día se produce un fenómeno similar. Gentileza Canal 12.

Cada año, el 6 de septiembre al mediodía, la luz del sol que ingresa por las luceras de la Capilla Buffo transita unos minutos iluminando el rostro de Leonor hija, amada y talentosa artista, docente y escritora que partió de este mundo en 1941 con tan solo 24 años de edad. Este evento, fue diseñado por Guido Buffo en memoria de su hija.

En el 78° aniversario de su fallecimiento, no quedan dudas que su corta e intensa vida sirvió de inspiración para la creación del proyecto educativo del Parque Estudiantil de Montaña “Villa Leonor de Los Quebrachitos”.

Aún antes de iniciar la construcción de la Capilla, en 1942, Guido Buffo erigió la “Turris Eleonórica”, contigua a su casa de verano en Los Quebrachitos, como un homenaje especial a los sueños y deseos de su hija.

Vista de la Capilla Buffo, desde la Turris Eleonórica.

Esta construcción fue recientemente restaurada por la Fundación Guido Buffo, que trabaja en colaboración con la Municipalidad de Unquillo para recuperar y difundir el Legado de la familia Buffo Allende.


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Acerca de Leonor Buffo

Eleonora Vendramina, única hija de Guido Buffo y Leonor Allende nació el 25 de Junio de 1917 en Rosario. Al crecer adoptó el nombre de su madre como seudónimo para firmar sus poesías y dibujos.

Ya desde su infancia y adolescencia dio muestras de tener a su madre y a su padre como modelo de virtudes, incansables buscadores de la verdad y la belleza. Realizó aportes e ilustraciones en acuarela para el libro de su padre “La Educación Estética”. Mientras cursaba en el Liceo N°2 de Buenos Aires, redactó artículos y poesías dirigiendo la revista “Amanecer” junto a sus compañeras las “Seven Chatter Boxes”.

Tanto en las notas de su diario como en la correspondencia que mantenía con familiares, amistades e incluso con otros poetas, sorprende el elevado sentido estético y la delicada escritura, a través de la cual se expresaba siempre maravillada por la naturaleza de la vida.

Hacia 1936 ingresó al profesorado de Bellas Artes, llegando a ejercer la docencia en la escuela primaria Estanislao López de Buenos Aires. En sus veranos en Los Quebrachitos, Unquillo, realizó estudios de la flora y la fauna de la región, ilustrando y describiendo los hongos serranos. En esas temporadas estivales tuvo oportunidad de acompañar en sus primeros pasos en el arte al pequeño Florentino Sanguinetti.

Gentileza: Adrián Bertol.

En la Universidad de Buenos Aires cursó estudios de Ciencias Naturales. Allí compartió aulas con quien sería su prometido, el joven Félix González Bonorino. Inspirada en ese amor y en el profundo sentimiento de unión con el universo, escribió dos libros de poesías “Maravillosa Aurora” y “Como la Flor del Aire”.

Hacia 1940, estudiando y trabajando en Bs. As. contrae tuberculosis al igual que su madre que falleció cuando ella tenía 14 años. Leonor Buffo decidió internarse en un sanatorio de Cosquín con la esperanza de recuperarse. Finalmente falleció la madrugada del 6 de septiembre de 1941, luego de ser trasladada a una clínica en Castellar, provincia de Buenos Aires.

Desde su convalecencia en Córdoba escribió bellísimas epístolas a sus amistades, llenas de consuelo, ternura e incluso graciosas ocurrencias. Estas cartas, junto a poesías y acuarelas de su autoría, aún perduran al resguardo de la Casa Museo y Capilla Buffo, transmitiendo un mensaje de amor por la vida a quien llegue con el alma dispuesta a comprender este maravilloso legado.

Contacto: Anabella Astrada, Coordinación de Turismo, Municipalidad de Unquillo. +54 9 354 355-8754. turismo@unquillo.gov.ar


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