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Más de 10 mil personas en el 32° Festival de la Solidaridad


La nueva edición del festival más importante de Sierras Chicas rompió récords de asistencia con una grilla variada que abarcó desde el folklore más tradicional hasta el pop, el rock y la cumbia latinoamericana. Estelares, Los Caligaris, Vivi Pozzebón, Yamila Cafrune y Sergio Galleguillo fueron algunos de los principales números. Por inconvenientes organizativos, no se presentó Calle Vapor.

Los Caligaris cerraron la segunda noche del Festival de la Solidaridad con más de siete mil personas en el Polideportivo.

Resistiendo nuevamente las amenazas de lluvia, entre propuestas artísticas de primer nivel, gastronomía solidaria y mucha alegría, se llevó a cabo una nueva edición del Festival de la Solidaridad, el clásico de Villa Allende que en su 32° aniversario reunió a más de 10 mil personas en el Polideportivo Municipal Atilio Minoldo y batió todos los récords históricos de asistencia.

«Cuando esta gestión decidió relanzar el festival después de la tragedia del 2015, ni siquiera en los sueños más optimistas pensamos que iba a tener tanto éxito, pero se superaron todas las expectativas”, declaró Jorge Blanco, encargado de Prensa y Comunicación de la Municipalidad de Villa Allende.

El 2019 trajo algunas modificaciones para el característico festival de la Villa, desde el adelanto en la fecha de realización (normalmente se lleva a cabo en febrero) hasta la propuesta artística, que este año no sólo incluyó a los tradicionales grupos folklóricos sino también a bandas de pop, rock y cumbia, humoristas y espectáculos para los más chicos. Así, los artistas locales compartieron escenario con figuras como Sergio Galleguillo, Los Caligaris, Estelares, Yamila Cafrune, Vivi Pozzebón, Mario Devalis y los Canticuénticos.

Además, ambas noches contaron con la entusiasta conducción de Javier Rosemberg, locutor de Cadena 3 y 100.5 FM Córdoba, y Ximena Salkind, estrella de las tardes de Canal 10 y vecina de Villa Allende hace cinco años.

«Me sentí muy feliz y muy honrada de ser parte de este festival. Creo sinceramente que Sierras Chicas se merece una propuesta de este nivel, no sólo para que la gente pueda disfrutar sino también para que los artistas puedan mostrar lo que hacen. Me pareció muy bueno que se ampliara la oferta de la grilla, apuntando a diversos públicos», declaró la conductora y confesó ser una gran enamorada de Villa Allende y sus propuestas culturales.

Javier Rosemberg, locutor de Cadena 3 y 100.5 FM Córdoba, y Ximena Salkind, estrella de las tardes de Canal 10 y vecina de Villa Allende, fueron los conductores del festival.

Entre el esfuerzo y la solidaridad

Consultado por el desafío que implica financiar un festival de esas dimensiones, Jorge Blanco señaló: «Lo logramos con mucho esfuerzo, con un presupuesto más austero que el año pasado, con aportes de la Nación y la Provincia, muchos patrocinadores y, sobre todo, apostando a vender entradas con un costo accesible. Queremos sostener esta propuesta más allá de las adversidades económicas porque, ante todo, el festival es de los vecinos».

El intendente Eduardo Romero se hizo presente durante las dos noches del festival.

Ya dejada atrás la meta de recaudar fondos para el Hospital Municipal Josefina Prieur (objetivo que motivó el surgimiento del festival allá por 1985), la veta solidaria del encuentro se concentró en los numerosos puestos gastronómicos concedidos sin ningún costo a fundaciones e instituciones sociales de Villa Allende.

De esta forma, el Club Atlético Quilmes, el Sport Club, el refugio canino Revivir, la agrupación gaucha La Amistad, la Fundación para la Creación de Valor, la escuela de fútbol Villa Allende Deporte Infantil, la cooperadora del colegio Reverendo Gastón Vergonjeanne y los centros vecinales de barrio Español, Cóndor Bajo y Lomas Oeste, deleitaron a los asistentes con choripanes, empanadas, hamburguesas y el infaltable locro, compartiendo el espacio con comercios locales.


«Estuvo muy lindo la verdad, mucha buena onda en el ambiente y las ventas anduvieron bien. Nosotros seguimos con la construcción de la sede para nuestro centro vecinal y estamos haciendo un merendero para los chicos del barrio también, así que lo recaudado se va a destinar a fortalecer ese trabajo», comentó Ana, del centro vecinal de barrio Español.

¡Se va la primera!

La noche del viernes 11 abrió el escenario con artistas consagrados de la Villa: Orgullo Serrano, Marcelo Correa, Néstor Oyola y Taty Arrieta, a quienes se sumaron más tarde los representantes del folklore argentino y latinoamericano Adrián Maggi y Cecilia Mezzadra.

En el medio, el público rio con el humor del histórico dúo Los Cumpas y no faltaron los aplausos para la presentación del Ballet Munay Danza que, a poco de cumplir quince años de trayectoria, sorprendió con un gran despliegue de coreografía y vestuario. «Nos basamos en el cuadro ‘Córdoba me llama’ que recorre varios estilos de nuestra provincia, aunque de diferentes zonas y épocas, así que supongo que todos se habrán sentido identificados en algún punto», señalaron Victoria Arce y Damián Pérez, coordinadores de la agrupación.

Finalmente llegó el momento de uno de los números centrales de la noche: Yamila Cafrune, cantora popular, abogada e hija del gran maestro del folklore argentino Jorge Cafrune, quien hizo un repaso por los estilos típicos de nuestro país acompañada por un tradicional cuarteto de guitarras.

«Es la primera vez que vengo a este festival y la verdad no me esperaba algo tan grande. La organización estuvo muy bien y hay que destacar el excelente sonido. La gente también me encantó, desde las chicas que nos atendieron cuando llegamos hasta el público, que realmente fue maravilloso. Ojalá podamos volver en el futuro», declaró la artista a El Milenio.

La noche cerró a pura peña y chaya, entre puñados de harina y espuma loca, repitiendo la fórmula que tan buenos resultados dio en la edición del 2017: Emiliano Zerbini, músico riojano-cordobés reconocido con los premios Consagración Cosquín 2018 y Revelación Jesús María 2016, y, como broche de oro, Sergio Galleguillo, representante indiscutido de la chaya, la fiesta por antonomasia de La Rioja, que hizo estallar a los casi 3500 asistentes en una nube blanca de gritos, aplausos y harina con «El camión de Germán», «Carnaval en La Rioja» y «Niñachay», entre otros de sus grandes éxitos.

Noche histórica

El sábado 12 de enero, el Festival de la Solidaridad batió récord de asistencia con siete mil espectadores, convirtiéndose en la noche más multitudinaria en sus 32 años de historia. En una apuesta a ampliar el público, la grilla viró del tradicional folklore a propuestas de estilos diversos.

Después de una deslumbrante presentación del Ballet Chacay Manta, el escenario dio paso a los Canticuénticos, grupo artístico nacido en Santa Fe que acerca a los más chicos al folklore argentino y latinoamericano a través de canciones, juegos y un inconfundible humor que logró sacar el niño interior de varios adultos.


«Estamos realmente emocionados porque la respuesta del público fue increíble. Sabemos que es la primera vez que el festival abre este espacio para los niños y es lindo ver que lo que hacemos se puede disfrutar en familia porque esa es la idea, que las canciones y espectáculos sean un motivo para compartir y estar juntos. Estamos muy contentos y agradecidos, ojalá podamos volver», expresaron desde la agrupación, recientemente reconocida de interés cultural por el Senado de la Nación.

Nuevamente, no faltó representación de los músicos de Villa Allende. Dúo Misterio, Gabriel Comba, Nicolás Fischbach y Matías Gallardo hicieron bailar y cantar a más de uno en el Polideportivo. «Me sentí muy cómodo, había una cantidad de gente impresionante, el clima acompañó y el sonido fue excelente. Quisiera destacar el precio popular de la entrada, me parece una decisión acertada que beneficia tanto a los espectadores como a los artistas y esperemos que se mantenga», declaró Matías Gallardo, uno de los artistas más jóvenes del festival.

A continuación, Vivi Pozzebón y Tamboreras Ensamble calentaron la noche con el batir de los parches y, por un rato, el ambiente del Polideportivo recordó a las famosas fiestas del comedor universitario.

Me voy súper contenta por esta noche. El público fue muy receptivo a pesar de que no conocían todos los temas. Así que agradezco la invitación y la entrega de la gente para ver cosas nuevas», expresó la reconocida artista cordobesa al hablar con los medios locales.

La fiesta siguió con el humor de Mario Devalis y se encendió a pura cumbia latinoamericana con La Garrotera Cumbia Orquesta, banda infaltable de Sierras Chicas. «Fue increíble tocar ante tanta gente y aparte nos produce un sentimiento muy particular hacerlo en nuestra ciudad y en este festival tan importante. Estábamos nerviosos, pero nos vamos muy contentos», afirmaron los doce integrantes de la banda que este año piensa grabar su segundo disco.

Pasadas las dos de la mañana, Estelares subió a escena para cantar, junto a miles de personas, «Un día perfecto», «Ella dijo», «Sólo por hoy (chica oriental)” y «Aire», entre otros hits de esta convocante banda del rock-pop nacional.

«Córdoba para nosotros es un lugar muy familiar, muy agradable, siempre que venimos la pasamos bien. Tenemos un vínculo especial con el público cordobés y queremos cuidarlo, siempre tratamos de dar el mejor show posible y que la gente lo disfrute», expresó Pablo «Pali» Silvera, bajista de la banda.

Finalmente, cuando parecía que la emoción del público no podía llegar más alto, una cuenta regresiva anunció la llegada de Los Caligaris y, de pronto, el escenario se convirtió en un circo que estalló con la fiesta payasa de esta consagrada banda cordobesa nacida de la mano de los hermanos Pampiglione en barrio Residencial América, allá por 1997. El show transcurrió sin un minuto de descanso entre piruetas, chistes, monerías, acrobacias y malabares. «¡La pasamos espectacular! Ojalá volvamos el año que viene, y el otro, y el otro. ¡Gracias Villa Allende!», se despidieron los estrafalarios músicos en un gran final a pura diversión.

Nubes negras

A pesar de que los pronósticos de lluvia no se cumplieron, otros acontecimientos empañaron el éxito del Festival de la Solidaridad 2019. Durante la noche del viernes, mientras transmitían desde el Polideportivo, la conocida radio local Nexo FM sufrió un robo en su estudio, ubicado en la sede del Club Quilmes.

«Estábamos trabajando en vivo desde el festival cuando de repente dejó de salir la transmisión. Dos compañeros de la radio fueron al estudio a ver qué sucedía y ahí se dieron con que habían entrado a robar y se habían llevado gran parte de los equipos», explicó Sofía Ahumada, locutora del medio.

Gracias a la solidaridad de los vecinos, la Nexo pudo volver al aire al día siguiente para transmitir la segunda noche del festival, aunque el hecho, actualmente en manos de la Policía, aún espera esclarecimiento.

El ensamble de tamboreras durante el festival.

La velada del sábado tampoco pasó libre de inconvenientes. Ya avanzada la noche, el retraso de los horarios establecidos para cada presentación y la amenaza de lluvia llevaron a los organizadores a modificar el orden de los artistas en la grilla, de forma tal que Calle Vapor tocara después de Estelares y no antes, como estaba pautado originalmente.

La decisión provocó el malestar del conocido grupo cordobés de música latinoamericana, razón por la cual sus miembros decidieron no salir al escenario. «El problema no fue que se hubieran retrasado, sino que decidieran cambiar el orden de la grilla. Nos sentimos descuidados porque en definitiva ahí todos somos artistas laburando y no debería haber prioridad de uno sobre otro, menos por temas económicos. Justamente uno de los aspectos que habíamos destacado de este festival era la fuerte presencia de bandas cordobesas, que en definitiva son las que sostienen la cultura local todo el año», declaró Fabricio Boretto, integrante de la banda.

Mientras tanto, los seguidores de Calle Vapor hicieron sentir su indignación a través de las redes sociales, cuestionando a la Municipalidad por la falta de explicaciones. «Nos pareció que, si accedíamos a tocar en esos términos, nos estábamos faltando el respeto a nosotros mismos, pero nos queda la tristeza de saber que hay gente que nos fue a ver y no pudo», apuntó Boretto y anticipó que están considerando la posibilidad de realizar un show gratuito en Sierras Chicas para compensar a su público.

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